Un fin de semana por Cuenca (esa arábiga Kunka, antes cubierta por el mar de Tetis), buen
plan, mes de diciembre, frío, despejado, me “encantó”, ciudad en un enclave
montañoso, a una altitud de 946 metros, con una clara procedencia árabe, un día
entero por sus empinadas y empedradas calles, visitando sus ruinas medievales
y, como no, sus famosas casas colgantes.
La catedral con algunas
reminiscencias normandas, la Plaza Mayor, la Iglesia de San Miguel, cruzar por
el vetusto puente de San Pablo.
Recomendable la vista de la
ciudad y las hoces del río Huécar desde el Cerro del Socorro, una bonita subida
a pie que merece la pena, es el GR-66, o bien hacer la senda periférica SLCU10
que da un circulo de cuatro kilómetros, más o menos, alrededor del casco
histórico, sube en primer lugar el cañón del Huecar desde al Auditorio hasta
llegar al puente de hierro de San Pablo que va desde el convento de los
Dominicos, ahora parador.
Al día siguiente carretera a la Ciudad Encantada, a cerca de 40 kms. de Cuenca, por el camino unas fotos desde el Ventano del Diablo en plena carretera, visita a la Ciudad Encantada, una entrada “al campo” por la que me cobran cinco euros, a ver, no es caro, pero eso es campoooo … bueno las pago, me dicen que ir acompañado por un guía cuesta un euro más, no es problema, pero hay que esperar a hacer grupo y prefiero ir a mi ritmo, merece la pena la actividad, desde aquí hay una indicación de poder subir al mirador de Uña, pero es una hora entre ida y vuelta y no sé qué tal andaré de tiempo, no lo hago.
Carretera hacia el nacimiento del
río Cuervo, cincuenta y pocos kilómetros, no cuarenta como se anuncian, voy
despacio en las zonas de umbría por las placas de hielo.
Me paro en Uña a hacer unas fotos
de su famosa laguna, volveré a hacer varias rutas de senderismo que se anuncian
por estas zona, con muy buena pinta.
Paso por Tragacete y, a su
salida, hay una carreterita que, en dos kilómetros, me llevaría a las cascadas
del nacimiento del Jucar, hoy está cortada por placas de hielo y andando me
llevaría más tiempo del que dispongo, otra vez lo haré.
Llego al Nacimiento del río
Cuervo, veo las cascadas, no se puede subir a los manantiales por las placas de
hielo y porqué la zona por donde se puede subir están en obras por una
escalinata de madera que están construyendo, “urbanizando el campo”, hay placas
de hielo y no llevo buen calzado, me conformo con ver las cascadas.
Me paro a comer en uno de los
restaurantes que hay en el parking del Nacimiento del Río Cuervo, es la hora y
no es una decisión muy acertada, hay mejores restaurantes en Uña, pero bueno
había que elegir y ya es tarde y además pensaba volver a Madrid por
Guadalajara, me aconsejan lo contrario, que es mejor volver por Cuenca ya que
por Guadalajara la carretera es bastante peor.
Buen fin de semana.
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