Sábado por la mañana, me levanto
temprano, ¿que tengo para este fin de semana? ¡¡¡nada !!!.
Carretera y manta (no, saco) y a
Pirineos, a Casa de Piedra en Panticosa, entre que preparo los bártulos, no sé
cómo estará de nieve, así que meto en el coche crampones, piolet, todo, de
todo, viaje tranquilo, me paro en el outlet de Huesca, comida tranquilita en
Biescas, paseo y, a media tarde en Casa de Piedra, vale hay plaza ¿qué pasa?,
por la noche duermo en una habitación de 11 plazas yo solito ¿es que se está
enfriando la afición a la montaña?.
Mi plan ¿subir al Garmo Negro,
bajarlo por la arista y continuar por la misma por Algas y Argualas?, ¿subir
Algas y Argualas?, ¿subir el Garmo Negro?, la verdad no lo sé muy bien, de esa
zona conozco poco salvo por el descenso circular que hice de Infiernos. Además
hay amenaza de tormenta por la tarde, ya en el refugio se comenta.
Desayuno pronto, a las seis y
media y, a las siete estoy en marcha hacia arriba, conozco a Javier y su perro,
subimos solos.
Desde el refugio, a 1635 metros
de altura, cruzando la explanada con dirección hacia la derecha en busca de la
caía de la cascada que baja de la zona de Argualas y de los ibones de Ordicuso,
foto en la cascada, veo la bonita capillita hecha para la fuente de aguas
termales y por ahí empiezan las zetas de subida iniciales, a través de un
bonito bosque.
Al ver esta capillita valoro más
aún, si cabe, el enorme destrozo que se ha hecho en la zona, unas preciosas
edificaciones que componían la antigua estación de balnearios, por la
pretenciosa idea de hacer una mega estación, se han convertido en unas
edificaciones que iban para apartamentos abandonadas y sin terminar, el gran
hotel antiguo abandonado, el casino sin uso, el mega aparcamiento de la zona de
la embotelladora en un esqueleto de hormigón, el centro comercial de la plaza,
sin terminar y abandonado, las capillitas como esta que cito, en los
alrededores de la estación, cada una de ellas con un tipo de agua diferente
para un determinado fin, sin guías y abandonadas, en fin, un auténtico desastre
en un entorno maravilloso.
La primera parte de la subida, ya
es dura, hay que tener en cuenta que se hace un desnivel de 1415 metros en 5,7
kilómetros, que ya es porcentaje constante, hay que empezar despacito, y en
algo menos de 30 minutos , dejando siempre, a nuestra izquierda las cascadas
que bajan desde la zona de Argualas, llegamos a la majada baja de Argualas
saliendo del bosque, estamos a una altura de 1855 metros, volvemos a entrar en
las estribaciones del bosque, volvemos a salir al poco, el terreno parece que
se suaviza algo y enseguida vuelve a empinarse para superar una pequeña loma
que nos deja a poco más de los 2100 metros en tres cuartos de hora largos.
Estamos en la majada alta de
Argualas, en pocos metros, bien marcado con hitos sale una desviación a la
derecha, nosotros seguiremos la senda de la izquierda, la de la derecha nos
llevaría al collado de Pondiellos, aunque, a pocos metros de comenzar esta
desviación, hace una Y griega y, si tomásemos la de la izquierda sería una
senda, muy poco evidente, señalizada con hitos y círculos rojos que nos
llevaría también, de manera muy abrupta y por debajo de Pondiellos hasta el
collado de Argualas, en realidad esta es la senda por la que bajamos, esta
senda es recomendable en invierno ya que, parece ser que tiene menos riesgo de
aludes que la otra, por la que fuimos.
La senda de la izquierda nos
lleva de frente hacia la zona superior del valle, sigue girando algo a la
izquierda, primero pedreras aunque con hitos, algunos de los cuales vamos
reponiendo en el camino, luego neveros, aunque subo los crampones, la nieve no
está excesivamente dura así que no me los pongo, todo ello por una canal muy
evidente, a veces vemos que al borde del nevero se ven las estribaciones de las
zetas del camino que existe por debajo de la nieve, giramos a la derecha y nos
encaminamos, por debajo, aunque algo lejos, del Argualas, así, en más o menos
dos horas, estamos de frente a la pala que nos llevará hasta el falso collado
del Garmo Negro, la pala de ascenso está llena de nieve aún, pero ya está un
poco más blanda y seguimos sin usar los crampones.
A 2800 metros de altura, (tres
horas y cuarto largas de subida) en la primera parte del collado del Garmo
Negro, vemos huellas que suben directamente a la cima (es por donde bajaremos,
para subir, donde no hay nieve, es una pedrera de las de un pasito p'alante y
otro p'atrás), nosotros decidimos seguir, en unos diez minutos, hasta el
verdadero collado que compone la arista que baja del Garmo Negro y continúa por
Algas y Argualas, son pocos minutos más pero merecen la pena, las vistas desde
el collado son espectaculares, desde el Midi d'Ossau, debajo de nosotros la
Basa de la Galabrosa helada o los ibones de Pondiellos.
Subimos por la parte de la arista
que corresponde al Garmo Negro, pocos hitos senda poco marcada, pero destino
muy evidente y en unos cuarenta y cinco minutos, que nos hacen un total de poco
más de cuatro horas, llegamos a la cima, a 3066 metros de altura, se están
formando las nubes para la tarde, el viento es de amenaza de tormenta, pero aún
es claro y las vistas merecen la pena, por un lado, empezando de manera
circular la arista de Algas y Argualas con la parte de arista que hemos
subido que corresponde al Garmo Negro,
después el Midi d'Ossau teniendo detrás de él todo el pirineo navarro,
continuamos con Balaitús, el pico Tebarray, y delante de él los Picos de Infiernos
con la impresionante Marmolada, presidiendo después el macizo del Vignemale y,
a lo lejos el Perdido, un tentempie y abajo.