Preciosa actividad que nos llevó a admirar
más aún, si cabe, el maravilloso valle de Ordesa.
Noche del viernes a sábado, después de la
paliza en coche desde Madrid a Torla, cena y reparador sueño en el albergue de
Torla, al día siguiente no era necesario madrugar, así que dedicamos parte de
la mañana a la compra de comidas y algún que otro material o ropa que nos
faltaba.
Automóviles hasta el aparcamiento en la
pradera de Ordesa, a 1350 metros de altura, preparación de mochilas, revisión
del material y a andar, primero retrocediendo hacia una construcción, Casa
Oliván, de donde arranca el sendero que sube hacia el circo de Carriata, el
objetivo fue subir por Carriata y sus famosas clavijas también llamadas de
Salarons y hacer el recorrido superior (la alternativa es hacer el recorrido
por la Faja de las Flores, pero con el suelo mojado tiene bastante peligro de
resbalones) hasta el refugio de Goriz.
Para ello tomamos esta senda que nos
llevará ganando altura a través del bosque. Pasamos un refugio hecho con
troncos y, poco a poco, se va viendo entre el pinar, las paredes del circo de
Carriata, nuestro destino; se termina el bosque y un indicador hacia nuestra
derecha nos señala la senda que nos llevaría al circo de Cotatuero y sus
clavijas por la Faja Racún; cruzamos el circo hasta la base del Tozal del Mallo
y sus 2255 metros de altura.
Fotos, un descansito, giramos hacia el
Este y, tirando de manos en más de una ocasión, llegamos a las paredes del
Circo de Carriata o de Salarons, hay otra opción de subida por el llamado paso
de la Fajeta, pero nosotros tiramos por las clavijas y, enseguida, estamos en
la parte superior del circo, continuamos hasta un pequeño collado donde
comienza la Faja de las Flores, hacia nuestra derecha.
Un pequeño descenso que nos lleva a la zona de Aguas Tuertas, desde donde
ascendemos al collado del Pilón, después de remontar la ribera Catuarta,
indicado con un gran hito de piedras, hoy casi cubierto por la nieve en su
totalidad, detrás en un hueco entre las nubes el Taillón,
otra planicie, la llamada Plana de Narciso o de San Fertús, cruzándola llegamos
al collado del Descargador por donde pasé en el Tour del Monte Perdido,
otro suave descenso por la planicie de Millaris, para después ascender al
collado del mismo nombre, para unirnos a la ruta del Monte Perdido y una
alternativa del GR-11 descenso directo a la Faja Luenga y al refugio de Goriz, a 2160 metros de
altura, después de cruzar el Barranco de Goriz, como siempre jugándotela cuando
trae tanto caudal, con lo poco que les costaría hacer un simple paso a los de
Goriz, en fin.
A sido una buena pateada, mucha, muchísima
lluvia en la subida y arriba, mucha, muchísima nieve, por debajo y por encima,
llegamos al refugio de Goriz a 2200 metros de altura después de no sé cuantas
horas de pateada, empapados. Sin problemas, fotos, cambio de ropa, cena, y a
dormir en el refugio.
Domingo en la mañana temprano, desayuno,
dejamos cosas en el refugio de Goritz y arriba, hacia el Cilindro y sus 3325
metros de altura, 1109 metros de desnivel acumulado total para hoy, con una
distancia de diez kilómetros y medio, al principio hasta el Lago Helado, a 2980
metros de altura y en dos horas largas desde el refugio de Goriz, cerca de
ochocientos metros de desnivel, con alguna pequeña trepadita, aquí, hacia
nuestra derecha el Monte Perdido y su famosa Escupidera, a nuestra izquierda la
ascensión al Cilindro, empezando con una pala que, en algunos momentos llega a
los 40º o 45º durante, más o menos, 300 metros de desnivel, no es un corredor
complicado, hasta llegar al punto especial de esta ascensión, el hombro o
brecha SO del Cilindro, un corredor de algo más de 25 metros, yo diría que de
grado III, con una reunión equipada arriba, (unos metros más allá de la base
del cuello hay otro pero que no está equipado y es, quizá, algo más largo) Fer tira el primero, monta la reunión, por
tanto imprescindible o dos cuerdas de 30 o una de 60, una primera reunión nos
puede llevar a equivocación ya que te lleva hacia la derecha, una vez pasado
este punto nos queda el lomo del Cilindro, al principio amplio, después con
algunos tramos aéreos y, casi al final, una compacta roca de unos 4 o 5 metros
de altura, quizá de grado II, pero que necesitan de la cuerda, una vez más,
para destreparlo al volver, hemos tardado cerca de tres horas y media desde el
refugio.
Desde su cima destaco las vistas hacia el
Lago de Marboré y el paso de Tucarroya, así como el glaciar del Perdido y el
valle de Pineta
La vuelta se hace por el mismo punto con
la bajada en rápel del cuello que habíamos trepado hasta llegar al collado
debajo del cuello, la bajada por la rampa nos propició un susto, yo me caí y me
costó ba
stante autodetenerme con el piolet.
stante autodetenerme con el piolet.
Bajada al refugio de Goritz, agua, un
pequeño descanso, tomar el material que habíamos dejado en la mañana; seguimos
el descenso usando el camino normal de ascenso, por la señalización hacia las
clavijas de Soaso para bajar por el camino que nos lleva hasta la base de la
cascada de la Cola de Caballo, cabecera del Valle de Ordesa, desde aquí un
largo, aunque cómodo descenso, por un muy evidente camino, por la margen
derecha del río hasta llegar a las Gradas de Soaso, nos metemos entre el hayedo
(a nuestra derecha quedará el camino que baja desde las clavijas de Cotatuero),
llegamos a los miradores de las cascadas de la Cueva del Estrecho, después a la
del Chordonal y así continuamos la ruta de descenso por la cómoda pista
forestal, GR-11 de Bujaruelo a Goriz)
hasta llegar a la pradera de Ordesa donde dejamos el coche.
Y como siempre, en la vuelta a Madrid,
parada para tomarnos esos reparadores huevos fritos con chorizo.