domingo, 31 de marzo de 2019

Uña, El Escalerón y La Raya


Una actividad divertida, no difícil, no es larga, pero por un fenomenal paraje y con unas geniales vistas.

La Laguna de Uña, en pleno Parque Natural de La Serranía de Cuenca, perfectamente visible desde un balcón natural, cerca de la entrada a La Ciudad Encantada  y que tenía ganas de recorrer desde que la vi desde allí, históricamente una pequeña laguna, cerca de tres hectáreas  con el agua del arroyo del Rincón, pero que fue ampliada cuando se amplió con las aguas del Canal de La Toba para ampliar el caudal del desfiladero del Júcar y abastecer el salto hidroeléctrico de Villalba de la Sierra.

Un espectacular recorrido circular denominado como PR-CU-37 conocido como “Sendero del Escalerón y La Raya”, no es largo, se hace entre dos horas y media y tres, puede ampliarse si seguimos hasta la zona de las Catedrales por el Canal de La Toba, pero eso, otro día.

Hoy no tengo intención de pernoctar fuera de casa, he salido temprano de Madrid, en algún momento preocupado, no hay ninguna gasolinera en la autovía desde la A4 hasta Cuenca por la autovía, hay alguna, típico, si te sales y te vas hacia algún pueblo cercano o si cambias a contradirección, he llegado a Cuenca y he girado hacia Uña, pensando que en algún pueblo habría alguna, sólo una y cerrada, he llegado a Uña y he vuelto jugándome el quedarme parado en la carretera.

La ruta comienza en Uña, primeramente por la población, dejando la laguna a mi izquierda, al principio cerca de la misma, donde hay un primer mirador desde el que se puede admirar la abundante fauna acuática de la laguna, no hay que olvidar que la laguna es una importante zona de paso y nidificación de aves. La ruta sigue discurriendo por una estrecha pista-carretera y que, en pocos minutos, cerca de la zona de la Escuela Regional de Pesca, a mi derecha nace un sendero, bien señalizado, evidente, y que, desde el principio está en ascenso, esta zona se llama El Escalerón, el nombre es el adecuado, trescientos ochenta y cinco metros de desnivel, es una subida empinada pero no difícil, entre la umbría de un precioso pinar, la zona final en zetas y con bonitas formas de las rocas y preciosas vistas, foto tras foto, hasta llegar a una zona con un balcón natural hacia Uña.

A partir de esta zona, la ruya sigue por una pista bastante precaria pero siempre bien señalizada, hasta llegar al Mirador del Refrentón, con unas fenomenales vistas hacia Uña y su laguna, sigo por la pista que atraviesa el pinar y que retorna hacia la zona de vistas a la laguna, miradores naturales con los que hay que tener precaución, hay miradores sin protección alguna.

Llevo más de hora y media y, hacia mi izquierda la señal y las buenas indicaciones de bajada hacia La Raya, es un antiguo camino caballerizo, estrecho y encajonado, una bajada de gran belleza, de repente el camino se convierte en un espectacular balcón sobre la laguna de Uña, estrecho, corto y totalmente prohibitivo para personas con vértigo, me recuerda a alguna de las fajas del Valle de Ordesa, en el Pirineo.

A partir de aquí la bajada continúa por una senda serpenteante y estrecha que nos lleva hasta la base de la presa en el pueblo de Uña.

Buena hora, un asadito y vuela a casa, Uña tiene buenos restaurantes y hoteles.



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