jueves, 8 de febrero de 2018

El epílogo del Camino hasta Finisterre


Tenía mucha ilusión en hacer esta parte del  Camino, la época es mala, sin duda, lo he hecho en Febrero ya
que unos familiares me invitaron a la fiesta de San Blas en Pontevedra, así que terminada la fiesta me fui a Santiago de Compostela y comencé la ruta.

Mal tiempo, si, me ha pillado una de esas tormentas superanunciadas, bueno, pues nada, chubasqueros y a aguantar, el problema, sin duda es que este tramo me parece un añadido, pues porqué hay que seguir, vaya por delante que no hice ya el tramo hasta Muxía, porque eso si que ya me sonaba mal, pero desde luego la señalización aunque no mala, si menor que en la parte principal, en algún tramo cerca de Olveiroa, muy mal, me perdí, pero sobre todo la escasez de zonas de servicios y en este mes de febrero parece ser que es de vacaciones de todos los establecimientos, por ejemplo, desde el Alto Da Pena, hasta Olveiroa, sólo un bar que tenía bocadillos fríos, así más de 25 kms. en Olveiroa todo cerrado, salvo el albergue municipal, pero sin ningún sitio donde, al menos cenar caliente, en Fisterra, más del 50% de los sitios cerrados.

En fin, por parte de los hosteleros del Camino hay que pensar, no sólo en el negocio, sino en que los peregrinos, pocos o muchos, necesitan un servicio y las vacaciones de los locales pueden turnarse algo más. En fin, una solución podría ser un cartel que rece "EN FEBRERO EL CAMINO SE CIERRA POR VACACIONES".

La primera etapa hasta Negreira, no es larga, 21 kilómetros, la catedral está abierta pronto, visita al Apóstol y a comenzar el camino por la Rua Hortas, justo enfrente de la Catedral, en bajada, pocas indicaciones al principio y, como siempre, alguna indicación hecha para llevarte a algún local que, además, está cerrado, pero bueno, vuelta y a seguir. Etapa un poco rompepierna, algunas subidas y bajadas hasta llegar al Alto do Vento, bajada y vuelta a subir hasta el Alto do Mar, tampoco es tanto, pero no me deja de llover y se me hace algo más pesado por eso, a partir de aquí todo suave bajada hasta llegar al Ponte Maceira sobre el río Tambre que baja hasta arriba de agua, otra pequeña subida y hasta Negreira, todo cerrado, me cuesta encontrar alojamiento y cena, en fin ... merece la pena el paseo por la zona vieja de Negreira.

El decepcionante segundo día empieza por la noche en Negreira, desvío para pasar por delante del albergue municipal y todo en suave subida hasta llegar al Alto da Pena, menos mal que me paré a tomar algo, a partir de aquí todo cerrado hasta llegar a Olveiroa, las señalizaciones a partir del parque eólico en la zona de Bon Xesús bastante parcas, de hecho me perdí  y tuve que recuperar el camino a base de GPS, aconsejable llevar palos, alguna que otra sorpresa de perros que salen de fincas abiertas y a los que tuve que enfrentarme, una prueba más de que desde Santiago hasta Cee tienen aún una parca cultura del Camino, al llegar a Olveiroa nueva decepción, todo cerrado salvo el albergue municipal, que bien.

La tercera etapa un poco sasaina hasta llegar a Cee, aquí bien, el paso por Corcubión esta muy bien y las playas que te vas encontrando en el Camino, Estorde, Sardiñeiro, Talón, te alegran la vista, al final, en la primera vista hacia Finisterre, sales de la carretera, bajada por la Rua de Camilo José Cela hasta llegar a una plazuela con su monumento en la entrada a la playa de Finisterre, el recorrido hasta el pueblo, más lluvia y, desde el pueblo hasta el Faro, otros tres kilómetros largos, muy bien, fotos en el kilómetro 0, menos mal con esto de febrero, algo bueno, no hay aglomeraciones, bajada, cocidito gallego y vuelta a casa.