viernes, 20 de diciembre de 2019

Caminito del Rey y Peña del Convento




Por el río Guadalhorce, uno de los más importantes de la cuenca del Sur, ríos que nacen todos ellos en la Penibética, ríos de longitud corta y de desnivel grande, así el Guadalhorce atraviesa zonas calcáreas que erosiona en estrechas y profundas hendiduras, uno de ellos es el Desfiladero de Los Gaitanes, con paredes muy juntas y muy verticales, por ello se hicieron varias presas para garantizar el suministro de agua a Málaga.

El Rey Alfonso XIII inauguró una impresionante pasarela que sirvió para el mantenimiento de la obra y de ello nació el llamado Caminito del Rey, Caminito del Rey genial en su momento, con zonas de escalada espectaculares, pero ahora, oooohhh, alguna mente preclara y, quizá, algo oportunista decidió hacer una pasarela muy moderna, muy  turística, y que ha llevdo a hacer todo tipo de prohibiciones … prohibición de escalar, prohibición de acceder a esa zona sin pagar ¿estamos en una zona de monte público?, en fin un cirquete montado a costa de nuestros impuestos y para beneficio de ¿¿¿???, diez euros la entrada, reservas a través de Internet con más espacio que para asistir a una ópera, en fin …

Bueno el Caminito en sí, se inicia en la zona desde Ardales, ahora se hace en una sola dirección, cortado el acceso por cualquier otro lugar, personas de asistencia ¿o vigilancia? En diferentes puntos del recorrido, etc … cerca de tres kilómetros desde el Centro de Visitantes, la espera para que te den el paso y el numerito del casco y el protector, una pasarela inicial de, más o menos, un kilómetro, otra zona sin pasarela y la parte final de pasarela y puente de las fotos típicas del Caminito, un total de poco más de cinco kilómetros hasta llegar a la zona de Renfe de la Estación del Chorro, también se puede llegar por este lado y tomar el autobús lanzadera.

En suma, merece la pena verlo a pesar de que todo o casi todo me suena a chanchullete bien orquestado.

Menos mal que, antes de patear el Caminito del Rey, hicimos otra actividad que me gustó muchos más, la subida al Pico del Convento, en plena Sierra del Almorchón, marcha que iniciamos en la misma zona del Centro de Interpretación del Caminito, atravesamos un tunelito, corto pero angosto, recomendable linterna o frontal, pista al principio en constante ascenso, buenas vistas en el camino hacia el embalse del Conde de Guadalhorce o de Ardales.

Los últimos tramos son por sendero que se va difuminando y empinando poco a poco, pero siempre con el Pico del Convento frente a nosotros, los últimos pasos son una bonita trepadita y las vistas desde la cima, sobre todo a los pasos del Caminito del Rey son espectaculares.





miércoles, 11 de diciembre de 2019

Antequera y El Torcal



 ¿Viajar en coche?, ¿en tren?, cada vez más voy dejando de usar el coche y me decanto por otros medios, pero cada vez que lo intento tengo alguna decepción, en esta ocasión, buen trayecto en el Altaria, pero la ubicación de la estación, a varios Kilómetros de la ciudad deja muchas lagunas en su efectividad.

Ya en Antequera, a cincuenta kilómetros de Málaga, una bella ciudad, en el norte, fuera de la zona de playas, ciudad grande con algo más de cuarenta mil habitantes, la idea es hacer desde aquí varias actividades de montaña o naturaleza, hoy su famoso Torcal también se puede ver el Caminito del Rey (), el Dolmen de Menga, la Peña de los Enamorados, o Peña del Indio, el nacimiento del Río de la Villa, la Laguna de la Fuente de Piedra …

En suma, un fin de semana completo ya sólo con Antequera y bien ocupado si a ello le añadimos el Caminito del Rey ()

Y en la ciudad, la Iglesia de los Remedios, el Convento de Las Descalzas, el Portichuelo, la Alcazaba, la Real Colegiata de Santa María La Mayor, pasear por los Jardines del Tío Pepe, subir al Mirador de Las Almenillas.

El Torcal de Antequera, una reserva natural única en Europa, al sur de Antequera y en medio de las Sierras Béticas, declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1929 y recalificado como Parque Natural en 1978, un conjunto de piedras calizas, con más de 200 millones de años y sus abismos que crean unos impresionantes paisajes y con su observatorio astronómico desde donde se puede observar el sol como en ningún otro sitio en España.

A poco de salir de Antequera queda, bien indicado, el nacimiento del río de La Villa que manda sus aguas al Guadalhorce, si, el río del Caminito del Rey, una carretera con muchas curvas, empinada, nos lleva en algo menos de una hora hasta la zona del Torcal de Antequera, abajo, aparcamientos donde dejar los coches y a subir en los autobuses lanzadera, un negociete más.

En el Torcal Alto, varios trekings fáciles, rutas de no más de tres horas, bien indicadas, a veces, sobre todo en días de fiestas muy concurridas, pero todas con unas vistas espectaculares, iniciamos y terminamos a 1220 metros de altura y los desniveles acumulados no pasan de los cien metros.

Como dato, el famoso tornillo, la imagen del Torcal, está al otro lado de las pistas de caminata, a, más o menos, diez minutos de la zona de aparcamiento superior, junto al Centro de Visitantes, merece la pena ir a verlo.
Al terminar alguna de las rutas es muy recomendable irse al mirador de Las Ventanillas, junto al Centro de Visitantes, espectaculares vistas.

En fin, una actividad muy turística que merece la pena llevar a cabo.


domingo, 24 de noviembre de 2019

Saltos del Nervión y cascada del Gujuli


Vitoria, un buen fin de semana con distintas opciones, además de disfrutar de la ciudad, o zona de montañas, como cuando subí al Aitxuri en el proyecto del Pico más Alto de Cada Comunidad, o a visitar cascadas, o mejor dicho zonas de cascadas, en las cercanías de Vitoria, en esta ocasión con el Monumento Natural de Santiago, el Salto del Nervión (Río Délika) y la Cascada del Gujuli o Goiuri (río Oiardo).

Mi primer destino en esta ocasión, ha sido el Salto del Nervión, por la carretera A2625 desde Miranda de Ebro, en dirección al pueblo de Orduña y, poco antes de llegar al puerto, hacia la derecha, perfectamente indicado, la zona de acceso del Monte de Santiago, a poco de pasar el pueblo de Berberana, justo en el borde entre las provincias de Álava, Vizcaya y Burgos, un primer aparcamiento, junto a la carretera, es más cómodo seguir por la pista forestal denominada como PR-BU-49 unos kilómetros, hay un primer aparcamiento ya en la pista en el que no aparco, sigo y, en la zona del último aparcamiento, a unos nueve kilómetros y medio de la carretera, ya no se puede seguir más con los coches, lo dejo y sigo andando, en la misma zona de los aparcamientos varias sendas bien indicadas, el centro de interpretación de la zona y la pista que sale hacia el Salto del Nervión, ya en zona alavesa, a un poco más de dos kilómetros después de dejar el coche, lo primero que nos encontramos a pocos metros del centro de interpretación es el llamado monumento a Santiago con las ruinas del Monasterio de Langériz, consistente en unas ruinas a la izquierda de la pista forestal y, ya casi al final de la misma, la zona de La Lobera de Santiago, un sitio interesante y que se trata de unos muretes de piedra que van haciendo una especie de embudo y que, en medio kilómetro más o menos termina en una especie de foso donde caían los lobos acosados, hay una serie de estatuas que semejan el tipo de caza.

Pasamos la zona de La Lobera, sigue la pista, ya hemos salido de la zona boscosa, enfrente el barranco del Nervión, llegamos al mirador encima del pozo del salto, en esta ocasión no hay agua, hablo con el encargado del centro de información que me indica que no es frecuente el que haya agua, la zona freática es muy corta, no más de veinte kilómetros, y el tipo de roca muy porosa hacen que el agua de lluvia se vaya en pocos días después de épocas de lluvia, pero eso sí, cuando lo consigues ver es espectacular, en cualquier caso la zona merece la pena, es un salto espectacular con una caída de más de 220 metros hacia el llamado Hoyo Nuevo, la de más desnivel de España.

Me voy a comer a Orduña, a 275 metros de altura, bajando por el puerto del mismo nombre de 900 metros con unas curvas y unas vistas espectaculares y después por la carretera A2521 que sale de Orduña hacia Vitoria, subiendo el puerto de La Barrerilla de 645 metros, en unos catorce kilómetros, en la carretera que va de Orduña a Murguía, unos 30 kilómetros antes de Vitoria, se encuentra el pueblo de Gujuli y dejamos el coche en una zona de aparcamiento junto a la cascada, andamos cerca de un cuarto de hora por un camino fácil y bien marcado hasta un mirador enfrente de la cascada.

Una cascada que, como muchas otras, cuenta con su tópica y típica leyenda.






sábado, 9 de noviembre de 2019

Sahara marroquí


Sin duda el inicio parte de Ouarzazate (en berever “sin ruido”) al sur del Alto Atlas la puerta de entrada y salida del Sahara en sus inicios zona de paso y estancia de las caravanas, a donde llegamos por carretera, por la impresionante carretera que atraviesa el Alto Atlas, sobre todo por el paso de T´Zi N´Tichka de 2260 metros, ya en Ouarzazate, la que los marroquíes quieren denominar como el Hollywood africano y con cierta razón, lugar de famosos rodajes, como Gladiator, los Diez Mandamientos, Cleopatra o como algún capítulo de la serie Juego de Tronos (bueno, esta serie se ha rodado ya en medio mundo) tiene unos estudios visitables Atlas Studios,  a 1150 metros de altura.

En las cercanías de Ouarzazate una de las mayores plantas de energía termosolar que ha sido construida por empresas españolas.

Así que, desde Ouarzazate, la visita a la Kasbah de Ait Ben Haddou, quizá una de las mejor conservadas de Marruecos y, también, Patrimonio de la Humanidad y, desde allí, para ir entrando en calor, un corto trekking de ocho kilómetros por el valle del río Ounila, yo lo hubiese alargado, de vuelta hasta la ciudad de Ouarzazate, pero bueno, se podría hacer de noche.

Enfrente de los estudios, saliendo de Ouarzazate, una suave caminata por el valle palmeral y la actividad sigue por la Kasbah de Taourirt, la mayor de Marruecos, las kasbahs y los ksar son antiguas fortalezas o castillos medievales construidas con adobe y barro con torres que servían para la defensa, rodeadas de palmerales que se constituían en grandes comunidades bereveres agrarias.

Y ya, después de pasar el llamado Anti Atlas, llegamos al impresionante y mágico Valle del Draa, quizá el más extenso y productivo del sur de Marruecos, con sus enormes plantaciones de palmeras, de higueras, de granadas. Una sucesión de palmerales, kasbahs y aldeas bereveres entre Agdz y Zagora con el monte Tajín de fondo, el Draa río que nace del Alto Atlas.

El recorrido termina en la laberíntica Kasbah de Tamgounelt con todas sus casas conectadas entre sí para hacer que las calles no reciban el calor del sol y el Ksar, en un promontorio muy panorámico, también con la montaña Tajín al fondo.

En Merzouga (Erg Chebbi, Erg significa extensión de dunas móviles), donde se encuentra el típico y tópico campamento de jaimas bereveres, que tienen hasta baño y fiesta nocturna hasta ya entrada la noche, instalado en las dunas del desierto de Merzouga paisaje mágico bajo el sol, dunas que cambian de color, del rosa al dorado o al rojo según la hora del día, a ver, no es más que un hotel de telas, que hasta tiene alfombras encima de la arena del desierto y cuyo mérito fundamental es contemplar el atardecer y, por la noche, gracias a un cielo sin contaminación lumínica, poder contemplar las estrellas.

Siguiendo por el desierto de Merzouga, con dunas que, en algunos casos sobrepasan el centenar de metros de altura, después del tipismo del “paseo” en camellos llegamos al poblado de Hassi Labied un antiguo centro de comercio de caravanas, con la particularidad de tener un palmeral que está creado y cuidado por sus habitantes y que se mantiene por las aguas que fluyen de debajo de las dunas.

El poblado de los negros, Khemliya, conocido así por estar habitado por los antiguos esclavos Gnawa, bueno tienen el tipismo de sus cánticos mientras te tomas un té magrebí y una típica pizza berever.

Otro tipismo más consiste en la subida a la Gran Duna de Merzouga a lomos de un dromedario y contemplar el anochecer.

La fascinante ciudad de Rissani en el valle de Tafilalt, que fue la primera ciudad imperial de Marruecos, con un impresionante y muy turístico mercado diario,

merece la pena contemplar la puerta de entrada a la ciudad.

Las impresionantes y profundas gargantas rocosas del Toldra, con sus impresionantes barrancos de hasta 300 metros de paredes, aquí se encuentran las mejoras zonas de escalada en roca de Marruecos, para llegar a ellas ocho kilómetros de pateada, con 490 metros de desnivel tanto positivo como negativo, merece la pena visitar también la Pequeña Garganta saliendo y volviendo desde/hasta el pueblo de Togcha.

Tinerhir, a quince kilómetros de la Garganta del Todra, desde donde damos un sencillo paseo por el Palmeral de Skoura, con más de 700.000 palmeras, plantado en el siglo XII por el sultán almohade Yaqub-al-Mansur, el contraste del verdor dentro de la árida meseta que es el bajo valle del Qued Dades, para ir después a la Kasbah Amridil, quizá la mejor conservada del sur del Atlas.

El valle del Imlil, donde ya pase una noche, en la ciudad de Imlil, paso obligado para subir al famoso Toubkal, valle por el que se atraviesa por varias aldeas bereveres.



martes, 5 de noviembre de 2019

Marrakech


La ciudad roja, todas sus construcciones en terracota, 1.200.o000 habitantes, siempre ha sido una ciudad de paso hacia otras actividades, primero en la subida al Toubkal, años después me ha servido también como punto de inicio y final en un precioso recorrido por el Desierto del Sahara ().

Una ciudad en el que toda su actividad parte, termina o se ve participada por la famosa plaza de Jemaa el Fnaa (“reunión de los muertos”), plaza que ha sido declarada Patrimonio de la Unesco, que merece la pena visitar sobre todo al atardecer cuando se convierte en un hervidero de gentes y rodeada de la antigua Medina, 650 hectáreas, con sus callejuelas con todo tipo de tiendas, sobre todo con los típicos artesanos curtidores del cuero y con los zocos en la zona norte que se merecen al menos una tarde entera de pateo.

En mi primer viaje a Marraquech dormí, bueno dormir es un decir, en el famoso entre los mochileros, hotel Alí junto a la plaza de Jemaa el Fnaa y como no, los paseos por la plaza viendo a los contadores de cuentos, a los encantadores de serpientes y, por supuesto, cenar algún pincho de cordero o algún plato de cuscús.

Empecé la visita a la Medina por una de las diez puertas de la antigua muralla, la histórica puerta de granito azul de Bab Agnaou, caminando por la Kasbah, merece la pena visitar  las tumbas Saadies con tres grupos, las tumbas infantiles, son sólo las lápidas externas, el pabellón femenino y la sala de los reyes, con unos artesonados magníficos, paseos hasta llegar al café de El Badii, junto a las ruinas del palacio del mismo nombre (el incomparable, inspirado en la Alhambra de Granada) y donde tomar mi primer té a la menta de la visita, seguida de paseo alrededor del Palacio Real (Dar El Makhzen), después La Mellah, el gueto judío, una ciudad en sí misma, la Sinagoga de Lazama y, claro, un paseo por los zocos de la Medina.

Como no, con la Mezquita de la Koutoubia del siglo XII

y su espectacular minarete de 77 metros de altura que lo hermana con la Giralda de Sevilla y junto a la Koutoubia hay que ver la tumba de Fátima Zohra

Merece la pena la visita a El Palacio de Bahía, con sus más de tres hectáreas de jardines, pero sobre todo con sus techos y sus artesonados.

Como no, también, a partir de las once de mañana la entrada es libre para visitar el famoso hotel de La Mamounia y sus jardines.

Y ya, de paseo por jardines, espectacular el Jardín de La Menara con sus cien hectáreas, con su inmenso estanque del siglo XII y con sus cerca de diez hectáreas de palmeral.

Si nuestro tiempo nos lo permite, en mi primer viaje si lo tuve, merece la pena adentrarnos en  el Marraquech moderno, fuera de las murallas del antiguo y de su Medina, donde todo gira alrededor de la Avenida Mohammed V.



lunes, 7 de octubre de 2019

El Elefantito por la Senda Maeso


Dejé el coche aparcado en el nuevo parking gratuito que el Ayuntamiento de Manzanares ha habilitado en la parte baja, genial, como Cercedilla, a ver si aprenden otros pueblos, esto atrae más visitas.

Por ello arranqué la jornada a 908 metros de altura y, a través del pueblo, cafetito incluido hasta llegar a la Senda Maeso, subí a la Plaza del Ayuntamiento y, desde allí, por la derecha de la misma (según llegué), sale la calle Panaderos, peatonal y con vistas hacia el Yelmo desde su inicio, en subida suave hasta llegar a una glorieta con cruce de varias calles y el paso por encima del Arroyo Cortecero, que por aquí está canalizado, de frente sale la calle Risco en subida empinada y haciendo una especie de “ese”, no es una calle larga y, en pocos minutos se llega a su final con una placa de giro hacia la derecha para salir por la primera calle (calle de Las Peñas) que, a continuación, sale hacia la izquierda (Los Llanos), esta calle con algún descenso y subida me hace, a su final, girar hacia la derecha, bordeando así una urbanización de chalets unifamiliares que se distingue por su constancia en indicar que todos los aparcamientos de esa calle, en su zona, son “propiedad privada”, para volver a meterme por la primera a la izquierda (Menéndez Pidal), ya asfaltada como calle semipeatonal, por aquí sigo hasta su final, con un murete por donde empieza la Senda Maeso, más o menos media hora desde el aparcamiento en la parte baja de Manzanares El Real, estoy a 1010 metros de altura, hasta aquí se puede llegar también con coche, en alguna de las calles me he encontrado con alguna señal de franjas blancas y amarillas que continuaran por toda la Senda Maeso.

La Senda Maeso que se enmarca en parte de dos de las tres zonas en que se divide La Pedriza, El Alcornocal y La Pedriza Anterior.

Senda empinada, muy bien señalizada como PR-M-1, entre jaras, en cortos zig-zags y revueltas, dejando a mi izquierda El Alcornocal de 1136 metros, hasta llegar al Collado del Alcornocal, a 1118 metros, donde merece la pena hacer una vista atrás, con las vistas hacia Manzanares el Real, El Castillo, el, ahora semivacío, embalse de Santillana y, al fondo, Madrid. Estas vistas las iré viendo en repetidas ocasiones donde me pare en alguna roca saliente, incluso con buenas vistas, en algún momento, hacia mi izquierda, hacia El Tranco.

Al pasar el Collado del Alcornocal hay un brusco giro hacia la izquierda entre dos peñas y la pista se hace bastante llana, llego al collado de la Cueva, a 1122 metros, hacia mi derecha las praderas del Hueco del Paredón, una corta subida, enseguida camino llano hasta llegar al risco del Caracol, a mi derecha, estoy a 1190 metros, sigo hasta el risco de las Mozas, un par de curvas, un par de trepaditas, enseguida llego a la zona de La Gran Cañada, a mi izquierda, por donde cruza el GR-10, poco visible por aquí, llevo una hora y media desde el inicio, estoy a 1285 metros de altura, sigo por la senda, curvas, riscos y, en unos diez minutos, a 1395 metros, un llanito, hacia la derecha sigue la Senda Maeso que abandono, ahora la señalización es con hitos escasos, con una senda angosta, a veces evidente, a veces algo menos (hay que ir con atención), a mi derecha dejo La Pirámide de 1462 metros, enseguida veo la silueta, desde aquí menos característica del Elefantito de 1425 metros de altura, la senda sigue por su izquierda, pero yo bajo algo para verlo bien por la derecha, fotos y continúo la bajada, por mi izquierda se me une la senda que bordea al Elefantito por su izquierda, este descenso, el de Las Cerradillas, en bajada tiene pasos complicadillos, en uno de
ellos tengo un patinazo sin más consecuencias, sigo la bajada por la Acebeda de Las Cerradillas hasta llegar a la Pradera de las Carboneras, en su confluencia con el GR-10 ¿izquierda para retomar la Senda Meso en bajada después de subir al Collado de La Pedriza, o hacia la derecha hacia el Tranco?, segunda opción y tomo la bajada directa a El Tranco (940 metros), siempre tomando la opción de hacia la derecha y señales amarillas y blancas, llego a El Tranco y callejeo en paralelo al río Manzanares hasta llegar al aparcamiento.


viernes, 4 de octubre de 2019

Ruinas de Casarás desde el Puente de La Cantina


Ya antes he conocido las ruinasde Casarás, sobre todo, desde la zona de Las Dehesas, ahora toca desde la otra vertiente, desde la zona de Valsaín, y a eso vamos.

Hemos quedado en Navacerrada, bajamos a los aparcamientos que, junto al río Eresma, a 1350 metros de altura y una vez pasadas las Siete Revueltas en la bajada hacia Segovia por la CL601 en su kilómetro 17, existen junto al puente de La Cantina, en la de más abajo está la Fuente de La Canaleja o de La Cantina, a una y otra vertiente del río Eresma y que se constituyen en una fenomenal plataforma de inicio de numerosas actividades de senderismo por la zona de los montes de Valsaín.

Cruzamos la carretera, pasamos una puerta giratoria y tomamos la llamada Senda de Las Pesquerías que, en pocos metros de senda, nos lleva a la pista forestal asfaltada que viene desde una curva, un poco más arriba de la carretera, y que está señalizada como GR-10.1, por donde seguimos, en suave ascenso, con el Arroyo Minguete a nuestra derecha y, en  algo menos de  veinte minutos desde la salida cruzamos un puente sobre el arroyo del Telégrafo, donde se une con el arroyo Minguete, seguimos por la pista semiasfaltada hasta que, a algo menos del kilómetro y medio de pista recorrida (poco más de veinte minutos desde el arranque), hay que tomar una decisión, o subimos por la pista asfaltada y bajamos por la de tierra o subimos por la de tierra a la derecha y bajamos por la asfaltada, esta es la decisión que tomamos, la desviación hacia la derecha, casi paralela a la pista semiasfaltada, por donde, al final, bajaremos, nos desviamos a la derecha, cruzamos un arroyuelo y seguimos por la opción central nada más cruzarlo, la opción que tiene algún hito, suave subida al principio, pero subida muy empinada el resto del tiempo hasta alcanzar el Alto de la divisoria de Las Berceas, a partir de aquí, valla de alambres ¿para qué? la bordeamos y seguimos hasta llegar a la pradera de Navalviento, donde al final de la misma, la senda gira unos metros hacia nuestra derecha, por esta zona la senda está poco evidente, y llegamos a una desviación hacia la izquierda, llamada Carril del Gallo, que tomamos hasta volver a enlazar con la pista asfaltada GR-10.1 que tomamos hacia nuestra izquierda, para llegar a la amplia Pradera de La Venta en hora y media escasa desde que salimos donde están las ruinas de las antiguas capillas, seguimos por ella hasta que nos deja en la zona de la Fuente de La Reina en otros cinco minutos, por aquí la pista ya es de grada y estamos a tres kilómetros y medio del Puerto de La Fuenfria.

Fotos en la Fuente de la Reina (o de la Fuenfria o Fuente Fria), por donde ya pasamos, con poca parada, cuando hicimos en bicicleta desde Cercedilla a Segovia, seguimos, en suave ascenso por la pista de grada que va en dirección al Puerto de La Fuenfria, un par de puentes y una pronunciada curva hacia la derecha de la pista, donde la abandonamos hacia nuestra derecha para, inmediatamente ver las ruinas de Casarás o Casa Eraso, como es normal fotos y un ratito de contemplación y lecturas de su historia

Vuelta atrás, por la pista de grada, estamos en la Calzada Romana, y llegamos a la  zona de la Fuente de La Reina, hacia nuestra derecha, bien señalizado, la pista asfaltada que, en constante descenso nos llevará de nuevo a la Fuente de La Canaleja en el Puente de la Cantina.

Resumiendo, actividad, más o menos circular, de 13,98 kilómetros que nos ha llevado tres horas y treinta y cuatro minutos, con un tiempo real en movimiento de 2:43, resultado una velocidad media de 5,1 kilómetros hora (le hemos dado caña teniendo en cuenta el desnivel en la subida), unos desniveles de 454 metros acumulados tanto en subida como en bajada, desde los 1305 metros del arranque hasta los 1685 metros de altura máxima, bonita actividad, con buena temperatura entre los maravillosos pinares de Valsaín en el término municipal de La Granja.



martes, 1 de octubre de 2019

Ruinas de Casarás por Las Dehesas desde Cercedilla


Cada vez uso menos el coche, cada vez que voy a la Fuenfría me siento mejor en el transporte público, tardo más que en el coche, por supuesto, pero es más relajado.

Así que, tren hasta Villalba, un cuarto de hora de espera para el tren a Cercedilla y, desde la misma estación empiezo la actividad.

Estación de Cercedilla, Las Dehesas, Calzada Borbónica, Puerto de la Fuenfría, bajada a las Ruinas de Casarás, vuelta al Puerto de La Fuenfría, bajada por el Camino Viejo de Segovia hasta el Hospital de La Fuenfría y bajada hasta la estación de Cercedilla, comida mientras espero al tren y vuelta en el tren, total cinco horas y media de actividad, con una altura máxima de 1792 metros en el puerto de La Fuenfria y mínima de 1158 en la estación de Renfe de Cercedilla, un desnivel acumulado de 725 metros

El único sitio abierto para tomar un cafetito mañanero es la estación, así que allí lo tomo, salgo de la estación y comienzo a andar hacia las Dehesas, los primeros metros por la empinada calle que me lleva hasta la M966, estrecha y llena de coches aparcados , incómoda pero es un muy corto tramo, enseguida, de frente la carretera que me lleva a las Dehesas, con una cómoda acera en la parte derecha de la subida, suave empinada, una buena fuente a pocos cientos de metros de empezar (unos diez minutos), siempre cojo agua allí,  me gusta, no hay indicación alguna de su potabilidad, pero aún la sobrevivo, o sea que no será tan mala.

En media hora, más o menos llego al inicio de la Calzada Romana, pasando el Centro de Visitantes de la Sierra, indicada con círculos verdes, sigo por la Calzada Romana, dejando la incómoda carretera a mi izquierda hasta dejar atrás todas las zonas der los aparcamientos de Majavilán, el restaurante Cirilo, los aparcamientos de las piscinas y de las instalaciones de aventuras de las Berceas, por cierto aparcamientos por encima del paso de la Histórica Calzada Romana ¿dçonde está Patrimonio?, etc…

Una hora desde la estación, estoy al pie del Puente romano del Descalzo, lo paso y enseguida una cerca con puerta peatonal que, de frente me hace seguir por la Calzada Borbónica con señalizada con círculos blancos, no tiene pérdida, muy evidente, mucha pedrera y llego, en hora y cuarto larga desde la estación a los Corralitos con su emblemático mural, por detrás del mural cruzo la Carretera de la República viendo hacia mi izquierda los restos del Chalet de Peñalara,  y sigo por la evidente pedrera, con sus círculos blancos y coincidente con el Camino de Santiago, en constante subida, y dejando a mi derecha el Arroyo de la Fuenfria.

En hora y media larga llego al Puente de En medio, la subida gira hacia la derecha y, en una pronunciada curva hacia la izquierda se cruza con la Calzada Romana, con sus típicos señalizadores metálicos.

El último tramo de la subida es sobre un corto y empinado talud terroso, en un total de dos horas largas he llegado al Puerto de la Fuenfría, cruce de caminos de la Sierra de Guadarrama pequeño descanso y algo de fruta, la Calzada Borbónica se acaba aquí, yo sigo por la Calzada Romana, que sale hacia la izquierda, pero dejando a mi izquierda la subida a Cerro Minguete y, poco más a la izquierda la Calle Alta, aquí llamada Vereda del Infante, ahora es suave bajada, por la Calzada, ya en vertiente segoviana al pie del Montón de Trigo, paso una barrera y sigo en suave bajada, cruzo el arroyo Minguete en cinco minutos desde el Puerto de la Fuenfria, la bajada por la Calzada continúa, cruzo varios arroyuelos hasta encontrarme con una pronunciada curva hacia mi izquierda, dejo la calzada para continuar por una suave loma hasta encontrar en, unos cien metros las Ruinas de Casarás, media hora larga desde el Puerto de La Fuenfría, son tres kilómetros y medio de distancia, estoy a 1711 metros de altura, fotos hacia los valles de Valsaín y vuelta por el mismo camino hasta el Puerto de la Fuenfria, ahora es suave subida y se hace hasta el Puerto en otra media hora.

Ya en el puerto la bajada ¿por dónde?, pues decido usar el Camino Viejo de Segovia que se inicia nada más girar a tomar la Calle Alta (Vereda del Infante), a una decena de metros del Puerto de la Fuenfría, bajada muy pronunciada que ya hice hace tiempo en bicicleta, desde Cercedilla hasta Segovia,  al principio, pedreras y tierras que escurren, cuidadin, en cinco minutos el Camino roza, dejándolo a mi izquierda con la Calzada Romana que aquí hace una de sus curvas.

Sigo siempre con buenas vistas hacia el Valle de la Fuenfria, con indicaciones de PR (rayas blancas y amarillas), estoy en el PR-M-30, en poco menos de un cuarto de hora desde el puerto llego a la Fuente de Doña María y cruzo sobre un puentecito el Arroyo Picaros, un segundo puente sobre otro arroyuelo, bajadas suaves pero continuas, sendas muy bien señalizadas y evidentes hasta cruzársenos por nuestra derecha la bajada del Poyal de la Garganta que viene del Collado de Marichiva, ahora las señales se juntan hasta el final con círculos rojos, en cincuenta minutos, más o menos, de bajada dejo a mi izquierda la Residencia Lucas Olarzabal, para enseguida llegar a la esplanada que conozco como Plaza de España, hacia mi derecha sigue el PR, hacia la izquierda con círculos rojos me deja en la parte trasera del Hospital de la Fuenfria, lo bordeo dejándolo a mi derecha, llego a su puerta principal y, de frente sigue la bajada que, en diez minutos escasos desde Plaza de España, me deja en el Centro de interpretación, final (o inicio) del Camino Viejo de Segovia, una hora de bajada desde el Puerto de La Fuenfria, me queda media hora larga para llegar por la M966 hasta la estación.

Las ruinas de Casarás o Casa de Eraso, construida por Gaspar de La Vega en 1566 como palacete de descanso para hacer más sencillo el viaje de los reyes desde El Escorial hasta La Granja y que terminó abandonada en el siglo XVII al construirse el paso por el Puerto de Navacerrada.

Comer, tren y volver, día perfecto




lunes, 23 de septiembre de 2019

Praga


Viaje familiar, fin de año en Praga, buena idea, una ciudad encantadora con una Monumental plaza de la Ciudad Vieja Medieval (Stare Mesto) espectacular, el corazón de Praga, una ciudad con el contraste  entre estrechos callejones con amplias avenidas, con la Iglesia gótica de Nuestra Señora de Tyn y sus características torres góticas, con la Casa de la Campana de Piedra,  con el edificio del Antiguo Ayuntamiento y su reloj astrólogico, una de las joyas de la ciudad, pero los paseos diurnos por Praga, por cualquiera de sus rincones con música, a pesar del frío, son espectaculares y no digamos los nocturnos, con cualquiera de sus bares o restaurantes con música, con sus innumerables conciertos (incluso en alguna iglesia), sobre todo en los fines de semana, o los mercadillos de fin de año, espectaculares.

En cualquier caso, un primer día por la Avenida Wenceslao y la plaza de la Ciudad Vieja, continuando por la zona judía (el barrio Josefov con un reloj en el Ayuntamiento Judío cuyas agujas giran al revé), con la sinagoga Vieja-Nueva, con la Sinagoga española, con el cementerio en el centro de la ciudad con cerca de 12.000 lápidas puestas unas encima de las otras, merece la pena un relax en el Café Kafka, a comer y darnos un relax en cualquiera de las ocho islas que hay en el río Moldava, por ejemplo en la isla de Kampa,  después el famoso y emblemático puente Carlos, al final del mismo la vieja noria Certovka, siguiendo por San Nicolás y sus cúpulas, Nuestra Señora de la Victoria (donde se guarda la escultura del Niño Jesús de Praga, escultura llegada desde España) y el Teatro Nacional para volver a terminar en la Avenida Wenceslao, hora de cenar.

Un segundo día para conocer la Catedral de San Vito, el Palacio Real, los jardines reales, para, después de comer no perdonar la visita y un paseíllo por el Callejón de Oro (en el número 22 vivía Kafka), junto al río Vitova (Moldava), que parte en dos la ciudad, el neorrenacentista Rudolfinum (la filarmónica checa) con la cervecería de Praga por excelencia, la U Rudolfina, no olvidemos que en Praga se consideran a sí mismos como la catedral de la cerveza.

Y otro paseíto al parque de Letná con unas magníficas vistas sobre Praga, desde donde dicen que se pueden contar hasta cien torres de la ciudad.


viernes, 20 de septiembre de 2019

Media Integral de La Pedriza, Canto Cochino, Collados Ventana y de La Dehesilla


El plan era ir a la zona de la pared de Santillana recorriendo la ruta de los Collados (Venta y Dehesilla), al final hicimos la Media Integral Circular a La Pedriza Posterior, una clásica, se trata de una ruta de senderismo sí, pero que requiere unas buenas exigencias físicas y algo de habilidad en las travesías de montaña, no es un paseo y hay que moverse con una cierta soltura en montaña.

Dejamos los coches en el aparcamiento de Canto Cochino, en la parte de arriba, ahora la parte de abajo la han bloqueado, que ilusión, una prohibición más, bajamos la pequeña cuesta asfaltada hacia el Manzanares, dejamos las nuevas obritas-guays que se están haciendo en la zona, insisto, ¿porqué no dejan el parque en plan natural en lugar de hacer estas obritas y caminitos de piedra tipo chalet de la urba?, en fin … enseguida nos encontraremos con el puente de madera que cruza el rio Manzanares, nada más cruzarlo veremos a nuestra izquierda el camino que emprenderemos, señalado en esta primera parte como GR (Gran Ruta) también conocida como la Autopista de La Pedriza, o sea, dos franjas, blanca y roja, a continuación encontraremos el cartel que nos indica 30 minutos hasta el refugio Giner de los Ríos, camino hasta el refugio ya en subida y con un cierto desnivel.
Al llegar al refugio, en la margen derecha del rio con un pequeño paso de madera justo a la derecha del camino, veremos un sendero que continúa pegado a la margen izquierda del rio y otro más a la izquierda que es el que tomamos a partir de ahora.

Seguimos por esa ruta durante, aproximadamente quince minutos, hasta ver que hay que cruzar el arroyo de la Majadilla, ahora con poco caudal, por unas piedras bastante fáciles y nada más cruzarlo nos encontramos con dos caminos, tomando indefectiblemente el de la derecha que, además está señalizado por un árbol caído, luego ya no tiene pérdida alguna, y para mejor señalización, desde este momento las señales serán las PR (pequeño recorrido), franjas blanca y amarillar y la subida se hace algo más pronunciada, subida que siempre se hará por la margen derecha del rio, no cruzamos hacia la margen izquierda a pesar de que en algunos momentos nos dé la sensación de que el camino principal es justo cruzando el rio, pues no, siempre por la margen derecha y siguiendo los zig zag que, para facilitar la subida, nos va ofreciendo el camino. Si, desde el principio de la ruta nos encontramos inmersos en un maravilloso y frondosísimo bosque, a partir de este momento nos creemos que estamos en un bosque de cuentos, precioso, con algunas grandes rocas a ambos lados del camino que le dan un aire de aventura. También observaremos las grandes zonas de escalada, por ejemplo a nuestra derecha, El Pájaro, Dos Torres, El Caballo de Ajedrez, etc …, a nuestra izquierda El Cocodrilo … en algún momento, hacia nuestra izquierda sale una senda que no tomamos es la que nos llevaría a Cuatro Caminos

Al terminar el bosque de manera paulatina nos encontramos accediendo por la subida al Collado Ventana, en esta rampa vemos que el camino se bifurca a veces, da igual, son atajos pequeños que se van haciendo por los caminantes, al final cualquiera de ellos nos lleva hasta los 1785 metros de altura del Collado Ventana con unas vistas magníficas, hacia la zona de los Torreones,  hacia La Maliciosa o hacia el valle de La Pedriza desde el que hemos subido, hasta aquí, a buen ritmo, habremos tardado algo más de dos horas y media, fotos sobre todo de las Milaneras, algo de fruta, agua y a seguir..

La bajada la haremos por la parte hacia la derecha de por donde hemos subido al Collado Ventana, hacia el Risco de la Ventana, a partir de aquí es MUY importante olvidarse de los hitos que a veces nos encontramos y continuaremos siempre siguiendo las indicaciones e PR (franjas blanca y amarilla, hasta el punto de que si en algún momento observamos que hemos dejado de verlas durante unos minutos, demos media vuelta y m buscaremos de nuevo las marcas, hay algunos puntos en que nos parece evidente seguir hacia la izquierda y no vemos las franjas, busquémoslas. Desde el inicio de la bajada, con algunos pequeños repechos, veros a nuestra izquierda el embalse de Santillana y Manzanares el Real.

La bajada es tan bonita que, a veces nos hace meternos por tunelitos entre piedras, eso sí siempre con las franjas de PR presentes, pero los paisajes de roca que nos encontramos nos harán una bajada fascinante, en la que en algún momento tenemos que ayudarnos de las manos para bajar hasta el Collado de la Dehesilla a 1453 metros de altura, bajada que nos habrá demorado cerca de una hora y en la que hemos dejado a derecha e izquierda zonas como la Pared de Santillana, o el Mogote de los Suicidas (), la Sala de los Navajuelos, el paso por el Callejón, el Torro, etc… pasamos el último tunelillo por el que nos arrastramos, y comenzamos la empinada bajada hacia el collado de La Dehesilla, la última vez que pasamos por aquí fue cuando hicimos la circular desde Manzanares  el Real, por la Raja.http://afgrun.blogspot.com/2019/02/la-raja-de-la-pedriza.html

Bajada directa por el PR-M2 o Autopista de La Pedriza, que usamos al iniciar la ruta, hacia Canto Cochino, senda a veces angosta, pero muy bonita, bordeamos el Tolmo a 1258 metros, llegamos hasta el Prado Peluca, junto al refugio Giner de Los Ríos, y cruzamos el arroyo de las Majadillas para seguir por su margen derecha ilusionados con tomarnos una fresca cerveza en Canto Cochino y reponer fuerzas con unos buenos huevos fritos, ¡¡¡ pues nooooo ¡!! … está cerrado

Ruta con un desnivel mínimo de 1022 metros en la salida de Canto Cochino al Manzanares y de 1785 metros en el Collado Ventana, con un desnivel acumulado positivo total de 790 metros y una distancia de trece kilómetros.









lunes, 16 de septiembre de 2019

Milán


Una ciudad que no está hecha para el turismo, si para vivir.

Se circula de maravilla, te respetan en los pasos de cebra si hay que pararse, sino no paran y nadie se enfada.

Hay bicis por todos lados sin necesidad de carril específico, que también los hay y hechos para circular con la bici y no para hacer inauguraciones,  y se respetan unos a otros.

Hay patinetes y no hay sensación de problemas. Aceras de asfalto cuestan la mitad que las nuestras y son geniales.

Tranvías del año de la polka que funcionan perfectamente y que dan un toque genial.

Ciudad cara pero con buenos salarios.  Hay camareros/as italianos.  Hay inmigración pero poca e integrada.

Los trenes de cercanías, muy buenos, no baratos, bueno, nada es barato en Milán, pero buenos, cómodos, bien informados, limpios y puntuales, los usé para ir al Lago Como ida y vuelta, mejor opción que cualquier alternativa de excursiones organizadas y sin complicación alguna.

El metro, igual, limpio, automático, en las líneas en que monté no llevan conductor, modernos, frecuentes y puntuales, el billete que usé es el de 90 minutos dos euros.

Los restaurantes muy caros, no tiene que dar vergüenza el pregunta cada precio antes de pedir porqué si no terminas saliendo cabreado en todos los sitios, sobre todo hay que preguntar por las bebidas (una copa de vino rosado, en muchos sitios te traen la copa ya servida en lugar de servírtela delante).

Los hoteles, caros y básicos y, recordad que en Milán hay que pagar el chantaje, huy perdón, el canon turístico, CINCO EUROS POR PERSONA Y NOCHE.

En cualquier caso, se vive genial, la gente se respeta, no hay caras de enfado.

Para ir y venir a/desde Malpensa, están los autobuses Terravisión que se toman (previa reserva por internet) en la misma puerta de salida de cada terminal, una hora larga en ir o en volver a Milán a la Estación Central, siete euros por trayecto, también está el tren Trenord, 13 euros trayecto, pero rápido y te deja en el centro, otras opciones son para osados.

Mis recorridos, pues el día de llegada, poco, dos horas largas de avión, una hora y cuarto de bus hasta el centro de Milán, el traslado desde la Estación Central hasta el hotel, el check-in, abrir las maletas, pues un paseo de relax en metro a conocer San Siro por fuera (otro ejemplo más de practicidad, un fabuloso estadio municipal para LOS equipos de la ciudad, no uno particular de cada uno), un spritz de aperitivo y a cenar, paseíto final de la primera tarde.

El sábado si, desayuno temprano, bajada andando por la Vía Corso Sempione, recorrido del bonito parque Sempione donde está el espectacular Castillo Sforzesco que visité más en detalle por la tarde, Calle Dante, una de las calles más comerciales de Milán y Plaza del Duomo, sacar las entradas para el Duomo, visita interior del Duomo y subida a la terraza por una angosta escalera de 251 escalones en subida y bajada al tiempo, después de otra nueva cola para cambiar la entrada ya que no me habían informado que con la primera no podía subir, en fin … ah y cuando se lo comento al de la escalera, pues no va el tío y me dice que con mi edad podía  pedir preferencia de paso para no esperar colas, pero me caguen … ¿porqué no lo decís?, venga va, vale … termino con la Catedral y, justo al lado no se puede perder la Gallería Vittorio Emanuelle, bueno un sitio donde mirar, y no comprar, la tienda que más me gustó fue la de Ferrari,  justo al lado la Plaza de la Scala con el teatro de la Scala, me encantó, la Vía Mercanti y, a comer …  por la tarde visita más en detalle del Castillo Sforcesco y paseo ya de compras por la zona de Montenapoleone y plaza de San

Babila, también en el centro, en “el cuadrilátero de la moda”, por la noche, para quitarme del centro y sus restaurantes excesivamente turísticos, cena directamente en la zona del Navigli.

Siguiente día muy ajetreado, visita al Cemitero Monumental, no es tan impresionante (en todos los sentidos) como el de La Recoleta en Buenos Airesm (), pero merece la pena, paseo hasta la estación de Trenord a través del Parque Sempione, visita a la Iglesia de Santa Maria delle Grazie, sólo para poder ver la Última  Cena de Leonardo y tren al lago Como, una hora, paseo alrededor del lago, comida en un restaurantito junto a la estación y vuelta a Milán, por la noche, una vez más a cenar a la zona del Navigli, con un ambientazo, ah y en el Navigli, los sábados es día de mercado

El Duomo, bueno, pues bajo mi opinión no he visto jamás una Catedral como esta, impresionante, el exterior (a pesar de que en este año 2019 está en revisión por fuera y no se puede ver bien), el interior impresionante, pero es más el empeño turístico que la empaña, esos grupos organizados que se te cuelan, esos precios, esa falta de información, pedí la entrada, pregunte por precios para tercera edad y me miraron con mala cara, no me informaron, entré y cuando pretendí subir a la terraza me dicen que mi entrada no lo cubre, volví a la taquilla y no me quisieron compensar lo de la otra entrada en el mismo día, muy desagradable, te cobran más si quieres subir en el ascensor en vez de a patita (251 escalones), me imagino que no todo el mundo puede subirlo a pie, bueno, pretenden la superexplotación, la entrada recomendable es la general con subida a pie a la terraza, 10€ en este 2019




sábado, 31 de agosto de 2019

Peña Ubiña por la vía normal


Peña Ubiña, una de las grandes cumbres ¿asturianas, leonesas? de esa zona denominada ¿cómo no?, como los “Alpes Tuizos”, el macizo de Peña Ubiña, que se levanta en la zona astur-leonesa central de la Cordillera Cantábrica, sorprendiendo con más de dos docenas de dosmiles con Peña Ubiña como una montaña sólo aventajada en belleza por el Naranjo de Bulnes y con la sorpresa de no ser la cima más alta del macizo, el Fontán Sur supera en tres metros la altura de Peña Ubiña, Peña Ubiña a la que antiguamente conocían como Peña Ovina y que está incluida en el Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa y que se extiende entre los concejos de Lena Quirós y Revenga y cuya cima ya hice en invernal y por su corredor Norte hace algunos años y que se presenta como una bellísima zona de raquetas en invierno.

Dejamos el coche en Tuiza de Arriba, ya podrían aprender muchos pueblos con cimas visitables aquí hay un fenomenal parking y gratuito, Lena, a 1230 metros de altura, preparamos mochilas y demás y ale …, tardamos desde Tuiza de Arriba hasta el refugio del Meicín, a 1560 metros de altura,  unos 50 minutos, salimos desde el aparcamiento por una rampa hormigonada a la salida del pueblo hasta llegar a las casas más altas, por donde emprenderemos el camino hacia la Vega del Meicín, siguiendo la margen derecha del valle del Meicín.

En unos veinticinco minutos atravesamos la llamada Portillera, termina el pueblo y ya estamos en plena montaña, mucha niebla, incertidumbre para mañana.

Cena y dormir en el refugio del Meicín, magníficamente atendido por Tania y … ¿digo cena?, nos preparó unos espectaculares huevos fritos con patatas y chorizo, maravilla, nos levantamos temprano, desayuno en el refugio y vámonos, … fotos del amanecer en la zona del refugio, día totalmente despejado y salimos en dirección SurOeste a través de las praderas de la Boquera del Meicín para llegar a la Vega del Chago,   seguimos hacia el evidente Collado Terreos a 1930 metros de altura ahora ya en fuerte pendiente, a nuestra izquierda Peña Cerreos de 2111 metros, ya hemos hecho algo más de la mitad del camino desde Tuiza de Arriba, desde el collado se ve la divisoria entre Mieres y Lena y el límite entre Castilla León y Asturias, límite definido con estacas, pero ¿y esto? … ¿cercas divisorias con alambre de espino entre Comunidades Autónomas?, pero ¿estamos locos?, en fin, llevamos algo menos de una hora desde el refugio hasta el collado con una distancia lineal de unos dos kilómetros, deberíamos seguir de frente una vez cruzada la cerca, para subir por la vía normal, pero decidimos bordear pegados a la cerca, la cruzamos, tomamos una senda con hitos en zig-zags que nos lleva al principio de la subida por la pedrera, esta pedrera está bien para bajarla en el típico clavado de tacones y dejarte llevar hasta que las piedras te paran, pero mi rodilla, después de la triada ya no está para esos trotes, así que conocemos la subida, pegados a las piedras laterales, estables, porqué subir por la parte central, por donde se ve camino es el típico pasito para adelante, pasito para atrás, así hasta llegar a la cima, cerca de dos horas y media.

En la cima, a 2417 metros de altura, las vistas espectaculares mires a donde mires, Picos de Europa, la Cordillera Cantábrica, las cercanías con Torrebarrio, Los Fontanes, espectacular … un poco de fruta, agua, fotos, vemos algunas personas que suben desde la vía normal y decidimos bajar por ella, algo más larga pero más cómoda para mi rodilla.

Para ello seguimos la arista como si fuésemos hacia Torrebarrio, enseguida, hacia nuestra izquierda empieza la bajada por su canal Este, siempre señalizada como PR, bajada divertida, fácil pero con cuidadín, hay que echar manos alguna vez, y, al terminar el descenso en el collado de El Ronzón, una senda que sigue hacia La Carba de 2003 metros, más al fondo Peña Ubiña pequeña de 2193 metros y, hacia nuestra izquierda una senda que nos llevará hasta la cerca del Collado Terreos, senda que abandonamos para intentar seguir más rectos a pesar de la pedrera que hay que atravesar, bajada sin pérdida hasta el refugio del Meicín, perfectamente visible, con múltiples sendas y con bajada directa, a trocha en algunos momentos, el día está perfectamente despejado e invita a ello, aunque leo que, con niebla, la Guardia Civil ha tenido que practicar más de un rescate.

Ya en el Refugio del Meicín, a 1560 metros de altitud, cervecita y unos garbanzos con bacalao exquisitos y seguimos la bajada hacia Tuiza de Arriba, el desnivel total acumulado ha sido de 1360 metros tanto en subida como en bajada y con una distancia total de, más o menos, por encima de los doce kilómetros, con una pendiente media algo superior al 20%.





domingo, 25 de agosto de 2019

Peña Citores desde el puente de La Cantina (La Granja)


Aparcamos junto a la fuente de La Canaleja, a 1327 metros de altura, bajando del Puerto de Navacerrada, después de las Siete Curvas y justo después de cruzar por encima del río Eresma, vamos a conocer una más de las múltiples rutas  que atraviesan Valsaín entre La Granja y Cotos.

Subida constante y empinada a ratos, señalizada con círculos amarillos hasta llegar al puerto de Cotos. Salimos del aparcamiento atravesando un estrecho torno giratorio y en menos de diez minutos dejamos a nuestra izquierda la fuente de La Canaleja y en otros cinco minutos largos más, nos incorporamos a una pista forestal, denominada como Vereda de La Canaleja,  maderera que nos lleva ahora, aunque un poco más suave, en subida, hasta llegar a una pasarela sobre el arroyo del Cancho, donde, nada más cruzarla abandonamos la pista forestal y seguimos por la senda, más empinada y estrecha que sale hacia la izquierda y que sigue a través del excepcional pinar, en más o menos tres cuartos de hora, después de recorrer 2,7 kilómetros de subida desde la Fuente de La Cantina, estamos en la Pradera de Vaquerizas y nos incorporamos a una pista maderera, ahora mejor asfaltada que tomamos en subida y hacia nuestra izquierda, y que, en poco más de cinco minutos y poco más de trescientos metros, abandonamos hacia nuestra derecha para tomar el, bien señalizado, Camino Viejo del Paular, ahora señalizado como GR, con buenas vistas hacia Navacerrada hasta que, en poco más de hora y tres cuartos, llegamos al Puerto de Cotos por la parte de la estación de Cercanías, a 1880 metros de altura.

Estamos en el Puerto de Cotos, bordeamos el Chalet del Club Alpino, casi en ruinas, para por detrás de él, acceder al Mirador de Lucio a través de unas escaleras de piedra, una cerca de madera que atravesamos y, siguiendo con señalización de círculos amarillos, seguimos, en ascenso, por la llamada Sendadel Batallón Alpino,, con excepcionales vistas, hasta llegar, en dos horas y media desde la salida, al final del bosque, desde donde ya se ve Peña Citores y las zonas de las ruinas de la Guerra Civil, en poco más de tres horas estamos en el collado que separa Peña Citores y la cima de Hermana Mayor y, enseguida,  en la cima de Peña Citores, a 2180 metros de altura, vistas únicas en círculo, Peñalara, Dos Hermanas, La Cuerda Larga, Navacerrada, Siete Picos Montón de Trigo, la meseta segoviana, en suma, una impresionante vista circular a lo mejor de la Sierra de Guadarrama.

Un tentempie frutero, agua y comenzamos la bajada, pasamos por más zonas de trincheras, al principio la bajada es suave, en algo más de tres horas y media desde la salida llegamos al refugiete del Cancho, lo bordeamos y seguimos la bajada, la senda estrecha, a veces poco pisada, ahora más empinada, pequeños y continuos zig-zags, siempre siguiendo los hitos aunque, al llegar a la zona más baja pasamos la Fuente de Los Ceniceros , de nuevo en la Vereda de La Canaleja, nos parezca que hay que seguir la pista a la que llegamos, justo enfrente siguen los hitos que nos llevan a la Fuente de la Canaleja junto al Puente deLa Cantina.

Actividad circular de poco menos de cinco horas, catorce kilómetros y medio, con un desnivel positivo acumulado de 940 metros siempre a través de pinares, fenomenal.