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domingo, 4 de enero de 2009

Antártida, una fantasía de viaje

He estado en el pabellón del Jardín Botánico de Madrid viendo la exposición "Atrapados en el Hielo" donde, con fotografías y filmaciones originales, se recrea la legendaria expedición de Shackleton a la Antártida en 1914, una epopeya que duró más de dos años y en la que no murió ninguno de los 28 expedicionarios a pesar de las duras condiciones climatológicas.

En aquella exposición había una amplia serie de fotografías que impactaban por su elevada calidad. Fueron tomadas por Frank Hurley, el fotógrafo "oficial" de la expedición y gracias a ellas tenemos una especie de diario visual de aquellos meses de supervivencia en condiciones extremas. En esas fotografías podemos apreciar no sólo los inmensos paisajes de las latitudes antárticas sino a un grupo de seres humanos que lucha por mantenerse con vida en medio del hielo, del frío, de la soledad y todo ello con un gran ánimo, baste como ejemplo la anécdota de que al salón del barco le llamaban el Ritz. Todas las fotos son de una enorme belleza, por el contraste de los grandes hielos con la pequeñez de los marineros, por la luz antártica y todas hechas jugando con el blanco y el negro.

Una gran cantidad de material fotográfico y cinematográfico de Hurley y del álbum de fotos que montó a bordo -167 instantáneas en blanco y negro-, y que supo captar la belleza y la fuerza del impresionante mundo del hielo que rodeaba y que finalmente destruyó el barco, así como la heroica lucha diaria de la tripulación por sobrevivir.

"Se buscan hombres para un viaje peligroso. Sueldo bajo. Frío extremo. Largos meses de oscuridad completa. Peligro constante. No es seguro volver con vida". Con este anuncio, el británico Enrest Shackleton reclutó la tripulación con la que partió rumbo a la Antártida en agosto de 1914, pocos días antes de estallar la I Guerra Mundial.

Leí este texto en un museo de Ushuaia en mi viaje a la Antártida en 2007 y me impactó, desde entonces sigo todo lo que me llega acerca de Shackleton con bastante interés, fruto de mi admiración por una persona que nos demostró algo que hoy en día cada vez tenemos mas perdido, la fuerza de cumplir con la promesa de volver que dio a su tripulación y lo que eso significa.

El explorador británico pretendía atravesar la Antártida a pie por primera vez y, de hecho, la suya fue la última aventura de la época heroica de las exploraciones polares.

Consciente de la repercusión que había tenido la documentación gráfica de exploraciones marítimas anteriores, Shackleton fundó la compañía TransAntartic Film Sindicate Ltd., con cuyos derechos quería financiar parte de la expedición.

Por este motivo, el fotógrafo australiano Frank Hurley formaba parte de la tripulación del barco Endurance ("resistencia", en inglés) y se ocupó de documentar todo el viaje.

Pero el Endurance acabó literalmente atrapado y destrozado entre los hielos antárticos y lo que se había planteado como una exploración geográfica, propia del espíritu aventurero de la época, devino en toda una gesta en la que afloraron los mejores valores del ser humano. La tripulación al completo logró sobrevivir cuatro meses en las latitudes australes hasta ser rescatada por marinos chilenos, gracias al épico viaje de más de 1300 km. que hicieron en un pequeño bote Shackleton y otros cinco marinos en busca de ayuda.

Puede verse un mayor detalle de la historia de Shackleton en:

Un pequeño y simpático video tomado en la Antártida


Y no puedo por menos que dedicar esta actividad a la memoria de Javier, ese gran amigo y vecino que, cada vez que podía, me iba a buscar a sudamérica con su "cayuco aéreo".