Nos estamos preparando para la próxima subida, este sábado, al Tibet, sabemos que la subida que haremos puede darnos algún problema de aclimatación, primer día Pekín, al siguiente a cuatro mil metros, al siguiente a cinco mil y así seguido, así que, opción, nos vamos al Veleta para intentar aclimatar algo.
Conocía el Mulhacén, pero no el Veleta, vamos ni tan siquiera Sierra Nevada y, francamente, me apetecía conocerlo. Me ha defraudado la estación de Sierra Nevada, inclusive en esta época en que parece una ciudad fantasma, es como una máquina tragaperras: aún vacía, aún con todo cerrado, se empeñan en cobrarte hasta por respirar. Y ya en la subida al Veleta, ves a la derecha el destrozo que se ha llevado a cabo en la montaña, hasta casi la misma cumbre. De acuerdo, pueden decirme que es una fuente de riqueza para la zona, si, vale, pero pienso que las cosas se pueden hacer manteniendo un respeto con naturaleza y el medio.
La primera sorpresa es que hay una carretera hasta la Hoya de la Mora, es decir, hasta 2500 metros de altura, pero es que esa carretera, a veces pista forestal, en verano puede continuar hasta casi la base del Mulhacén ¡que barbaridad!, en realidad se trata de la antigua carretera que unía Granada con las Alpujarras.
El martes quedamos a primera hora, ya, en la Hoya de la Mora, Ramón, Salvi, Patxi y su hijo Iñaqui, estos dos últimos van a hacerse la bajada en esquí, botas, preparación del material y ya desde el parking, se ve el pico del Veleta con sus 3392 metros de altura. En la Hoya de la Mora hay varias instalaciones, como chiringuitos, un albergue juvenil, el de la Guardia Civil y, hasta un pequeño observatorio con su correspondiente cúpula. El primero que empieza a andar es Ramón, y poco a poco, arrancamos todos. Llegamos, en diez minutos, hasta el monumento a la Virgen de las Nieves, fotos y seguimos y en algo menos de una hora llegamos a las Posiciones, la verdad es que no hay perdida alguna, siempre se ve la cima y con tirar directamente hacia ella no hay posibilidad de error.
Llegamos a un punto en el que hay los que van a hacer la vía Silvia al Veleta con su Paredón NE de 220 metros, deben bajar rapelando, montaje, y arriba nos vemos.
En tres horas largas, llegamos a la cumbre, en un día diáfano, soleado, con unas vistas espectaculares, hacia Granada, distinguiendo la Alhambra, hacia el oeste la zona de la Carihuela, hacia el Sur el mar y hacia el este Los Machos, el Mulhacén, la Alcazaba, todo repleto de nieve, hemos subido un desnivel de 900 metros y más o menos 18 kilómetros entre la ida y la vuelta. Sin dificultades y disfrutando de la montaña, bajada, unos en esquíes y otros andando y en la Hoya de la Mora, reposo, bocata y vuelta a Madrid a preparar las cosas para el sábado.