Es una clásica para la bici, hace tiempo que quiero hacerla, pero me tira más la montaña, pero era un reto pendiente y algún día había que hacerlo.
Llegamos en el tren de cercanías hasta Cercedilla, nuestro kilómetro CERO de partida, a una altura de 1190 metros, a pesar de estar a finales de julio amanece el día un poco fresquete, mejor. Subimos la primera rampa, aún estamos fríos y es algo durilla con dirección al valle de la Fuenfría, nuestra primera etapa será hacia las Dehesas.
En cinco kilómetros y medio de una pausada subida de asfalto entre praderas y chalets de los bonitos, o sea de los antiguos, llegamos al último aparcamiento de las Dehesas, donde finaliza la carretera, ahora cruzamos una barrera que da paso a una pista, denominada como Carretera de la República con dirección al Puerto de la Fuenfría.
En seguida nos cruzamos con la Calzada Romana que unía las ciudades de la Titulcia romana y Segovia, ganamos altura, a veces con el plato pequeño, sobre todo en las curvas de los zig-zags constantes.
Pasamos los ocho kilómetros y medio y, a una altitud de 1650 metros, llegamos al Mirador Vicente Aleixandre, parada obligatoria, primer tentempie, fotos. Que buenas vistas hacia la ladera sur de Guadarrama.
Inmediatamente una nueva parada nos deja a nuestra izquierda el famoso reloj solar de Cela y a la derecha la desviación hacia la Senda Herreros que recorre la pared sur de Siete Picos, desde la pradera de Navarrulaque.
Poco más allá, ya en la cota de los 1730 metros, el Mirador de la Reina, que nos ofrece unas bonitas vistas sobre el valle de las Dehesas, el que acabamos de subir.
Seguimos subiendo hasta llegar, a los trece kilómetros, al Puerto de la Fuenfría, a 1769 metros de altitud, a nuestra izquierda queda el Cerro Ventoso y, más allá, inconfundible, el Montón de Trigo.
Hemos acabado con la parte más dura de la ruta, ahora comienzan las suaves bajadas dejando a nuestra derecha el valle de Valsaín y sus impresionantes pinares, por donde pasa el río Eresma desde su cercano nacimiento y, a pocos metros, comienza una pista más estrecha, hacia la izquierda y que abandona la pista principal, por ella seguiremos.
En la bajada nos encontraremos la Casa Eraso. En realidad las ruinas de una antigua casa de postas de la guerra civil, las ruinas de Casarás.
El descenso por aquí es ya, un poco técnico, entre piedras, raíces, canalizaciones del deshielo y arroyos que cruzan, así, hasta llegar al kilómetro dieciséis y medio donde, a una altura de 1650 metros, en la fuente de la Fuenfría, llamada también de Matagallegos, la pista de tierra por la que bajamos se une con una carreterita de asfalto, si la tomamos hacia la derecha bajaríamos hacia la Casa de la Pesca, bueno, es otra opción bajar por carretera hasta la Granja y de allí a Segovia, pero no es lo que queremos hacer, así que seguiremos recto. Bajamos una veintena de metros (de desnivel) hasta llegar al pie del pico de la Camorca, lo dejamos a nuestra izquierda y en algo más de setecientos metros por esta carretera llegaremos a un cruce.
Hemos bajado hasta cerca de los 1600 metros y llevamos recorridos algo más de diecisiete kilómetros. La carretera tiene aquí un empinado descenso, a nuestra derecha veremos un camino que es parte de la Calzada Romana, podemos elegir la opción que deseemos, nosotros seguimos hacia la derecha, algo más dura y empinada, a la izquierda contemplaríamos el valle de Río Frío, poco más allá se unen de nuevo las dos opciones.
Llegamos a la Pradera de Peñas Lisas, a los 1500 metros de altitud en el kilómetro 22 desde nuestra salida, donde volvemos a encontrar la Calzada Romana que se pierde hacia nuestra izquierda en un pinar. Seguimos hasta el llano del Berrueco, veremos el comedero de buitres, la catedral de Segovia aparece por vez primera ante nosotros, sigue la marcación con flechas amarillas, la correspondiente al camino de Santiago.
Algo menos de 1400 metros de altura y un kilómetro más y damos con un cruce con la carretera de Valsaín, continuamos poco menos de un kilómetro hacia la derecha buscando de nuevo la Calzada Romana y, antes de llegar a la Cruz de la Gallega con una valla limitando el ganado a nuestra izquierda, seguimos viendo flechas amarillas.
Aquí el sendero es algo más técnico, hay que echar pie a tierra en alguna ocasión.
Se acaba el pinar y comienzan las encinas y las praderas, estamos en un antiguo terreno de maniobras militares, a nuestra izquierda veremos el viejo Caserío de Santillana.
Así hasta llegar a los 1050 metros de altura, llevamos veintisiete kilómetros, donde estamos en el Campamento de Robledo con la antigua Cruz de El Robledo, en el otro lado de la carretera está un amplio y concurrido camino, es el nuevo trazado de la Calzada Romana, ya más ciudadano, por él, después de algunos cambios de rasante vemos de nuevo la Catedral de Segovia.
En el kilómetro 32, habiendo bajado hasta los 1000 metros entramos a Segovia junto a un viejo campamento militar, enseguida vemos una rotonda con una escultura de un pastor y su perro. Dejamos atrás la estación de tren para hacernos unas fotos junto al Acueducto, nos internamos en la ciudad, un refrigerio y vuelta a la estación a tomar el tren. Que mal, cerca de tres horas de espera, vaaa yaaaa ...
Y los datos estadísticos:
Tiempo neto en bici: 3.09:54
Distancia recorrida: 38,25 Kms
Velocidad media: 12,09 Kms
Velocidad máxima: 56,04 Km/H
Desnivel positivo total: 650 metros, negativo: 859
Las fotos de la actividad ...
Gran ruta y mejor compañía.
ResponderEliminarFer, tienes toda la razón, la ruta fantástica y el compañero, inmejorable.
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