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miércoles, 19 de junio de 2013

La ruta de las Cabras a la Peña del Mediodía en La Pedriza


La Peña del Mediodía por la ruta de las Cabras, corta pero divertidísima actividad, 485 metros de desnivel, desde los 943 de la Ermita de San Isidro, en las cercanías de El Boalo, donde dejamos aparcado el coche, hasta los 1368 de la cima, tres horas de ida y vuelta, con paraditas para hacer fotos y ver las zonas de escalada en las inmediaciones de la actividad y dar algunas vueltas a la peña de la cima hasta encontrar la subida más fácil para luego bajarla.
El acceso no tiene pérdida, a la salida de El Boalo, en una rotonda en la carretera que viene desde Mataelpino a donde hemos llegado desde el centro de El Boalo, aquí se llama la Avenida de los Prados, por donde seguimos hacia la derecha, hasta llegar a la primera calle que sale hacia nuestra izquierda, se llama calle Vallejuelo, después se llama calle de la Cañada y, al final, se convierte en una pista de tierra que nos lleva, coincidiendo  esta cañada real durante unos metros, con el camino de Santiago madrileño, hasta la Ermita de San Isidro, patrón de El Boalo, donde nos encontraremos con una buena fuente.
Nuestra intención es conocer la Senda de las Cabras y sus zonas de clavijas y ver las zonas de escalada deportiva que hay en la zona, llegar hasta la cima de la Peña del Mediodía y continuar por la Cuerda de los Porrones hasta La Maliciosa, pero la lluvia que vemos cae en La Maliciosa y que viene hacia nosotros aconseja que, al terminar la Peña del Mediodía, media vuelta y a casa.

Salimos desde detrás, por la derecha (Este) de la Ermita de San Isidro, un camino que, al poco parece haber sido empedrado, enseguida un camino que nos cruza, nosotros seguimos rectos, un viejo somier hace las veces de una cancela, a partir de aquí el camino se empina, hay algunos hitos, no muchos en la primera parte, mas frecuentes un poco más arriba, alguna vez hay alguna pintura blanca, poquitas, el camino se hace poco evidente en algún tramo, pero enseguida se recupera.
En media hora escasa hemos llegado a un punto en el que, a 1085 metros de altura, nos desviamos un poquito a la izquierda, pegados a las paredes y vemos estas vías de escalada deportiva, volvemos unos metros al camino de hoy, a  1174 metros, en menos de tres cuartos de hora desde la cima, una mole de piedra nos sirve como referencia, llegamos a una zona ahora llana, dejando a nuestra izquierda las paredes de la Peña del Mediodía, una especie de hombro que recorremos hacia el Este, algunos metros en suave descenso hasta que, en  poco menos de una hora, incluyendo la paradita en la zona de escalada que descubrimos y, a 1234 metros de altura, la primera grata sorpresa, el lobo que persigue a la cabra, estamos llegando a la primera zona de clavijas.
Dos tramos de clavijas, cortitos pero divertidos separados por una pequeña repisa y en una peña, la inscripción del nombre de la ruta: 2005 Ruta de las Cabras.
La subida se suaviza poco a poco y llegamos a una especie de pradera desde donde ya divisamos perfectamente el Yelmo y el embalse de Manzanares el Real
La cima, a 1345 metros de altura, para llegar hasta la misma, los caminos se han perdido. No vemos indicaciones, intentamos la subida por varios puntos, pensando sobre todo en el descenso, no es difícil cuando, al final, encuentras la acertada.
Las vistas desde la cima son espectaculares, la Cuerda de los Porrones hasta la Maliciosa, el Yelmo, etc...
Podríamos haber continuado unos pocos minutos por la Sierra de los Porrones hasta el Collado de Valdehalcones para ver la cruz del Mierlo, no lo hicimos, la lluvia se acercaba desde La Maliciosa, otro día.
Pero esto si lo hicimos en 2020, una bonita ruta circular con subida por el mismo lado que la primera vez, es decir, desde El Boalo y, en vez de subir a la Peña del Mediodía, bordeamos la Torreta de Los Porrones por la zona de vistas hacia el Yelmo, por una senda por la que hay que ir pegado en vez de bajar y, así, en unos quince minutos se llega, al Collado de Valdehalcones, en él la Cruz del Mierlo y bajada por ese valle hacia la Ermita de San Isidro, la misma bajada que, una semana antes, usamos para terminar la circular al Cancho Porrón  desde Mataelpino.



sábado, 11 de diciembre de 2010

La Vía de la Cruz en Olvena


Tenía ganas de hacer alguna vía ferrata y esta nos sirvió a Rafa y a mi para hacerla y además compenetrarnos un poco en el tema de hacer crestas y asegurarnos.

En un principio la idea era hacer la cresta de la Cruz de Olvena, una arista bastante aérea con pasos de V+, pero el mal tiempo, y sobre todo la lluvia, nos hizo desistir, bueno, no hay mal que por bien no venga, desde el mismo lugar sale esta vía ferrata.

Se deja el coche en la N-123, en un ensanchamiento de la carretera a mano derecha, antes de entrar en un túnel, viniendo desde Graus hacia Barbastro, en la zona donde se encuentra la indicación del Puente de la Sierra. Este puente está a más de 30 metros de altura del angosto cañón del Ésera, construido en el siglo XIII, aunque algunos lo datan de la época romana.

Para llegar al pie de la vía hay un camino de entre cinco y diez minutos cruzando el puente, la vía sale hacia la izquierda del camino y tiene un desnivel algo mayor de 200 metros, puede hacerse, calculo en poco más de una hora, nosotros, salvo en la travesía final, íbamos practicando encordamientos y aseguramientos de primero y de segundo, evitando el usar el pasamanos de cable.

Nos llovió durante la subida, lo cual con la piedra muy resbaladiza nos hizo tomar el máximo de precauciones, una vía no muy difícil se complicó un poquillo.

Desde el principio la vía transcurre por el centro de la canal, al principio más ancha y holgada y, en su zona final llegamos a una canaleta estrecha y cerrada por paredes donde parece que la vía se termina, no, no es así, giramos hacia la izquierda, destrepamos un par de metros, que enseguida volvimos a subir, flanqueamos por una fácil arista, una trepada de unos veinte metros, y al final de la misma, un pasito algo complicado por la lluvia para llegar a una travesía algo volada y equipada con grapas, algo separadas para los que somos de brazos pequeños, pero bueno, también hay cable y no se pasa mal.

Al final, el mirador de Olvena, precioso, la lluvia nos deja ver algo hacia el Santuario de Torreciudad, pero sobre todo, las vistas del río Ésera son únicas.

El descenso se hace caminando hasta el pueblo que está junto a la cima; desde el mismo, cerca de la ermita del Cristo, una calle hacia la derecha nos conduce a unas marcas GR que nos bajan hasta el puente de la Sierra en poco más de media hora.

Las fotos de la actividad.