San Martín de la Vega cuenta, sin duda, con uno de los
mejores y más completo carril-bici de nuestra comunidad.
Y a por él que fuimos, desde el lago de la Casa de Campo,
bajamos hasta el Puente del Rey y allí comenzamos el descenso por la nueva y
flamante Ribera del Manzanares, varias veces he pasado ya por ella y cada día
me parece mejor, es un obrón, sin duda, pero ha merecido la pena, las viviendas
de su entorno han ganado en revalorización, en calidad de vida y se nota, por
todo el recorrido gente paseando, en bici, patinando.
Hace poco terminaba en el estadio Manzanares, ahora sigue
con ese fenomenal puente tubular, pasa el antiguo Matadero y pasando una
estrecha zona que aún no está terminada llega hasta la zona del Barrio de San
Fermín, y aquí descubrimos la antigua pista que bordea el río Manzanares hasta
Villaverde, dejando a nuestra derecha el Tanatorio de la M40, la Caja Mágica y
pasando por debajo de algunos puentes de las salidas de Madrid, deja a un lado
y a otro pequeñas fincas de ganado o agrarias hasta llegar cerca de una central
eléctrica donde se acaba por obras, antes hemos cruzado desde la margen derecha
del río a la izquierda, hacemos unos pocos vericuetos, no hay perdida por la
gran cantidad de huellas de ruedas de bici y volvemos a cruzar el río por en
estrecho puente metálico, enseguida una carreterita que sube frente a nosotros
y comienza el carril bici, muy bien cuidado, con un sólo cruce en una glorieta,
pero bien señalizado.
La pista es muy rompepiernas, subiditas bajaditas para las que hay que estar en
forma, dejamos a nuestra derecha el Cerro de los Angeles, giramos a la
izquierda por una parte de carril bici asfaltada, aún sin señalizar bien, pero
muy cómoda, llegamos a otra glorieta y, de nuevo el carril-bici bien
señalizado, pasamos la desviación a Perales del Río, la depuradora Sur, un
campo de tiro a nuestra derecha, pasamos por encima del Arroyo Culebro y
comienza la subida, suave pero constante hacia la Marañosa, después una bajada
de seis kilómetros hacia San Martín de la Vega, bajada que, luego, a la vuelta,
hay que subir.
35 kilómetros largos de ida que hay que deshacer a la
vuelta, vuelta que pica más al ser, constantemente en subida, muy suaves por la
Ribera del Manzanares, pero subida al fin y al cabo y ya llevas buenos
kilómetros en las piernas.
Las cervecitas finales en la Casa de Campo no tienen
desperdicio.
Algunos números:
Distancia en ida 34,81 Kms. y claro, lo mismo en la vuelta
Subida acumulada entre ida y vuelta: 318 metros
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