Cada vez uso menos el coche, cada
vez que voy a la Fuenfría me siento mejor en el transporte público, tardo más
que en el coche, por supuesto, pero es más relajado.
Así que, tren hasta Villalba, un
cuarto de hora de espera para el tren a Cercedilla y, desde la misma estación
empiezo la actividad.
Estación de Cercedilla, Las
Dehesas, Calzada Borbónica, Puerto de la Fuenfría, bajada a las Ruinas de
Casarás, vuelta al Puerto de La Fuenfría, bajada por el Camino Viejo de Segovia
hasta el Hospital de La Fuenfría y bajada hasta la estación de Cercedilla,
comida mientras espero al tren y vuelta en el tren, total cinco horas y media
de actividad, con una altura máxima de 1792 metros en el puerto de La Fuenfria
y mínima de 1158 en la estación de Renfe de Cercedilla, un desnivel acumulado
de 725 metros
El único sitio abierto para tomar
un cafetito mañanero es la estación, así que allí lo tomo, salgo de la estación
y comienzo a andar hacia las Dehesas, los primeros metros por la empinada calle
que me lleva hasta la M966, estrecha y llena de coches aparcados , incómoda
pero es un muy corto tramo, enseguida, de frente la carretera que me lleva a
las Dehesas, con una cómoda acera en la parte derecha de la subida, suave
empinada, una buena fuente a pocos cientos de metros de empezar (unos diez
minutos), siempre cojo agua allí, me
gusta, no hay indicación alguna de su potabilidad, pero aún la sobrevivo, o sea
que no será tan mala.
En media hora, más o menos llego
al inicio de la Calzada Romana, pasando el Centro de Visitantes de la Sierra,
indicada con círculos verdes, sigo por la Calzada Romana, dejando la incómoda
carretera a mi izquierda hasta dejar atrás todas las zonas der los
aparcamientos de Majavilán, el restaurante Cirilo, los aparcamientos de las
piscinas y de las instalaciones de aventuras de las Berceas, por cierto
aparcamientos por encima del paso de la Histórica Calzada Romana ¿dçonde está
Patrimonio?, etc…
Una hora desde la estación, estoy
al pie del Puente romano del Descalzo, lo paso y enseguida una cerca con puerta
peatonal que, de frente me hace seguir por la Calzada Borbónica con señalizada
con círculos blancos, no tiene pérdida, muy evidente, mucha pedrera y llego, en
hora y cuarto larga desde la estación a los Corralitos con su emblemático
mural, por detrás del mural cruzo la Carretera de la República viendo hacia mi
izquierda los restos del Chalet de Peñalara, y sigo por la evidente pedrera, con sus
círculos blancos y coincidente con el Camino de Santiago, en constante subida,
y dejando a mi derecha el Arroyo de la Fuenfria.
En hora y media larga llego al
Puente de En medio, la subida gira hacia la derecha y, en una pronunciada curva
hacia la izquierda se cruza con la Calzada Romana, con sus típicos señalizadores
metálicos.
El último tramo de la subida es
sobre un corto y empinado talud terroso, en un total de dos horas largas he
llegado al Puerto de la Fuenfría, cruce de caminos de la Sierra de Guadarrama
pequeño descanso y algo de fruta, la Calzada Borbónica se acaba aquí, yo sigo
por la Calzada Romana, que sale hacia la izquierda, pero dejando a mi izquierda
la subida a Cerro Minguete y, poco más a la izquierda la Calle Alta, aquí
llamada Vereda del Infante, ahora es suave bajada, por la Calzada, ya en
vertiente segoviana al pie del Montón de Trigo, paso una barrera y sigo en
suave bajada, cruzo el arroyo Minguete en cinco minutos desde el Puerto de la
Fuenfria, la bajada por la Calzada continúa, cruzo varios arroyuelos hasta
encontrarme con una pronunciada curva hacia mi izquierda, dejo la calzada para
continuar por una suave loma hasta encontrar en, unos cien metros las Ruinas de
Casarás, media hora larga desde el Puerto de La Fuenfría, son tres kilómetros y medio de distancia, estoy a 1711 metros de
altura, fotos hacia los valles de Valsaín y vuelta por el mismo camino hasta el
Puerto de la Fuenfria, ahora es suave subida y se hace hasta el Puerto en otra
media hora.
Ya en el puerto la bajada ¿por
dónde?, pues decido usar el Camino Viejo de Segovia que se inicia nada más
girar a tomar la Calle Alta (Vereda del Infante), a una decena de metros del
Puerto de la Fuenfría, bajada muy pronunciada que ya hice hace tiempo
en bicicleta, desde Cercedilla hasta Segovia,
al principio, pedreras y tierras que
escurren, cuidadin, en cinco minutos el Camino roza, dejándolo a mi izquierda
con la Calzada Romana que aquí hace una de sus curvas.
Sigo siempre con buenas vistas
hacia el Valle de la Fuenfria, con indicaciones de PR (rayas blancas y
amarillas), estoy en el PR-M-30, en poco menos de un cuarto de hora desde el
puerto llego a la Fuente de Doña María y cruzo sobre un puentecito el Arroyo
Picaros, un segundo puente sobre otro arroyuelo, bajadas suaves pero continuas,
sendas muy bien señalizadas y evidentes hasta cruzársenos por nuestra derecha
la bajada del Poyal de la Garganta que viene del Collado de Marichiva, ahora
las señales se juntan hasta el final con círculos rojos, en cincuenta minutos,
más o menos, de bajada dejo a mi izquierda la Residencia Lucas Olarzabal, para
enseguida llegar a la esplanada que conozco como Plaza de España, hacia mi
derecha sigue el PR, hacia la izquierda con círculos rojos me deja en la parte
trasera del Hospital de la Fuenfria, lo bordeo dejándolo a mi derecha, llego a
su puerta principal y, de frente sigue la bajada que, en diez minutos escasos
desde Plaza de España, me deja en el Centro de interpretación, final (o inicio)
del Camino Viejo de Segovia, una hora de bajada desde el Puerto de La Fuenfria,
me queda media hora larga para llegar por la M966 hasta la estación.
Las ruinas de Casarás o Casa de
Eraso, construida por Gaspar de La Vega en 1566 como palacete de descanso para
hacer más sencillo el viaje de los reyes desde El Escorial hasta La Granja y
que terminó abandonada en el siglo XVII al construirse el paso por el Puerto de
Navacerrada.
Comer, tren y volver, día
perfecto