El trekking por Yunnan comienza
en Lijiang, me levanto a las 6:45, cafetito y paseo por Shuhe, a las 9 nos
recogen en un 4x4, una hora de aproximación y empezamos a andar, hoy por primer
día, haremos 14,75 Kms, en poco más de 4
horas, salimos desde 2400 metros de altura en el pueblecito de LaShiHai que da
nombre a un bonito lago junto a él, donde nos esperan los porteadores,
comenzamos a andar para alcanzar los 3365 y bajar otros 300 hasta el campamento
donde dormiremos, junto a la villa de Yangyuchang, llueve, poco pero constante,
el paisaje es una preciosidad, la subida es suave pero constante, instalamos
las tiendas y bajamos a la casa del guía a por comida y leña seca, mientras nos
preparan la cena un paseíto por las cercanías nos permiten ver monos cerca, la
cena junto a la hoguera es fenomenal a pesar del frío y la humedad, por la
noche preocupación por los monos y nuestras comidas.
Nos despertamos pronto el segundo
día, desayuno, apagamos las hogueras, se cargan los petates en las mulas y a
empezar. Desandamos la bajada del día anterior para volver al collado y girar
hacia nuestra izquierda, el bosque en que nos metemos, subiendo hasta los 3705
metros, es increíble frondoso, con la niebla fantasmagórico, una preciosidad,
son 12 kms. unas 5 horas de caminata hasta bajar a la villa de Wenhai lake a
3100 metros, para dormir en una preciosa guest house a 3100 metros, las nubes
no nos dejan ver las Jade Dragón mountains, es igual, el paisaje, por donde
paseamos, a ras del lago después de un buen lunch, es una maravilla.
La vida en las ciudades de campo, como esta en China, es
como muy cerrada, las casas no tienen ni una ventana hacia el exterior, toda la
vida es hacia su patio interior, no vemos ningún sitio donde se vean entre
ellos, si cabe, en la sede del partido que hay en cada ciudad, los noto como
muy encerrados entre sí.
Para el tercer día, algo más
largo que los anteriores, 17 kilómetros y cerca de seis horas, después del
desayuno, salimos atravesando el pueblo, tarde, el guía local que nos
acompañaría no ha aparecido, los muleros han llegado tarde, algo pasa, algún
problema hay, seguimos bajo la lluvia, el objetivo es ir a Qianmu Pasture
atravesando un paso a 4000 metros, hasta que los muleros se niegan a subir al
paso en alto, me da la impresión de que piden más dinero, discuten con nuestro
guía, resultado, cambio de muleros y cambio de planes, discusiones, y al final
adelantamos un día el llegar a la garganta del YangTsé, llegaremos hoy, y los
últimos días conoceremos la zona de las Haba Mountains, creo que ganamos en el
cambio, llega el nuevo mulero, cargamos los petates y abajo, hasta una pequeña
villa llamada Xueha, allí esperamos a una furgoneta taxi, que n os lleva hasta
Qiaotou, donde comenzamos a andar, ya por una senda que circula paralela a la
margen izquierda del Yangtsé, encajonada entre montañas, espectacular, el río a
unos 2000 metros, nosotros como a unos 500 metros más arriba y las montañas que
forman el cañón del YangTsé de cerca de 5000 metros, que lástima que las nubes
bajas que no nos dejan ver las cimas, barro y más barro hasta llegar a la
espectacular Naxi guest house donde pasaremos la noche.
El objetivo del cuarto día, 13
kilómetros en cuatro horas y cuarto (los tiempos son de caminata real, sin tener
en cuenta paradas para fotos, comidas, etc.) es llegar al refugio Halfway (como
su nombre indica el de la mitad de camino), se prevé de unas cinco horas y lo
hacemos en dos horas y cuarto escasas, todo el camino transcurre viendo el río
a nuestra derecha, por unos bosques de tipo mediterráneo, increíble, a cerca de
3000 metros de altura ¡qué pasada!, decidimos continuar por la senda, abajo y
arriba de la senda pequeños pueblecitos, mucha lluvia hoy, un lunch en el camino en una guest house y, vaya, en una
pared, la típica banderita independista de una de las comunidades de España con
sus típicos mensajitos insultantes ¡que ridículos somos!, vale seguimos y un
templo budista (Guanyin temple) en el camino, fotos y adelante hasta llegar al pueblecito de Hetao
Yuan, junto al puente de Shen Chuan sobre un espectacular afluente del YangTsé,
donde pasaremos la noche, ducha, cena y descanso
El quinto día comenzó volviendo
al puente de Shen Chuan, desde donde, temprano, comenzamos la espectacular
bajada de 350 metros de desnivel hasta el río, cada paso es un espectáculo que
necesita una nueva foto, cortados entre las rocas, el ruido cada vez más brutal
del agua, barro por el que escurrirnos de vez en cuando, piedras mojadas con
las que hay que tener el mismo cuidado por una bajada muy, muy vertical.
Quizá lo más espectacular de todo
el viaje, las fotos lo dicen todo, impresionante, la subida es vertical,
escaleras, piedras ¡que sudada!, imágenes que se quedan en nuestra retina para
los restos, aunque sólo sea por esto ha merecido la pena el viaje.
Un camión y, hacia Haba, en la
carretera todo son sustos, desplomes de piedra constantes y, hasta una vaca que
nos golpea, todo ello teniendo a nuestra derecha un buen precipicio, el viaje
dura sólo media hora de infarto y nos deja a 1915 metros de altura, nos quedan
7 kilómetros de caminata, algo más de tres hora y media, sin contar, como
siempre, las paradas de cualquier índole.
La subida por un bosque
¡totalmente mediterráneo! hasta los 3000 metros de altura, y bajamos hasta los
2700, a la Haba Village, no hemos comido, no hemos encontrado agua
verdaderamente potable, la sudada ha sido de órdago, ducha, un té y a esperar a
la cena.
Para el sexto día, como ya es
costumbre el nuevo guía local llega tarde, la idea es subir hasta un refugio
que hay a 4100 metros, serán 1580 metros de desnivel acumulado, por unos
bosques, como siempre, fastuosos, con nubes, lluvia, niebla, barro, muchísimo
barro que endurece mucho más la subida, además Luis no está muy en forma y se
nos va quedando atrás constantemente, hay que esperarle, a 3450 metros nos
paramos a tomar un lunch en una especie de caseta atendida por una mujer
musulmana, son cerca de cinco horas de subida neta lo que nos lleva llegar al
refugio y ¡tremenda decepción!, mi idea era, ya que no traje equipo de nieve,
alquilar unos crampones y un piolet y hacer mañana la subida al Haba, mis
compañeros no están por la labor, pero harían otras actividades. Imposible, no
hay nadie más, no tienen nada de nada, nos dicen que sólo tienen patatas para
cenar y desayunar y nada para beber, cuando veo la cocina ya no quiero ni las
patatas, el ¿refugio? es la mayor pocilga que he visto en mi vida. ¡¡¡VAMONOS
DE AQUÍ!!! decidimos bajar haciendo una circular por una zona de lagos pero
Luis no lo aguanta y, sin senderos ni nada, llegaríamos abajo más allá de las
doce de la noche, nos bajamos y vale, la subida genial, la bajada, aún siendo
por el mismo camino sigue siendo espectacular, pero el refugio una tremenda
decepción, cena y a dormir.
El séptimo día se basa en un
cambio de planes, ni yo subiré a los 5396 metros del Haba, ni mis compañeros verán los Siete
Lagos, Luis y Javier están muy cansados de ayer, Félix y yo tiramos arriba con
el guía a conocer otra zona, una bellísima cascada Heihu Pubu, a 3525 metros de
altura y, como siempre, por unos bosques magníficos.
Bajamos, taxi hasta ShangriLa, se acabo el cambiante,
sorprendente y fenomenal trekking, a pesar de las incidencias me ha encantado.
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