Una fácil, dura y preciosa
montaña en el corazón de la sierra granadina, en el centro del cordal que une
los dos picos más emblemáticos de la misma, entre el Veleta y el Mulhacen,
fácil por lo suave de la última rampa, dura por la longitud de la ascensión
(aunque una vez que lo conoces ves alguno recortes que lo suavizan) y preciosa
por el maravilloso paisaje que te acompaña una vez que abandonas los restos de
guerra que dejan las pistas de esquí.
Dormí en Sierra Nevada, lo más
parecido a una ciudad fantasma en esta época, sólo encontré un hotel abierto y
en algunas calles y plazas no había ni luz nocturna, me desperté prontito, buen
desayuno y subida en el coche hasta el aparcamiento de la Hoya de la Mora, a
2520 metros de altura, junto al Albergue Juvenil de Sierra Nevada y la
residencia del Albergue Militar.
En la misma zona del aparcamiento
ya hay una barrera que limita el acceso de vehículos y tomamos una senda,
marcada por el constante pisar de los que suben y bajan con dirección al
monumento, visible desde el aparcamiento, de la Virgen de las Nieves, a 2590
metros de altura donde no se tardan quince minutos en llegar y eso que a mí me
gusta empezar despacito, no hay perdida, la senda sube recortando los zig-zag
que deja la carretera de servicio de la pista, que llega hasta cerca de la cima
del Veleta.
En otros quince minutos, a 2650
metros de altura llegamos al llamado cruce de Borreguiles, donde la carretera
se dirige hacia la zona de las pistas de esquí, denominada de Borreguiles, hay
unas sendas, tanto antes como después de otra nueva barrera de paso de
vehículos que normalmente está levantada, ya que abajo está siempre cerrada.
Todas estas sendas se unen en una en dirección evidente hacia la cima del
Veleta y siempre cruzando las zetas que hace la carretera que sigue hacia cerca
de la cima del Veleta.
Llegamos al Balcón del Veleta, en
cerca de dos horas, a 3120 metros de altura, nada más pasar un pequeño núcleo
rocoso junto al borde del circo glaciar del Veleta o el Corral del Veleta,
desde donde, en sus verticales paredes rocosas, nacen varios preciosos
corredores hacia el propio Veleta, hacia el pico Zacatín, hacia el pico
Campanillas, o al propio Cerro de los Machos, así continuamos hasta que en unos
quince minutos más, a 3200 metros de altura, hay una bifurcación de pistas, una
hacia la izquierda que es la que se debe seguir para llegar hasta el Veleta y
otra, a la derecha que nos lleva hacia el Collado de la Carihuela, a 3230
metros de altura, en un tiempo de dos horas y cuarenta minutos en donde, a
nuestra izquierda, un par de metros más arriba se encuentra el refugio vivac de
la Carihuela, aquí en días despejados es aconsejable subir hasta el refugio y
contemplar el paisaje.
Bajamos por las zetas que hace
ahora la pista, pasando cerca aunque no visible por la nieve de la Laguna de
las Aguas Verdes, hemos bajado cerca de unos doscientos metros, a la vuelta,
coincidimos con algunos que conocían bien la zona y evitamos el perder estos
doscientos metros de desnivel usando un pequeño atajo con alguna pequeña
trepadita, pero hay que conocerlo, hay otro paso también, el llamado paso de
los guías que evita esa bajada, pero muy aéreo y con cadenas que hoy, por la
nieve, estaban ocultas. En veinte minutos, más o menos, abandonamos hacia
nuestra izquierda la pista forestal después de una amplia curva delante de la
loma y empezamos la subida hacia el Cerro de los Machos a veces más suave y a
veces más empinada, pero siempre sin dificultad técnica alguna hasta llegar a
un rellano y, bueno un pequeño error , tiro hacia el pico que veo algo a mi
izquierda, resulta que es el Pico Campanillas, un precioso y muy aéreo picacho
entre el Zacatín a la izquierda (más a su izquierda el Veleta) y el de la
derecha que es verdaderamente el Cerro de los Machos, ya me extrañaba, esto no
es un cerro, es un picacho, pero ha merecido la pena, buenas vistas.
Bajada del picacho y tirada por
una suave loma hasta llegar al verdadero Cerro de los Machos, en total,
contando el error del pico de las Campanillas, unas tres horas y media largas.
Sus vistas espectaculares, sobre todo del cordal que une Veleta,
Mulhacén y Alcazaba y del valle del Veleta que queda a nuestros pies.
Bajada por el mismo camino, salvo
el recorte ya indicado hasta el Collado de la Carihuela.
Al llegar a la Hoya de la Mora,
exhausto por el tremendo calor, cambio de ropa y un par de cervecitas
fresquitas en los chiringuitos que hay en la zona y que en fin de semana continúan
abiertos y vuelta a Madrid.
En la maravillosa sierra granadina tuvimos la suerte de conocerte.
ResponderEliminarEspero que sigas con tus fantásticas aventuras por España y por el mundo.Como he dicho en el anterior comentario,eres una auténtica máquina.
Un saludo Ángel.
Pilar.