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domingo, 21 de julio de 2019

Ruta de los embalses de Madrid


Ruta que recorre la zona de los embalses de Madrid, desde el de Puentes Viejas y pasando por  El Villar, por El Atazar y por el que pudo ser y no fue del Pontón de la Oliva. Desde Buitrago del Lozoya hasta Patones. Esto me hace admirar, más si cabe, estas fastuosas obras, no olvidemos que antes de que se hicieran Madrid dependía de cerca de un millar de aguadores y que cada madrileño usábamos alrededor de 10 litros de agua, ahora cada madrileño pasa del centenar de litros.

En esta ocasión con el coche y parando en cada uno de los puntos importantes de un recorrido de cerca de cincuenta kilómetros, y he conocido la interesante ruta circular del Genaro, de algo menos de setenta kilómetros que pueden hacerse tanto a pie como en bicicleta, una actividad de futuro.

Empecé en Buitrago de Lozoya con su muralla medieval de más de 800 metros de longitud, junto al río Lozoya, un fenomenal paseo, me quedó pendiente visitar el museo Picasso, la iglesia de Santa María del Castillo con sus iconos y, desde luego, un paraíso del asador.

Paso por el magnífico Pinar de las Gariñas en dirección a Manjirón, donde se ha rodado alguna parte del  Señor de Los Anillos, desde donde continuo hacia Cervera de Buitrago con su magnífico Club Náutico, al llegar te puedes imaginar que estás llegando a alguna cala mediterránea.

El Berrueco es, quizá, el más importante de los pueblos de la ruta, en los bordes del embalse del Atazar, merece la pena la parada y visitar la ciudad, con la Iglesia de Santo Tomás, La Atalaya, el Crucero de la Iglesia, La Cantería, con buenas rutas de senderismo en sus alrededores.

Sigo a través de buenas carreteras hacia el embalse de El Atazar, cruco por encima de la presa y, en otros tres kilómetros llego a El Atazar, el paraíso del motero, pero también merece la pena poderse dar unos paseos, sobre todo hacia la Dehesa Boyal.

Vuelvo a cruzar la presa de El Atazar y, según subo la empinada carretera, hacia mi izquierda la carretera hacia Patones de Arriba y de Abajo, llegando a la presa del Pontón de la Oliva, nunca pudo llenarse porqué después de terminada el terreno calizo dejaba escaparse el agua, hoy en día paraíso de la escalada, donde se mezclan los seguros de escalada con las terroríficas argollas donde se encadenaba a los cerca de 2000 presos que la construyeron.

El paseo por Patones de Arriba merece la pena, pero en fin de semana más vale dejar el coche en Patones de Abajo para evitar la masificación de vehículos en las cercanías de Patones de Arriba.
Comida en Patones de Abajo y vuelta a casa.




sábado, 9 de diciembre de 2017

Vía Verde Litoral en Huelva

Por la Vía Verde del litoral onubense.

Ya había leído acerca de ella, algo de lo que esperaba más, que me gustó al principio (desde la zona de Ayamonte) y que me decepcionó al llegar a la mitad de la misma, en La Redondela, una vía paralela a la costa entre Ayamonte y Huelva, por donde circulaba el tren pescadero, hasta 1987.

En Isla Cristina, me subí a un barquito que atraviesa la bahía para llegar al barrio ayamontino de Punta del Moral, en realidad te deja en la margen de Isla Canela, zona muy bonita, muy llena en verano, ciudad fantasma en invierno, lo típico de todas estas megaurbanizaciones costeras, aún así, comencé mi andadura (pedaleadura) hacia Punta del Moral, me gusta más que Isla Canela, a pesar de ser ya, únicamente una zona de restaurantes de verano y, desde allí, siguiendo un fenomenal carril bici llegué pedaleando hasta Ayamonte, siempre por carril bici.

Desde Ayamonte, no se entra en la ciudad, al llegar a la estación de autobuses se abandona la única pequeña zona de carretera por la que circulo y, hacia la derecha, comienza una buena pista, llana y recta que atraviesa una maravilla que es el Paraje Natural de las Marismas de Isla Cristina, aunque sólo sea por este tramo, la actividad ya merece la pena, no intento hacer tiempos ni mucho menos, a cada momento me paro a contemplar y hacer fotos, además el día me acompaña, una maravilla.

Llego a la Laguna del Prado.

Cruzo la carretera que lleva a Isla Cristina y sigo por la "pista forestal", por aquí ya peor cuidada y poco indicada en algunos cruces o desvíos, menos mal que acierto en todos.

Llego a un cruce que me llevaría a Huerta Noble, un antiguo complejo agro-industrial del siglo XVIII, con un columbario que merece la pena conocer, según dicen el mayor de toda Europa.

Llego a La Redondela, a su apeadero que actualmente es un buen centro deportivo, mi intención es seguir, al menos hasta Lepe, pero las gentes a las que pregunto me desaniman por completo por el abandono de la vía.

Cambio el plan y me bajo hasta Isla Antilla que, al igual que Isla Canela es una ciudad superpoblada en verano y ciudad fantasmal en invierno, llego a la playa y después de un descansito, las playas en esta zona son maravillosas, sin duda para mi, de lo mejor de España, vuelvo a la carretera y pedaleando hasta entrar en Isla Cristina, una ciudad con mucha vida y con fenomenales carriles bici.

Una bonita mañana de pedaleo a pesar de la decepción de no poder pasar de La Redondela.


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martes, 13 de mayo de 2014

El Camino de Santiago en bicicleta

Por fin, después de varios momentos en que pensaba en hacer el Camino de Santiago, tanto a pie como en bici, decidimos hacerlo en bici, nos organizamos para salir un domingo en tren  media distancia de Madrid a León, donde admiten bicicletas, aunque un número limitado, por lo que tuvimos que obtener el billete con tiempo, para la vuelta organizamos la facturación de lasbicicletas desde Santiago a través de Bicigrino y así volvernos en tren tranquilamente, es conveniente ver la web, donde encontraremosm todo tipo de descripciones, lista de albergues, talleres, etc.

Preparé la bici, revisión, compra de alforjas y un transportín y, por supuesto un estudio a fondo de los materiales a llevar, lo mínimo posible, y repartiéndonos herramientas, botiquín, etc. para no duplicar nada.

Bien, el domingo salimos en tren a mediodía, perfectos los colgantes donde enganchar las bicis en el tren, llegamos a León puntuales, un recorrido por el centro, Catedral, Barrio Húmedo, etc... en la bici, buscamos el albergue Ademar San Francisco de Asís, correcto, no había mucha gente, así que nos dieron una habitación para nosotros dos y nos fuimos a cenar a un sitio que nos recomendaron, El Abanico en pleno Barrio Húmedo, cene un fuerte bacalao al ajo arriero y lo pené toda la noche.

Las etapas, la primera nos llevará desde León hasta Santa Catalina de Somoza  diez kilómetros más allá del objetivo inicial que era Astorga, nos levantamos a las siete de la mañana, desayuno en una cafetería justo enfrente del albergue, paseíllo con la bici por San Isidoro, San Marcos y cruzamos el puente de San Marcos sobre el río Bernesga, justo a la izquierda del Hostal según lo vemos de frente, ya desde aquí muy buenas indicaciones del Camino de Santiago, llegamos a Virgen del Camino, pronto, muy pronto, tanto que no pudimos entrar.

En esta primera etapa, el camino discurre siempre pegado a la carretera nacional, así hasta llegar a Hospital de Orbigo, parada típica en un fenomenal sitio, no tiene perdida, se para todo el mundo allí, en pleno centro de la ciudad, refresco y a seguir, cruzamos el puente de piedras sobre el Orbigo.

Justo a la salida de Hospital de Orbigo, dos opciones bien indicadas, a la izquierda el camino transcurre pegado a la carretera, a la derecha hacia Villares de Orbigo, quizá sea mejor la opción de la izquierda para ir con la bicicleta, la que elegimos, posiblemente sea mejor para caminantes, una pedrera continua, con subidas y bajadas y con un error nuestro al equivocarnos, bueno media hora de ida y vuelta nos costó el despiste y una parada al encontrarnos con alguien que regala fruta a los peregrinos, así nos lo indicó, pero en realidad vive de la voluntad que se le deja. En fin, ambas opciones se juntan en el Crucero de San Toribio, abajo Astorga, nuestro objetivo de hoy, nos paramos a comer algo y decidimos seguir, aún no llueve, pero se anuncia lluvias por las tardes, lo que nos quitemos hoy no lo pedaleamos mañana , y la etapa, salvo la desviación por Villares e Orbigo, ha sido bastante plana, llegamos hasta Santa Catalina de Somoza a 975 metros de altura, desde Astorga por buenas pistas forestales, nos hemos quitado 170 metros de desnivel, aunque suave, pero nos los hemos quitado para mañana, nos paramos en el albergue El Caminante, muy bien, buena cena, buen albergue, las bicis bien guardadas, estiramientos y ducha.

Segunda etapa desde Santa Catalina de Somoza, hasta Villafranca del Bierzo, mientras que la etapa de ayer fue bastante llana, la de hoy ya es más dura por la subida a la Cruz del Ferro, desayunamos pronto, hoy hace frío por la mañana, cafetito en el primer pueblo, El Ganso, estamos ascendiendo desde el primer pedaleo, llegamos a Rabanal del Camino, típico pueblo de parada de peregrinos, desde aquí nos quedan 8,5 kilómetros de ascensión hasta la Cruz de Ferro, la hacemos por la carretera, la pista que va al lado de ella es una pedrera constante hasta llegar a Foncebadón, donde empiezan las rampas más duras, o sea plato pequeño piñón grande, al llegar a la Cruz es costumbre depositar una piedra y pedir un deseo, no conocíamos la costumbre, estamos a 1530 metros de altura, en el paso de la Maragatería a El Bierzo, comienza una bajada y creemos que ya se ha terminado lo duro de hoy, no, inmediatamente otro repecho de otros cien metros hasta Manjarín, bajada y fenomenal bocadillo en el Acebo, continuamos la bajada  hasta Molinaseca con su puente romano y sus típicas calles y desde allí ,llaneamos 8 kilómetros hasta Ponferrada y su castillo templario, la salida de Ponferrada es caótica, larga, fea, por una carretera con mucha circulación, hasta llegar a Cacabelos, que cruzamos por su calle principal, seguimos por carretera , una buena subida hasta Pieros, dos kilómetros más y nos salimos de la carretera para tomar un camino rompepiernas, constantes subidas y bajas hasta llegar a Villafranca del Bierzo, etapa dura, Villafranca una maravilla que visitar, dormimos en el albergue de la Piedra, buena cena en una terraza de la plaza Mayor a cubierto de la lluvia y a dormir.

La tercera etapa nos comenzó bajo la lluvia, desde Villafranca del Bierzo, en plena zona del Bierzo,  a 500 metros de altura, hasta Samos a 700 metros, la primera  parte, hasta Herrerías, se hace por la antigua carretera Nacional, eso sí, se ha hecho una separación muy segura entre la antigua carretera, con muy poca circulación, y la zona de peregrinos, Pereje, Trabadelo, La Portela, aquí abandonamos la carretera que nos llevaría hasta Piedrafita y tomamos un desvío hacia nuestra izquierda para realizar una bella y dura ascensión por Ambasmestas, Vega del Valcarce, Ruitelán, hasta llegar a Herrerías, más de 20 kilómetros siempre en subida hacia O'Cebreiro, desde donde aún nos quedan otros 12 para alcanzar los 1300 metros de altura de O'Cebreriro, a medio camino, en La Faba, un descanso para desayunar, en la cima parece que el tiempo ha mejorado algo, no nos llueve y hay algunos momentos de un reconfortante sol, pero alcanzamos el puerto, han sido 800 metros de desnivel, seguimos por la carretera, una suave bajada y subida hasta el Puerto de San Roque, bajada y ..., pues no, aún no, queda subir el Puerto del Poio a 1335 metros, aquí sí, aquí ya empieza la bajada hacia Triacastela, Fer tira por el camino paralelo a la carretera, yo me decido por la carretera, una larga y relajante bajada, en Triacastela comida y ¿qué hacemos, paramos o seguimos?, seguimos hasta Samos, 12 kilómetros más, merece la pena, una preciosidad de ciudad, no dormimos en el albergue municipal, en habitaciones de 70 personas, preferimos un albergue más pequeñito, justo enfrente, muy bueno, paseo por Samos, cena y a dormir.

Para la cuarta etapa hay que cargarse de fuerza y paciencia, dura, quizá la que más, de Samos a Melide, por un continuo sube y baja, salimos de Samos por la carretera para ir alternando caminos, paralelas con la carretera y tramos en carretera constantemente arriba y abajo hasta Sarria, cafetito  en el valle del Sarria y a subir, dura subida, todo por caminos hasta llegar a Parrocha donde por una fuerte bajada llegamos al puente sobre el río Miño en Portiomarín, pocas vistas, todo nublado y bajo la llovizna, a partir de aquí una durísima y constante subida por caminos bastante repletos de barro y de bastante pendiente hasta llegar a Hospital de la Cruz, nos paramos en el alto del

Rosario, donde nos paramos a meternos unos buenos macarrones y recuperar fuerzas, hacemos la bajada bajo la lluvia hasta Palas de Rei, nos paramos en uno de los muchos albergues que hay a su entrada y así nos libramos de una buena granizada, en duda estamos de quedarnos o seguir, al final decidimos seguir, en la bici ya están agotadas las pastillas de freno, los 15 kilómetros que nos quedan hasta Melide se hacen interminables, buen albergue, reparación de los frenos de la bicicleta, compra de nuevas zapatillas, las que llevamos han caducado, cena en el famoso Ezequiel, pulpo y bacalao a la gallega, exquisitos y a dormir.

Y nos llega la quinta y última etapa, Melide Santiago, 53 kilómetros  bajo la lluvia constante en un tupido bosque, en un constante sube y baja, en un constante rompepiernas, así hasta llegar a Arzúa, cafetito del día, esta vez con un estupendo bocata de tortilla con jamón y tomate y con una marcha matinal increíble, más sube y baja hasta llegar al borde del aeropuerto de Lavacolla, creemos que ya el final está cercano, aún queda el Monte do Gozo, llueve a fondo no hay visibilidad, seguimos a Santiago y llegamos a la Catedral, por fin, objetivo conseguido, llueve a cantaros, da igual, la satisfacción es total, gestionamos la credencial, gestionamos el envío de las bicis de vuelta a casa a través de Bicigrino, cena, tren nocturno y a casa.







domingo, 22 de septiembre de 2013

Canal de Castilla.

El Canal de Castilla en bici es un proyecto que me ilusionó desde que comencé con la bicicleta, y decidí acometerlo con José Manuel, con quién hice la cima del Elbrus.

Con una longitud total de 150,54 kilómetros, un desnivel acumulado positivo de 722 metros y negativo de 819, siempre a una altura que parte de 860 metros para llegar a los 686 finales y que como logística indicativa puede dividirse en tramos que coinciden con los ramales, el primero desde Alar del Rey hasta Herrera de Pisuerga, el segundo desde Herrera hasta Osorno, el tercero de Osorno a Frómista, siguiendo el cuarto de Frómista a Calahorra, el quinto de Calahorra a El Serrón, siendo el sexto desde el Serrón a Dueñas y el séptimo y último de Dueñas a Valladolid, salvo en el principio y el final la senda no pasa por las localidades en si, siempre si se quieren conocer hay que desviarse de la ruta para acceder a ellos, por ello la longitud indicada se verá incrementada con las salidas a comprar alimentos, conocer las ciudades o encontrar algún hotel.
La idea, desde Madrid a Valladolid en coche, aparcar en la estación, más o menos 12€ al día, subir en tren hasta Alar del Rey y allí comenzar la ruta, el tren de Valladolid a Alar del Rey, con tres frecuencias al día que admitan bicicletas, nosotros tomamos el que salía por la noche a las 19:44, otros 11€ (los horarios y precios cambian constantemente), y llega en algo menos de 2 horas a Alar del Rey, allí nos fuimos a dormir al único sitio que localizamos y que tuvieran  donde guardar las bicis, una cena,  paseíto y a dormir, hace frío, es 21 de diciembre y hay que madrugar, el proyecto es hacerlo en dos días, el primero unos 90 kms. más o menos y el domingo el resto, no podemos atrasarlo más porqué el 24 es Nochebuena y hay que estar en casa.
Nos levantamos pronto y salimos aún de noche con los frontales, el Canal de Castilla arranca desde los alrededores del mismo pueblo de Alar del Rey, frío por la mañana y empezamos a pedalear desde la primera esclusa, la verdad es que la ruta es llana, salvo pequeñas ascensiones a puentes que sobrevuelan el Canal de Castilla, pero desde el principio empezamos a notar la dureza del terreno embarrado por las lluvias, las bicis se llenan enseguida de barro, lo que aumenta su peso, pero el principal problema es que nos quedamos atascados más de una vez  en el barro, además, donde no hay barro hay zonas de cantos rodados que no te permiten coger bien el ritmo, nuestro objetivo es llegar a la media de 15 Kms. hora, pero no lo conseguimos.
El camino transcurre siempre paralelo al Canal de Castilla, por cualquiera de las dos márgenes, enseguida, en kilómetro y medio llegamos a la segunda esclusa, la de San Quirce del Río Pisuerga, seguimos con un sólo punto que nos lleva a confusión en los alrededores de Herrera de Pisuerga, allí se ve que es imposible seguir por los cultivos que hay y, la presa que existe no puede cruzarse, por ello en el kilómetro 8.600 hay que meterse por la margen derecha, se ve el camino hecho por las bicis, hasta llegar a la vía del tren, hay que subir a la vía y cruzar por el puente del tren, hay espacio suficiente aunque algo justo, bajar y volver a la ruta por el otro lado del río Pisuerga, salvo esta salida no encontramos más incidencias.
Cada vez es más pesado pedalear, me paro a ver si es que la bici va frenada, nada, es el terreno lo que la frena, un descansito en el hotel Carrecalzada, en plena Canal de Castilla, para tomar un cafetito no nos viene nada mal.
Llegamos a Frómista agotados, por donde también paso al hacer el Camino de Santiago, los últimos kilómetros coinciden con el Camino de Santiago, nos paramos a comer y, al terminar, yo estoy convencido de que es imposible hacerlo en dos días, la próxima parada desde Frómista a un hotel está a casi 30 Kms., hoy es el día más corto del año, anochecerá antes de las seis, no me veo con fuerzas de hacerlo todo entre esta tarde y mañana, decisión, José Manuel decide intentarlo y yo me voy a la estación a por el primer tren a Valladolid, a las 17:05, puntual, y después de haber hecho hoy 60 Kms agotadores, en una próxima intentona me haré los 95 restantes desde Frómista hasta Valladolid.
He comenzado el segundo tramo, desde Frómista a Valladolid con Juanjo y Paco, no es invierno y el terreno está seco, salimos de un hostal rural en donde hemos pasado la noche, Frómista, por la riqueza de su románico es una ciudad que tiene en el turismo del Camino de Santiago una de sus principales fuentes de ingresos, merece la pena darse un recorrido por la ciudad y así lo hice la tarde anterior.
Desayuno y comenzamos a pedalear, el camino tiene muchas zonas de piedras donde la tracción es importante, yo no lo pensé y llevo la rueda trasera algo gastada, un pequeño esfuerzo adicional, además en la primera parte hay unos fasos llanos que te hacen pensar que te ocurre en las piernas; algún error en alguna esclusa, en que nos cruzamos al lado equivocado y hay que volver; alguna salida al pueblo cercano a tomar un café y rellenar agua; una salida a una gasolinera que se ve desde el Canal para revisar la presión de las ruedas; desde Dueñas a Valladolid, quizá la parte menos agradable de la travesía; al llegar a Valladolid vemos un carril bici que te invita a seguirlo, error, nooooo, hay que seguir el Canal; y por fin, la última esclusa, ya dentro de Valladolid; fotos el abrazo de rigor y a la estación, otra buena tiradita, pero bueno, ya sin prisas, y ojo, en Valladolid, por las experiencias que tuvimos parece que a algunos automovilistas o autobuseros no les agradan mucho las bicis.
Paliza pero me ha merecido la pena, muy recomendable, inclusive puede ser un fantástico fin de semana en bici.
Las fotos de la actividad.

Algunas referencias del Canal de Castilla:

martes, 4 de septiembre de 2012

Desde Pozuelo hasta la presa de El Pardo

Un circuito clásico para mí, salida desde mi casa en Pozuelo de Alarcón, acceso a la zona de la Universidad de Somosaguas hasta llegar a Humera, desde aquí hasta Somosaguas para girar hacia la entrada a la Casa de Campo de Televisión Española.

Aquí hay un quiosco restaurante donde suelo reponer agua y seguir bajando hasta el Lago, donde suelo quedar con Félix que llega allí con su coche, hoy también, pero además hoy ya iba con Paco desde mi casa.
Seguimos, ya los tres, hasta el Puente de los Franceses, con una buena fuente, donde enlazamos con el carril bici que hace el anillo ciclista a Madrid, seguimos por él, por zonas muy agradables junto al Manzanares, hasta llegar a la desviación a la derecha que nos llevaría hacia Cardenal Herrera Oria, nosotros aquí tomamos el GR-124, bien señalizado.
Esta es la parte más fea y problemática, primero un puente peatonal sobre la M-30 en el que, a veces hay que echar pie a suelo, ya que los giros y la pendiente son muy pronunciados  y si coincide que baja alguien, casi no se cabe, después se continúa por una zona muy estrecha junto al Club Somontes, hay que tomar un trecho de la Carretera del Pardo, también por los cortes del Club Somontes, hasta llegar a l desviación al Palacio de la Zarzuela, por donde nos incorporamos a la margen izquierda del río Manzanares en una continuación espectacular del parque de la Ribera del Manzanares.
Y aquí tengo que hacer un inciso, vamos a ver ¿no hay una Ley que protege las márgenes de los ríos y que impide que nadie pueda cortar el acceso a las mismas?, ¿por qué, entonces, se está permitiendo que el Club de Somontes impida el acceso a dicha margen?, máxime, cuando además no le afectaría en absoluto, ya que serían unos pocos metros, que además no usa para nada, vale cosas de este país.
Sigamos, el camino por aquí está muy bien hasta llegar al pueblo del Pardo, seguimos por la Avenida del Padre Cipriano, por la que entramos hasta llegar a un puente, hacia nuestra izquierda con una carretera que nos subiría hasta el Cristo del Pardo, nada más cruzar el puente giramos a la derecha, para subir por la margen derecha del río, por un carril muy estrecho pero agradable, llegamos a la zona mallada, malla que queda a nuestra izquierda, de la zona de la Zarzuela, más de un jabalí hemos visto por ahí, hasta llegar a los tubos de la depuradora de El Pardo, a veces mal olor, pero bueno, media vuelta por el camino pedaleado y, unos quinientos metros antes, con una bajadita que hay que hacer a patita, al menos yo, hay un paso al otro lado del río, una zona de parque que nos lleva, indefectiblemente a la zona de Mingorubio, ya pasado el pueblo de El Pardo, tomamos la carretera hacia el Pardo, pasamos por delante de los cuarteles y del palacio de El Pardo hasta llegar de nuevo al puente que nos llevaría al Cristo de El Pardo y volvemos por el mismo camino.
Ya en la casa de Campo, a poco de dejar el Puente de los Franceses, tomo una carretera hacia la derecha, con una buena subida por la Carretera de las Garabitas hasta donde está la puerta de Humera, la pasamos, bajadas y subidas espectaculares, a veces nos cruzamos con caballos que vienen o van hacia la zona hípica de Humera, hasta llegar al Cementerio de Humera, cruzamos el pueblo y llegamos a la zona de la Universidad de Somosaguas para volver por el mismo camino del inicio, dura subida por aquí.
Total, cincuenta y algo de kilómetros, con un desnivel  positivo de 650 metros, en cerca de tres horas y media.
Y para postre, hoy, después de la cervecita de rigor con Paco y Félix, cuando vamos para mi casa, miro hacia atrás para ver por dónde vienen estos dos, me paro para no salir a la calzada, tropiezo con una bola redonda de hierro, de estas que se ponen para que no entren los coches en las aceras y caigo con el pecho encima del bolardo, creo que no me he partido ninguna costilla, pero el dolor es brutal, joéééé ....

miércoles, 5 de octubre de 2011

Braojos

Todos los años, en septiembre se celebra la jornada MTB organizada por el grupo estrozapiernas de Braojos, y si, es una ruta destrozapiernas, si.

Quedamos a las 9 de la mañana en la plaza del Ayuntamiento de Braojos, preparamos las bicis, fotos de rigor en el arranque y salimos por una calle detrás del Ayuntamiento, ya la primera cuesta y en el  primer cruce de calles primer error, nos vamos por un lado y es por otro, menos mal que el GPS te avisa en unos metros.
Salimos del pueblo por una pista rural con algunas zonas asfaltadas hasta pasar por debajo del puente del tren, es una constante subida y, en unos pocos kilómetros, se convierte cien por cien en pista con sus zetas y sus buenas pendientes, no hay un momento de relax en la subida, son más de setecientos metros hasta que, ¡esto es la cima!, nooo, está allí y, antes del allí, otra cuestecita de marras que esta vez, además, se ve perfectamente, venga arriba, llegamos ¿es la última?, si, esta vez sí.
Comienza la bajada y, como siempre en las bajadas me quedo atrás, a ver yo uso el freno porqué está para algo ¿o no?, menos mal que en cada cruce me esperan ya que yo no llevo el GPS, bueno en unos me esperan y en otros: jejejeje, veo a mis compañeros subiendo hacia atrás porqué han vuelto a equivocarse, ¡si es que las prisas nunca fueron buenas!, jejeje.
Hacemos el triangulo de los tres pueblos, la Acebeda, donde definitivamente dejamos las pistas para tomar algunos tramos de buena carretera casi sin tránsito de vehículos, llegamos a Aoslos, a partir de aquí comienzan unas zonas de trialeras muy técnicas y duras y, al final, después de pasar un par de veces por debajo de la autopista, volvemos a Braojos.
Fer, enhorabuena por tu elección, me ha encantado la ruta.
Tiempo de pedaleo efectivo:  4 horas y 2 minutos, a lo que añadir 47 minutos de paradas para fotos, comida, etc...
La distancia recorrida fue de 42,34 Kms, con una velocidad media de 10,50 Km/h y una máxima de 51,54.
Hicimos una ascensión acumulada de 828 metros y bajamos 754.

lunes, 26 de septiembre de 2011

El anillo ciclista a Madrid

Comenzamos en el barrio de la Alameda de Osuna, sorteamos las primeras calles hasta alcanzar nuestro primer tramo en las inmediaciones del barrio, cerca del punto 0 de la vía, pasamos por debajo de un puente donde la discusión entre escaladores y administración es manifiesta, ya varias veces se han instalado presas para practicar algo de escalada y tantas veces la administración las ha quitado, pues vale.
A poco de pasar el puente, hacia nuestra izquierda tomamos el primer tramo en sí del anillo que es la pasarela que cruza por encima de la A2, al bajar llegamos a una glorieta en obras que nos desvía por algunas calles, hay que fijarse en las indicaciones, es un poco lioso, pero seguimos viendo a nuestra izquierda el estadio de la Peineta hasta llegar a la pasarela que cruza la Avda. de Arcentales.
Algunas áreas de descanso, pero aún es pronto para hacerlo, pasamos O´Donnell y dejamos a un lado Valdebernardo para llegar a la pasarela del cruce por encima de la A3.

Una descansada y larga bajada por el bonito parque de Palomeras, aquí, donde Félix, en la zona de Palomeras Altas, recuerda sus tiempos jóvenes y donde, sin duda, hay que parar para hacer fotos.
Pasamos por debajo de un puente bajo la Avenida de a Albufera y llegamos al parque de la Gavia . Poco después llegamos al punto más problemático de la ruta, un túnel bajo el ferrocarril y la A4, estrecho, sin luz, con una acera estrechísima (no creo que quepan al tiempo dos bicis en el distinto sentido), con los coches cruzando a tu lado.

Entramos ahora en zonas de obras, con poca señalización, nos perdimos varias veces, aquí hay que orientarse buscando el 12 de Octubre, a partir de él, ya no hay pérdida.
A partir de aquí, bordeamos por Orcasitas el parque de Pradolongo, y el parque Sur para llegar a Pan Bendito, seguimos por el parque de las Cruces, en esta zona si, bien señalizada la vía y llegamos a la zona del intercambiador de Aluche, lo cruzamos para continuar por el parque del Alcalde Carlos Arias hasta una pasarela que cruza la autovía de Extremadura, A5 para entrar en la Casa de Campo, por aquí, ya en nuestra salsa, llegamos a la zona del metro de Casa de Campo y bajamos hacia el Zoológico, seguimos hacia el parque de Atracciones y bajamos hacia el Lago, el que bordeamos por la izquierda, así seguimos hasta el Puente de los Franceses, que pasamos por debajo y, donde inmediatamente, a nuestra derecha, veremos que continúa ya el anillo con una empinada pasarela que cruza la M30.

Bordeamos el Manzanares por su margen derecha, pues era bonito también antes, cruzamos otra nueva pasarela y el precioso Puente de San Fernando y nos adentramos en una parte de la vía muy estrecha, junto a la M30, seguimos por Fuentelareina y, a partir de aquí una zona fea, bajo mi opinión, Arroyo del Fresno, Lacoma, Mirasierra, Montecarmelo, zonas nuevas con grandes vías, muchas glorietas, pero donde el anillo ciclista parece hecho a parches, continuos tramos en que hay que cruzar de lado o ir por el carril central, glorietas en las que cambias de carril, todo ello en continua ascensión y constantes paradas, un poco rompepiernas.
Llegamos a la zona de la antigua carretera de Burgos, también un poco liosa, nos paramos a tomar un tentempie y seguimos por las zonas de Las Tablas y Sanchinarro con las mismas constantes de cambios de acera y semáforos, hasta cruzar de nuevo la M40 y adentrarnos  por la zona del Barrio de Santa Maria donde ya no hay mas cruces, pero donde al final del mismo Félix pincha, bien, nos quedan dos kilómetros, seguimos a pie hasta casa.

Total que estuvimos cuatro horas y cinco minutos pedaleando para hacer 67,11 kilómetros, con un desnivel acumulado de 783 metros.

Y una web muy recomendable para preparar la ruta.

jueves, 15 de septiembre de 2011

El carril bici a San Martín de la Vega

San Martín de la Vega cuenta, sin duda, con uno de los mejores y más completo carril-bici de nuestra comunidad.

Y a por él que fuimos, desde el lago de la Casa de Campo, bajamos hasta el Puente del Rey y allí comenzamos el descenso por la nueva y flamante Ribera del Manzanares, varias veces he pasado ya por ella y cada día me parece mejor, es un obrón, sin duda, pero ha merecido la pena, las viviendas de su entorno han ganado en revalorización, en calidad de vida y se nota, por todo el recorrido gente paseando, en bici, patinando.
Hace poco terminaba en el estadio Manzanares, ahora sigue con ese fenomenal puente tubular, pasa el antiguo Matadero y pasando una estrecha zona que aún no está terminada llega hasta la zona del Barrio de San Fermín, y aquí descubrimos la antigua pista que bordea el río Manzanares hasta Villaverde, dejando a nuestra derecha el Tanatorio de la M40, la Caja Mágica y pasando por debajo de algunos puentes de las salidas de Madrid, deja a un lado y a otro pequeñas fincas de ganado o agrarias hasta llegar cerca de una central eléctrica donde se acaba por obras, antes hemos cruzado desde la margen derecha del río a la izquierda, hacemos unos pocos vericuetos, no hay perdida por la gran cantidad de huellas de ruedas de bici y volvemos a cruzar el río por en estrecho puente metálico, enseguida una carreterita que sube frente a nosotros y comienza el carril bici, muy bien cuidado, con un sólo cruce en una glorieta, pero bien señalizado.
La pista es muy rompepiernas, subiditas  bajaditas para las que hay que estar en forma, dejamos a nuestra derecha el Cerro de los Angeles, giramos a la izquierda por una parte de carril bici asfaltada, aún sin señalizar bien, pero muy cómoda, llegamos a otra glorieta y, de nuevo el carril-bici bien señalizado, pasamos la desviación a Perales del Río, la depuradora Sur, un campo de tiro a nuestra derecha, pasamos por encima del Arroyo Culebro y comienza la subida, suave pero constante hacia la Marañosa, después una bajada de seis kilómetros hacia San Martín de la Vega, bajada que, luego, a la vuelta, hay que subir.
35 kilómetros largos de ida que hay que deshacer a la vuelta, vuelta que pica más al ser, constantemente en subida, muy suaves por la Ribera del Manzanares, pero subida al fin y al cabo y ya llevas buenos kilómetros en las piernas.
Las cervecitas finales en la Casa de Campo no tienen desperdicio.

Algunos números:
Distancia en ida 34,81 Kms. y claro, lo mismo en la vuelta
Subida acumulada entre ida y vuelta: 318 metros

viernes, 22 de julio de 2011

De Cercedilla a Segovia por la Carretera de la República



Es una clásica para la bici, hace tiempo que quiero hacerla, pero me tira más la montaña, pero era un reto pendiente y algún día había que hacerlo.

Llegamos en el tren de cercanías hasta Cercedilla, nuestro kilómetro CERO de partida, a una altura de 1190 metros, a pesar de estar a finales de julio amanece el día un poco fresquete, mejor. Subimos la primera rampa, aún estamos fríos y es algo durilla con dirección al valle de la Fuenfría, nuestra primera etapa será hacia las Dehesas.

En cinco kilómetros y medio de una pausada subida de asfalto entre praderas y chalets de los bonitos, o sea de los antiguos, llegamos al último aparcamiento de las Dehesas, donde finaliza la carretera, ahora cruzamos una barrera que da paso a una pista, denominada como Carretera de la República con dirección al Puerto de la Fuenfría.

En seguida nos cruzamos con la Calzada Romana que unía las ciudades de la Titulcia romana y Segovia, ganamos altura, a veces con el plato pequeño, sobre todo en las curvas de los zig-zags constantes.

Pasamos los ocho kilómetros y medio y, a una altitud de 1650 metros, llegamos al Mirador Vicente Aleixandre, parada obligatoria, primer tentempie, fotos. Que buenas vistas hacia la ladera sur de Guadarrama.

Inmediatamente una nueva parada nos deja a nuestra izquierda el famoso reloj solar de Cela y a la derecha la desviación hacia la Senda Herreros que recorre la pared sur de Siete Picos, desde la pradera de Navarrulaque.

Poco más allá, ya en la cota de los 1730 metros, el Mirador de la Reina, que nos ofrece unas bonitas vistas sobre el valle de las Dehesas, el que acabamos de subir.

Seguimos subiendo hasta llegar, a los trece kilómetros, al Puerto de la Fuenfría, a 1769 metros de altitud, a nuestra izquierda queda el Cerro Ventoso y, más allá, inconfundible, el Montón de Trigo.

Hemos acabado con la parte más dura de la ruta, ahora comienzan las suaves bajadas dejando a nuestra derecha el valle de Valsaín y sus impresionantes pinares, por donde pasa el río Eresma desde su cercano nacimiento y, a pocos metros, comienza una pista más estrecha, hacia la izquierda y que abandona la pista principal, por ella seguiremos.

En la bajada nos encontraremos la Casa Eraso. En realidad las ruinas de una antigua casa de postas de la guerra civil, las ruinas de Casarás.

El descenso por aquí es ya, un poco técnico, entre piedras, raíces, canalizaciones del deshielo y arroyos que cruzan, así, hasta llegar al kilómetro dieciséis y medio donde, a una altura de 1650 metros, en la fuente de la Fuenfría, llamada también de Matagallegos, la pista de tierra por la que bajamos se une con una carreterita de asfalto, si la tomamos hacia la derecha bajaríamos hacia la Casa de la Pesca, bueno, es otra opción bajar por carretera hasta la Granja y de allí a Segovia, pero no es lo que queremos hacer, así que seguiremos recto. Bajamos una veintena de metros (de desnivel) hasta llegar al pie del pico de la Camorca, lo dejamos a nuestra izquierda y en algo más de setecientos metros por esta carretera llegaremos a un cruce.

Hemos bajado hasta cerca de los 1600 metros y llevamos recorridos algo más de diecisiete kilómetros. La carretera tiene aquí un empinado descenso, a nuestra derecha veremos un camino que es parte de la Calzada Romana, podemos elegir la opción que deseemos, nosotros seguimos hacia la derecha, algo más dura y empinada, a la izquierda contemplaríamos el valle de Río Frío, poco más allá se unen de nuevo las dos opciones.

Llegamos a la Pradera de Peñas Lisas, a los 1500 metros de altitud en el kilómetro 22 desde nuestra salida, donde volvemos a encontrar la Calzada Romana que se pierde hacia nuestra izquierda en un pinar. Seguimos hasta el llano del Berrueco, veremos el comedero de buitres, la catedral de Segovia aparece por vez primera ante nosotros, sigue la marcación con flechas amarillas, la correspondiente al camino de Santiago.

Algo menos de 1400 metros de altura y un kilómetro más y damos con un cruce con la carretera de Valsaín, continuamos poco menos de un kilómetro hacia la derecha buscando de nuevo la Calzada Romana y, antes de llegar a la Cruz de la Gallega con una valla limitando el ganado a nuestra izquierda, seguimos viendo flechas amarillas.

Aquí el sendero es algo más técnico, hay que echar pie a tierra en alguna ocasión.

Se acaba el pinar y comienzan las encinas y las praderas, estamos en un antiguo terreno de maniobras militares, a nuestra izquierda veremos el viejo Caserío de Santillana.

Así hasta llegar a los 1050 metros de altura, llevamos veintisiete kilómetros, donde estamos en el Campamento de Robledo con la antigua Cruz de El Robledo, en el otro lado de la carretera está un amplio y concurrido camino, es el nuevo trazado de la Calzada Romana, ya más ciudadano, por él, después de algunos cambios de rasante vemos de nuevo la Catedral de Segovia.

En el kilómetro 32, habiendo bajado hasta los 1000 metros entramos a Segovia junto a un viejo campamento militar, enseguida vemos una rotonda con una escultura de un pastor y su perro. Dejamos atrás la estación de tren para hacernos unas fotos junto al Acueducto, nos internamos en la ciudad, un refrigerio y vuelta a la estación a tomar el tren. Que mal, cerca de tres horas de espera, vaaa yaaaa ...

Y los datos estadísticos:
Tiempo neto en bici: 3.09:54
Distancia recorrida: 38,25 Kms
Velocidad media: 12,09 Kms
Velocidad máxima: 56,04 Km/H
Desnivel positivo total: 650 metros, negativo: 859

Las fotos de la actividad ... 

jueves, 11 de noviembre de 2010

El Cañón del Guadalix


Una de las primeras experiencias en BTT del grupo y que me ha servido para aficionarme más aún, si puede, a la BTT.

Quedamos el sábado por la mañana en Guadalix en el Ayuntamiento, sin problemas para aparcar, era aún muy temprano y, poco a poco, nos juntamos los cuatro, Paco, Félix, Fer y yo.

Comenzamos la ruta justo en la plaza del Ayuntamiento, bajamos por la antigua carretera, donde tomamos, hacia la izquierda el inicio del camino, ya junto al río Guadalix, primeras subidas y bajadas hasta llegar a la pista del Canal de Isabel II, continuas subidas hasta llegar al embalse de Pedrezuela, desde aquí lo mejor.

Primero atravesamos una valla verde que estaba cerrada, bicis por encima de ella, cruzamos el dique del embalse.

Cojemos una zona asfaltada y en unos ochocientos metros tomamos un camino a la derecha que nos lleva hasta Pedrezuela, nos perdemos un poco en el pueblo, buscamos la calle Madrid hacia la izquierda, seguimos de frente y llegamos a un cruce de caminos, hacia la derecha y, ale, fuerte y pedregosa bajada que nos lleva hasta una caseta del Canal de Isabel II, Félix se acuerda de la grieta de Tres Cantos y no se lanza en plan kamikace.

El sendero junto al río y tomamos el precioso cañón, al final del mismo llegamos al sendero por el que iniciamos el camino y que nos lleva hasta las inmediaciones de San Agustín de Guadalix. En la parte final del sendero me doy una rozadura con unas zarzas.

Resultado una buena mañana con una distancia de más de 32 kilómetros, un desnivel acumulado de 650 metros en un tiempo algo más de tres horas y media.

Las fotos de la actividad

domingo, 7 de noviembre de 2010

Por el rio Moros en bici


El camino circular por la vertiente del río Moros desde Gudillos, con una distancia teórica a recorrer de 37,79 kilómetros que, por mor de los despistes de los magos del GPS se convirtió en poco más de 40. Salimos desde una altura de 1282 metros para llegar hasta los 1663 para hacer un desnivel total de 610 metrosen algo menos de 4 horas.

El grupo de los mataillosporlabici, cada vez me gusta más el nombrecito, se va ampliando, hoy se nos unió Carlos, que terminó hecho unos zorros el pobre, nada Carlos a comprar equipo, a gastarse el dinerillo.

Quedamos a las 9 en Gudillos, se llega fácil, bajando del puerto de los Leones, nada más llegar a San Rafael, primer giro a la derecha, nuevamente el primer giro y hasta llegar directo a las cuatro casas que componen Gudillos, rodeadas de las cocheras del mantenimiento de la autopista.

Una preciosidad de recorrido.

domingo, 24 de octubre de 2010

Collado del Mosquito en BTT


Hoy hemos decidido darnos como oficial el nombre de Mataillos por la bici, se trata de hacer una circular que, saliendo desde Montejo de la Sierra a 1056 metros de altura, nos lleve hasta el Collado del Mosquito, en sus 1829 metros, y desde allí, bajar a HorcaJuelo de la Sierra para, en su salida hacia Montejo, tomar una pista forestal que nos llevaría de nuevo hasta un poco más arriba de Montejo, desde donde, tras una pequeña bajada, volver hasta los coches. Se trata de una pista en buen estado que da acceso a las zonass más altas de la Sierra del Rincón, al norte de la Comunidad de Madrid, pista para uso de ganaderos, agentes forestales, retenes de incendios, etc., esto explica que, al principio tuviesemos que sortear tres puertas.

Empezamos a las 09:30 y desde el inicio, cuestas hacia arriba, buena pista, en algunos sitios demasiado pedregosa.

La subida hasta el puerto de El Cardoso, a 1358 metros, se nos hace algo durilla, no hemos parado de subir desde Montejo de la Sierra, pero las subidas no han sido excesivamente pendientes, los últimos cien metros, más o menos, han sido por asfalto.

A partir de este momento dejamos el poco asfalto en el que hemos pedaleado, y nos internamos por una pista forestal, a la izquierda del indicador del puerto, enseguida la pista se bifurca hacia la derecha, la opción que sube todo recto tiene mucha pendiente, así que lo mejor será girar a la derecha y meternos en el pinar por la pista principal, por un tramo muy agradable y con una pendiente muy suave que se adentra en el valle.

Abajo a la derecha dejamos el famoso Hayedo de Montejo y por aquí, el jóven río Jarama.

A nuestra derecha los picos de Sangoy y más atrás el majestuoso Cerrón, con sus 2200 metros, algo más atrás, hacia la izquierda, la cuerda del Pico del Lobo.

Continuamos pedaleando y penando en la subida, sorteando piedra a piedra, grieta tras grieta, hasta llegar a una curva a la derecha partir de la cual se suaviza bastante la pendiente para acceder a un falso collado desde el que, al fondo, podemos ver la cuerda de la Cebollera. Un descanso para esperar a Peter, algo de fruta, un poco de bebida y de nuevo a la bici, ya de nuevo una buena empinada y no paramos de subir hasta el collado famoso.

Al llegar al Collado del Mosquito, a nuestra derecha sale la pista que nos llevaría hasta la cima del Tres Provincias, en lo más alto de la sierra de la Cebollera, no, mira no, ya llevamos una buena paliza hoy, además no llevamos la ruta en el GPS, así que,tras abrigarnos un poco, hacia abajo.

La bajada espectacular, peligrosilla debido a la cantidad de piedras sueltas, algunas, por cierto, bastante grandes. Dos subidas entre medias, una larga y otra más corta, pero una bajada larga, al no llevar frenos de disco ya me dolían las manos y las muñecas de apoyar en el manillar, ¡cuanto me falta aún por aprender!.

Al poco, junto al río Madarquillos, aparece una bifurcación que obliga a que Fer, que es quien lleva el GPS, nos espere a los “lentos”, después de reagruparnos seguimos la bajada hasta llegar a una nueva cancela, al pasarla elegimos el camino a su izquierda que nos llevará al bonito pueblo de Horcajuelo de la Sierra, al salir de allí por una pista que sale hacia la izquierda de la carretera, enseguida una subida a su derecha ¡que subidón! donde todos, bicis a la mano y a empujar, hasta llegar a la primera verja que nos encontramos al subir, en la salida de Montejo, una pequeña bajada y, por fin, en los coches, nos cambiamos, Peter y Fer salieron rápido a Madrid, Paco y yo nos quedamos a tomar una cervecita.

Vamos, que empezamos a las 09:30 y terminamos a las 13:30 para hacer un recorrido de 32,69 kilómetros con un desnivel total acumulado de 888 metros, o sea cinco horas en total, según el GPD, de pedaleo cuatro horas y trece minutos, casi todo de subidas y poco tiempo aunque intenso, de bajadas.

Las fotos de la actividad.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Soto de Viñuelas en bici


Planificamos el recorrido circular del Soto de Viñuelas hace dos semanas, lo planificamos y lo iniciamos, en el kilómetro 12.5, bajada, grieta y Félix I el Grietas, se la dio y fuerte, vuelta en coche a Félix al hospital, revisión y no le pasa nada grave, afortunadamente.

Fer y yo deshicimos el recorrido y casi ya en el Deportivo de la Dehesa en San Sebastian de los Reyes, donde habíamos dejado los coches, zas, Angel el Grietas II, se despista y va el suelo por culpa de otra grieta, chapa y pintura en el polideportivo, por hoy se acabó.

Dos semanas después lo decidimos de nuevo y esta si, esta vez no nos metimos en grieta alguna, Félix alguna caidilla sin importancia,¡que tío!, le da igual, vuelve a lanzarse a tope en las bajadas, no ha tomado miedo no, menos mal, y Fer quiso ver a que sabía una pequeña alambrada, también afortunadamente sin consecuencia alguna, salvo eso si, recrear el sitio y forma de la caída de Félix para pasarla a la inmortalidad.

El Soto de Viñuelas es una finca particular localizada entre Alcobendas y Tres Cantos.


Está delimitada, en todo su entorno, por una valla de piedra, y se puede rodear con la bici yendo aproximadamente en un 90% por caminos de tierra y el 10% restante por alguna urbanización que hay que cruzar y unos metros por la lateral de la autovía de Colmenar Viejo.

Es un recorrido en el que se puede disfrutar de muy buenas vistas de la sierra está y muy cerca de Madrid.

La ruta tiene varias alternativas de inicio y final en el mismo sitio, unos la hacen desde/hasta la estación de cercanías de tren de Valdelasfuentes (Alcobendas), otra alternativa es desde el Decathlon de San.Sebastian de los Reyes, nosotros la hicimos desde el polideportivo de la Dehesa Boyal de San Sebastian de los Reyes.

El circuito de 32,21 kilómetros, altura mínima 607 y máxima de 752, varias subiditas y bajadas rompepiernas, en total 337 metros acumulados y que hicimos despacito, dos horas y media, el respeto a las grietas de la anterior experiencia nos llevó a tomarnoslo con calma e inclusive, en el colmo de la precaución, a bajar alguna empinada cuesta con grietas a patita.

Salimos de la Dehesa Boyal y para incorporarnos al circuito nos topamos, aún fríos, con una subidita que te calienta bien, hasta llegar a la tapia del Soto de Viñuelas que, durante todo el recorrido, tendremos a nuestra derecha, allí una puerta peatonal de piedra que debemos a pie. Al otro lado hay un cruce de caminos. Giramos hacia la derecha y empezamos un bonito descenso (que bien le viene a nuestras piernas).

Finalizado el descenso, a la derecha nos aparece una de las entradas a la finca del Soto de Viñuelas. Pasado este cruce comienza un largo, pero no duro, ascenso que se suaviza algo más al llegar a una pista en la quejamos a nuestra izquierda el Cementerio de la Paz, esta pista, asfaltada, nos conduce hasta la autovía de Colmenar.

Aquí, con cuidadín, vamos en dirección al Castillo de Viñuelas, ya que en un centenar de metros abandonamos la autovía y nos metemos en una zona de pista asfaltada que deja paso a un estrecho y divertido camino que discurre entre la tapia y la actual carretera del Soto de Viñuelas. Una gasolinera sirve de referencia de que vamos por el camino correcto.

Aquí, enseguida, una bajada y zas el lugar de la caída de Félix, kilómetro 12.500 del recorrido, recreamos la situación, foto y seguimos recto en dirección a las instalaciones del Canal de Isabel II, situadas valle abajo en las inmediaciones del arroyo de la Moraleja. La tapia se mantiene a nuestra derecha. Accedemos amontonamiento a la carretera. y rebasamos a la derecha la entrada al Monte de Viñuelas. Pasado el arroyo comienza de nuevo el camino, que afronta un fuerte repecho.

En este tramo tendremos a la izquierda (norte) excelentes vistas de la Sierra de Guadarrama y del Cerro de San Pedro. La tapia, a la derecha, será nuestra referencia, Cruzamos el arroyo e iniciamos una duro repecho por una pista empedrada, para evitarla hay caminitos a su izquierda como alternativa.

Culminada la subidita, a la izquierda veremos el vértice geodésico de Valdelagua. Seguiremos a la derecha por la pista principal, por un tramo que discurre sobre la loma del Salto del Lobo. A nuestra izquierda se abre en toda su amplitud el valle del Jarama, donde comienza un tramo estrecho pero muy bonito entre la tapia del Monte de Viñuelas a nuestra derecha y una alambrada metálica a nuestra izquierda.

No queda más remedio que callejear entre los chalets de la urbanización del RACE junto al circuito del Jarama, hasta ver a nuestra derecha una salida empinada por unos cinco metros con una escalera peatonal, una rampa de cemento y la ram pa de tierra salimos por aquí y vuelta a tomar la valla.

Atravesamos la zona de la Real Sociedad Hípica Española hasta llegar a la Urbanización Fuente del Fresno, larga y aasfaltada bajada, giro a la izquierda y en un puente de madera, giro a la derecha cruzando el río, seguimos pegados a la valla, unas subiditas más y sus correspondientes bajaditas para llegar a la puerta peatonal por la que iniciamos el recorrido, bajada de la primera cuesta hasta llegar al polideportivo y fin de la ruta, todos para casa, es viernes y tememos el atasco de la A1, pero, hoy suerte, no hay casi atasco, que bien.

Fer llevó su GPS y subió al Wikiloc el trazado http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1197034

martes, 24 de agosto de 2010

La Barranca en bici


Pues ya está bien, ya está bien de andar todos los días con la bici por la CdC, hay que cambiar, dicho y hecho, esta morning sin pensármelo más y gracias a que los de la Mercedes han dicho que si, que ya me correspondía a mi disfrutar de mi coche, que ya había pasado su turno (como me lo han dejado, parece nuevo, me han arreglado la chapa de arriba a abajo), al grano, he cargado la bici, agua con Isostar y a la Barranca dejo el coche en la zona de aparcamientos a 1380 metros, preparo la bici y arriba. Madre mía, al principio echas el bofe, luego a partir de la fuente de la Campanilla a 1620 metros, se suaviza y, antes de llegar, metes plato pequeño, piñón a tope, echas en falta un par de ellos más y sufres, sufres, pero llegas al mirador de las Canchas, descanso, fotos y la bajada, ¡ale!, me he tirado por el caminín de la Senda Ortíz, estrecho ¡que cantidad de pedruscos sientes al ir en bici!, ¡que cantidad de ramas de árboles que cuando bajas andando no tienes en cuenta!, pero lo he bajado, genial, buen día, hay que repetirlo.


domingo, 22 de agosto de 2010

Calderón, Alto de las Barracas



Este fin de semana, al final, después de muchas vueltas y problemas de última hora, día de playa en Dénia con comiloncilla de arroces, por la noche el sábado a Valencia, cena con antiguos socios de trabajo, pobrecillos, aún no se han jubilado, que pena, pobres.

Y el domingo por la mañana vuelta hacia Madrid, en Utiel cambio la decisión y decido conocer esta montaña, sinceramente, paisajes fenomenales pero como montaña, nada, eso si hacerla en la bici tiene que ser un próximo objetivo y, además desde Ademuz, 26 kilómetros de ida, hasta la mismísima cima, con pronunciadas subidas y otros tantos de bajada.

Pero hoy he subido al Alto de las Barracas, que así se llama también, con sus 1838 metros de altura y he disfrutado de un bonito día y de unos fenomenales paisajes, además de conocer a seis encantadores valencianos que me han acompañado arriba y a descubrir algunos enclaves de la zona ha sido, en suma, un día perfecto.

Este pico, situado en la zona del Rincón de Ademuz, en la desconocida, para mi, sierra de Javalambre, más metida en Cuenca y en Teruel que en Valencia, zona de pueblos muy despoblados, he pasado por Puebla de San Miguel, por Mas del Olmo y se ven pueblos con gente ahora en agosto si, pero se observa la salida de la población. Los pinares de la zona le dan, sin embargo, una fenomenal belleza a la zona. La visita a conocer el Pino Vicente, así llamado por un agente forestal que le salvó de ser talado, a través de los pinares de la zona es otra de las gratas sorpresas del día.

He llegado a la zona partiendo desde la A3, en concreto desde Utiel, en dirección a Teruel, hasta llegar a Ademuz, allí me he desviado por una bellísima, pero difícil carreterilla hasta Mas del Olmo y, desde allí, hasta unos metros antes de Puebla de San Miguel, una pista forestal que parte de allí me lleva, en cuatro kilómetros, hasta una bifurcación bien indicada para acceder al Pico Calderón, otros tres kilómetros y se llega a una esplanadita donde dejar el coche, a su izquierda, un pequeño tramo para llegar hasta el Cerro del Gavilán, que con sus 1750 metros ubica la caseta forestal y el control de incendios de la zona, andando unos pocos cientos de metros desde donde dejo el coche se llega al ya mentado Pino Vicente, y en una suave subida por entre los pinares se llega a la cima del Alto de las Barracas.

Si se quiere hacer una subida larga, indudablemente se debe partir andando desde Puebla de San Miguel para hacer cumbre en unas cuatro horas, por una ruta balizada como PR-V-131.8 que, además presenta las indicaciones como subida en bici de travesía.

En suma, muy buen tiempo, buena subida y, al bajar, buena comida en el camino.

Las fotos de la actividad

viernes, 9 de octubre de 2009

En bici ...


Con Félix siempre me pasaba lo mismo, - Ángel ¿nos damos un paseo en bici? te va a gustar. - Que no Félix, que no, que la bici que yo tengo no me sirve. ¡Excusas!, - que ya soy mayor y si me caigo… ¡más excusas!, que además debería aprender, que no se moverme bien por la montaña ¡siguen las excusas! y podría poner más y más argumentos, no sirven, da igual, - Ángel toma mi bici de montaña que yo me he comprado otra y además con su reloj y todo.

Pues Félix me has hecho polvo, ya no tengo excusas, ale con la bici nueva, la otra la dejo para ir a comprar el pan por Pozuelo, que es en realidad para lo que vale, no para más.

Comienzo con la bici nueva. ¡Joder!, entre cambios de plato y de piñones me vuelvo loco, - Félix ya me lo explicarás mejor.

He quitado las ruedas y ahora ¡¡¡no consigo ponerlas!!!, ¡qué desastre!. Vale, no hay problema, voy a ver como funciona el reloj de marras y su pulsómetro, - pero bueno Félix ¿esto qué es? un manual más grande que el Quijote ¡¡¡y además en inglés!!!, pero que yo sólo hablo español y algo de espanglish.

No hay problema, no hay problema me voy a Decathlón a comprarme un casco ¿por qué no me sirve el de escalada?, no, ese no, que no es el adecuado por el look, ale a gastar más dinero y en Decathlón me vuelvo loco, hay guantes para bici, ropa especial para bici, luces para la bici, grasas para la bici, sillines de recambio para la bici, cuadros de herramientas para la bici, ...... para la bici.

Al final he claudicado y me he sacada la tarjeta de comprador compulsivo de Decathlón.

Ahh, y como siempre, ¿nos vamos hoy a la Casa de Campo a practicar?, vale y ¿qué ha ocurrido?, lo de siempre últimamente conmigo ¡¡¡¡ lluvia a mares !!!!

Bien, bien, esto promete.