jueves, 28 de febrero de 2019

Circular, corta, al Valle de la Fuenfría


La denomino como la Circular Corta, porqué hay otra más cañera, que, saliendo desde la estación de Cercanías de Cercedilla nos lleva hasta la Calle Alta y que se termina bajando por la Estación de Camorritos.

Aparcamos en la zona de aparcamiento enfrente de Casa Cirilo, por la parte final del parque sale una senda que, enseguida está señalada con círculos rojos, es el llamado Camino Viejo de Segovia. Cruzamos una puerta peatonal que nos deja en la zona de la carretera de vuelta de las Dehesas que, enseguida nos deja siguiendo la senda por los pinares. Hay un momento en que esta senda se bifurca para subir, convertida en la Vereda Poyal de la Garganta a enlazar con la Calle Alta en el Collado de Marichiva a 1750 metros, nosotros seguimos por la misma senda, ahora algo más estrecha, hasta llegar, en la zona del Puente de Enmedio, a enlazar con la Calzada Romana, o Borbónica, si hubiésemos seguido hasta la Calle Alta, es igual, hubiésemos llegado lasta el Collado de Marichiva por donde también llegaríamos al Puerto de la Fuenfría.

En el Puerto de la Fuenfría, a 1796 metros, lugar cien veces recorrido, a pie o en bici.

Bajamos por la Carretera de la República, construida en 1931, parada obligatoria en el Mirador de la Reina  o del Lanchazo y, un poco más allá, en la fuente de Antón Ruiz, por donde sale la vereda, continuación del Camino Schmidt, que nos llevaría hasta el Collado Ventoso, una de esas acciones que, desde que se ha declarado el Parque Nacional de Guadarrama, obras, sin ton ni son, que desvirtúan la condición de naturaleza que estas organizaciones reivindican, una absurda escalerita para subir hasta esta fuente, con unos arbolitos de adorno, dentro de unos maravillosos pinares que no necesitan, para nada este tipo de absurdos dispendios.

Y, continuando la bajada, la desviación a la Senda de los Alevines que, también llevan al Collado Ventoso, coincidente con la salida de la Vereda de las Encinillas que llevan a la Estación de Camorritos.

A unos pocos metros, la praderita con el Reloj Solar de Cela que existe desde 1995 cuando a Cela se le declaró Caminante de la Sierra de Guadarrama y unas fenomenales vistas de Siete Picos, hasta llegar  a la zona de los Miradores de los Poetas Vicente Aleixandre y Luis Rosales.

Curva hacia nuestra derecha y, en unos diez minutos, hacia nuestra izquierda, también con unas barandillitas muy de la Gran Vía y no de un parque de la naturaleza, la bajada de la vereda de los Encuentros, marcada con círculos rojos.

Abajo casi coincide con las marcas circulares azules de la Vereda o Camino del Agua que une la estación  de cercanías apeadero del pueblo con el Centro de Interpretación del Valle de la Fuenfría evitando la carretera de Las Dehesas, la abandonamos en una pasarela que nos hace seguir por las indicaciones de círculos rojos hasta un poquito más debajo de Casa Cirilo donde dejamos los coches.

Cuatro horas incluyendo paraditas y a un ritmo tranquilo




lunes, 18 de febrero de 2019

Circular de Manzanares el Real al Collado de La Dehesilla


Bueno, nosotros nos hicimos una ruta desde Manzanares el Real, (salimos de los 908 metros de altitud) tomando la carretera hacia Soto del Real, enseguida, a nuestra derecha, el Cuartel de La Guardia Civil, la gasolinera, una especie de helipuerto y vemos la pista forestal que, paralela a la carretera dejándola a nuestra izquierda y teniendo a nuestra derecha el embalse de Santillana.

Pasando la depuradora, entre los kilómetros 21 y 20, después de recorrer, más o menos, tres kilómetros y medio desde Manzanares el Real, se cruza la carretera para tomar el ancho y bien marcado GR-10, pasamos el restaurante el Recuenco, dejándolo a nuestra derecha y, antes de llegar al inconfundible Berrueco (o La Muela).

Seguimos por la pista forestal, siempre tomando la izquierda en los cruces, hasta llegar a un punto en el que parece que la pista se acaba, de frente una verja peatonal, error, hacia la izquierda, siguiendo la pista forestal que nos llevaría a las canteras de donde, en tiempos, salieron muchos de los adoquines y bordillos de Madrid.

Hay un punto en el que la pista forestal hace un completo giro hacia atrás, con el collado de la Dehesilla en el frontal y una senda que nos invita a abandonar la pista forestal, subida suave, pero continua, llega un momento en el que la senda se estrecha, cruzamos el arroyo de Coberteros hacia su margen izquierda, a veces algún hito, a veces alguna señal de GR-10 ya casi borrada, pero siempre el collado de la Dehesilla (1453 metros de altura) en el frente, parece que no vamos a llegar, tres horas y media largas, sin paradas, ahora sí, una pequeña parada, buenas vistas en cualquier dirección, un tentempié, ya estuvimos aquí en muchas ocasiones, recuerdo especialmente cuando hicimos La Integral de La Pedriza pasando por este collado que es la separación entre la Pedriza anterior y la posterior.

¿Por dónde bajamos? ¿Por La Rinconada, Pradera del Yelmo y el collado de la Cueva hacia Manzanares por la Senda Maeso?. No, El Tolmo (1255 metros), Refugio Giner de los Ríos, cruzamos el Arroyo de la Majadilla, PR-M2, dejamos a nuestra derecha la pasarela de subida a Canto Cochino (1027 metros), cruzamos el río Manzanares hacia la izquierda por la pasarela, seguimos a Cancho Losillo, y por la margen izquierda del río Manzanares, el barecillo y el Tranco (960 metros) y ya, en otros dos kilómetros y medio, por las calles hacia el punto de partida, con las vistas al otro lado del río de la Ermita de Peña Sacra.

Seis horas de pateada, 27,5 kilómetros y cerca de 600 metros de desnivel positivo, una buena pateada circular por La Pedriza.




viernes, 8 de febrero de 2019

La Raja de La Pedriza


La Raja, también llamada la Grieta de La Pedriza, una antigua cantera a la que casi se puede llegar en coche, dejándolo aparcado en el llamado parking de La Raja.

Bueno, nosotros nos hicimos una ruta desde Manzanares el Real, (salimos de los 908 metros de altitud) tomando la carretera hacia Soto del Real, enseguida, a nuestra derecha, el Cuartel de La Guardia Civil, la gasolinera, una especie de helipuerto y vemos la pista forestal que, paralela a la carretera dejándola a nuestra izquierda y teniendo a nuestra derecha el embalse de Santillana.

Pasando la depuradora, entre los kilómetros 21 y 20, después de recorrer, más o menos, tres kilómetros y medio desde Manzanares el Real, se cruza la carretera para tomar el ancho y bien marcado GR-10, pasamos el restaurante el Recuenco, dejándolo a nuestra derecha y, antes de llegar al inconfundible Berrueco (o La Muela), giramos a la izquierda por una pista, también señalizada con franjas rojas y blancas, en peor estado que, enseguida nos lleva al llamado parking de La Raja, (estamos a 978 metros de altitud) bueno, un pequeño claro a la izquierda con capacidad para unos pocos coches, seguimos, cruzamos el arroyo de Santillana y a unos pocos pasos, hacia nuestra derecha, sale un estrecho sendero que deja una bonita pradera a nuestra izquierda, seguimos unos pocos minutos el sendero y vemos a nuestra derecha el principio de la hendidura de La Raja, enseguida vemos una zona con unas cuerdas fijas para ayudarse a bajar un par de escalones de ferrata, muy sencillos y sin problemas que nos dejan en la grieta de La Raja.

Espectacular, angosta, con vías de todo tipo y graduación, perfectamente equipadas y que, en verano tienen que ofrecer una actividad de escalada muy refrescante.

Antes de bajar a la grieta seguimos paralelos a ella para conocerla por arriba, vimos unas cuantas reuniones preparadas por fuera ya de la zona de escalada y al llegar al
final de la hendidura buenas vistas hacia las zonas clásicas de La Pedriza.

Nuestra idea era haber vuelto hasta el GR-10 y subir hasta el collado e la Dehesilla para bajar directos a Manzanares, bien, no lo hicimos en esta ocasión y nos volvimos por el mismo camino.

Total cuatro horas de actividad, un desnivel acumulado de trescientos metros aproximadamente y algo más de doce kilómetros de pateo.





jueves, 7 de febrero de 2019

Rovaniemi


Viaje a primeros de diciembre, pensando en la carta para Papá Noel, antes de Nochebuena, pero en la primera semana aún no estaba muy bien de nieve y nos perdimos alguna actividad por esa falta de nieve, mejor a partir del 15.

Vuelo con corta escala en Helsinki, un aeropuerto que para el tránsito que tiene es pequeño y donde es complicado encontrar un sitio donde comer o cenar, todo muy lleno.

Llegada a Rovaniemi, en el aeropuerto ya se respira el ambiente de Papá Noel pensando en los niños.

El complejo de Santa Claus Holiday Village, que es donde vamos a pasar estos días está muy cerca del aeropuerto y a unos 8 kilómetros de Rovaniemi, no es importante, Rovaniemi no tiene nada especial.

En Santa Claus Village no hay problema con los desplazamientos, todo está muy a mano, se puede ir andando, (bueno tirando del trineo con el peque, en cada cabaña te dejan un par de trineos para los peques y no se separan de él), de todas formas para desplazamientos algo más distantes hay autobuses, pero no merecen la pena, caros y, para viajar más de uno merece la pena un taxi.

Las cabañas fenomenales, bien equipadas incluso con sauna individual, pero con el detalle de que la limpieza tendrías que pagarla aparte, bueno un detalle guarro siempre lo hay.

Las actividades, todas muy buenas, muy bien pensadas para los niños, inolvidables para ellos, la primera de ellas en el Santa Park, espectacular, una gruta enorme, todo el día en ella, la oficina de Santa Claus, la fábrica de juguetes, la oficina de Correos de Papá Noel, el espectacular Show Dance, el tren mágico, el hotel de hielo, la escuela de Elfos, etc… todo el día y se te hace corto, fenomenal …
Nos perdimos el Snowman World y sus actividades sobre la nieve, por eso, por no haber muchas nieves, una lástima.

El bosque de los Sueños (Joulukka), espectacular, en autobús a un bosque, por la noche, llegada a la casa de Papá Noel, a través del bosque con los elfos, los niños alucinan.

Motos de nieve para niños y para mayores en un parque cerrado y una tarde a través de bosque.
Paseos en trineos de perros huskies y de renos

Y ya el último día, la gran sorpresa, viene Papá Noel a visitarnos en nuestra cabaña … inolvidable.