jueves, 19 de abril de 2018

Burgos


Buen fin de semana por la zona de Burgos, el primer paso, en viernes el viaje a Lerma,  no la conocía, dormí en  el Palacio Ducal, ahora Parador, bueno, como todos los paradores, sensación de dejadez, siempre edificios espectaculares, en su día un emblema del  turismo en España y, ahora, parece como si se pretendiera abandonarlos poco a poco, en fin ...

La zona de la Colegiata de San Pedro, la Plaza de Santo Domingo, el monumento al Cura Merino y la zona del casco viejo de Lerma merece un buen paseo, buenas tapas. Por la mañana desayuno y asistir, junto al Parador, la misa de las ocho de la mañana en las Dominicas, cantada, viaje de treinta kilómetros a Santo Domingo de Silos.

En Santo Domingo de Silos, la visita al Monasterio y su espectacular Claustro, escuchar el canto gregoriano a las 13:45 cada día, espectacular, antes un paseo por el desfiladero de la Yecla, por la carretera de Santo Domingo de Silos hacia Aranda, dos kilómetros y medio de ida y otros tantos de vuelta, si se va en coche, una vez pasado el segundo túnel, cortitos, hay un pequeño aparcamiento a la derecha y unas escaleras de bajada al desfiladero.

El Desfiladero de la Yecla espectacular, quince minutos de paseo por un sendero perfectamente protegido con puentes y pasarelas. El parque natural de la Yecla se basa en una estrecha garganta, un angosto desfiladero hecho por las aguas del arroyo del Cauce, paredes verticales de más de 100 metros, un paseo de algo más de 1000 metros, anchuras que, en algunos pun tos no llegan a los dos metros.

La comida a mediodía en el espectacular Covarrubias, en estos días con un tremendo caudal de agua en su día, en el río Arlanza, no lo hice, pero es muy recomendable visitar antes las revueltas del río Arlanza, que hacen que el río parezca enredado en un laberinto sin salida, para bajar el asado burgalés un paseo por su casco viejo con la visita a la Colegiata, al Monasterio de San Pedro de Arlanza, a la Torre, a la plaza de Doña Urraca, la estatua a Doña Kristina de Noruega y, a la entrada entrar por el arco que hace el Archivo del Adelantamiento de Castilla creado por Felipe II.

En coche hasta Burgos aunque ya conocía Burgos de anteriores visitas, la verdad es que cuando llegué  aquí, haciendo el Camino de Santiago  me encantaron los muchos cambios que, para bien, ha experimentado esta ciudad, está preciosa, tanto para visitarla como para vivir en ella. Así que, nueva visita, exprofeso para visitarla.

Sentía una gran curiosidad para visitar el Museo de la Evolución Humana, en el trayecto del Camino de Santiago ya había visitado la explotación de Atapuerca, así que me dirigí aquí, en primer lugar y como objetivo primordial, no me ha defraudado, me parece fenomenal como hacer un lugar atractivo en la ciudad, la entrada gratis, no en vano soy abuelete y jubiladete, buena política.

En la Catedral no hubo tanta suerte, un pequeño descuento por ser peregrino y otro por ser abuelete, pero merece la pena, lo mismo que la espectacular visita al Monasterio de Santa María de las Huelgas y la subida para visitar el Castillo.

La Catedral es espectacular y está considerada como una de las cumbres del arte gótico europeo, no en vano es la única que en España es Patrimonio de la Humanidad, se puso la primera piedra en 1221 (ha tenido varias restauraciones en los últimos años y ahora está en obras en algunas capillas, sin duda preparándose para su octavo centenario), destacan sobre todo la Escalera Dorada de Diego de Siloé la Capilla de los Condestables y la de Santa Ana, el claustro, tanto el superior como el inferior y, como no, el sorprendente Papamoscas.

Después pateo por la ciudad, dormir en uno de los hotelitos de la zona de la Universidad, ya vistos antes en la actividad del Camino de Santiago, baratos y buenos.

En suma, un buen fin de semana.


jueves, 5 de abril de 2018

La senda de La Loma en Cullera


Unos días en Cullera ya que en Valencia, en Fallas, no hay ni una habitación libre, y desde Cullera a Valencia hay buena  conexión por tren, así que aprovecho para dar unas caminatitas y bajar las paellitas.

Desde el hotel me subí al Santuario de Cullera, desde el centro del casco antiguo de la ciudad, una ruta en zig-zag que sale desde detrás del mercado de Cullera, subiendo la calle del Calvario hacia el Castillo, declarado bien de interés cultural, y continuando por la ruta del Vía Crucis, a la altura del paso 3º vemos una salida hacia la parte baja de la senda circular, no es este mi plan, sólo quiero hacer la parte alta de la senda, por sus increíbles vistas, así que llego hasta el Santuario, una preciosa capilla, por debajo de ella sale la ruta por las crestas de las montañas, aquí me paro para contemplar una maravillosa vista de la ciudad y de las playas, casi hasta Gandía, bahía, marjales, huertas, pinadas, una fenomenal vista.

Por delante y hacia detrás de la Iglesia sale el camino, muy bien señalizado como PR (franjas amarillas y blancas), hacia el Alto del Fort (un recuerdo de anteriores culturas, a 235 metros), el punto más alto de la ruta.

Después el alto del rádar atmosférico y siguiendo ... esta senda es un sube y baja, fácil, pero con unas constantes fenomenales  vistas hacia Cullera, en algún momento llegamos al denominado Volcán, una zona de yacimientos arqueológicos.

El final de la ruta, para bajar hacia el Faro es lo más feo de la ruta, entre urbanizaciones, o mejor dicho, lo que se pretendía como posibles urbanizaciones y, en muchos casos, construcciones abandonadas a medias, desde el faro hasta el pueblo de Cullera por el borde del agua.

Cerca de siete kilómetros por las lomas y el campo y una vuelta por la playa, bonita actividad.