Otro pico que marca el límite
entre dos comunidades, en este caso entre Castilla León, desde su provincia de
Soria con la comunidad riojana, pico que define el nombre de la sierra a la que
pertenece y que con sus 2229 metros de altura es el enclave del nacimiento del
río Duero.
Dormimos en Abejar, más cercano
es Vinuesa, y desde allí subimos con el coche por el valle de Revinuesa hacia
la Laguna Negra, a donde no pudimos llegar con el coche, la carretera cortada
con una barrera en un parking anterior, no es mala idea, arriba no hay zona
suficiente para aparcar y además, hoy, había bastante placa de hielo en muchos
tramos a partir del aparcamiento. No hay
problema, 20 minutos más de subida hasta la Laguna Negra, algo más de un
kilómetro y medio y algo más de 200 metros de desnivel adicional. Al terminar
la carretera, una pista de algo menos de 1 kilómetro que nos deja en la Laguna
Negra, ojo, que nadie espere ver que sus aguas son negras, en absoluto,
profundamente azules
Una verdadera maravilla, al norte
de la provincia de Soria, metida en sus casi dos mil metros de altura y, sobre
todo tremendamente recomendable en el otoño con el color rojizo de sus
alrededores reflejado en las aguas de la laguna y en el invierno totalmente
cubierta de nieve.
La laguna está rodeada de
pasarelas y escaleras de madera que, en estas épocas de poca nieve, se hielan y
son bastante inseguras, a veces es mejor salirte que andar por ellas.
Eso sí, la llegada a la Laguna
Negra, de origen glaciar, a sus 1740 metros de altitud, nos depara un paisaje
excepcional, es una preciosidad de laguna formando enfrente de nosotros un
precioso anfiteatro con paredes cortadas a pico, pero tanto vista desde aquí,
como en unos metros más arriba, cuando nos volvamos para volver a contemplarla
desde la parte alta.
Dejando siempre a nuestra derecha
la Laguna, llegamos hasta la indicación de Senda del Portillo, donde comienza
la ascensión, en unos metros llegamos a la zona de la cascada, que dejamos a
nuestra derecha, donde atravesamos un pequeño puente de madera.
Estamos ascendiendo en la que,
quizá sea la peor época para hacerlo, no está seco el terreno y hay poca nieve,
por ello, la poca que hay se convierte en un peligroso verglas, así que,
inmediatamente nos ponemos los crampones, así subimos el primer tramo, de
bastante pendiente, cerca de trescientos metros, para pasar los cortados de
piedra que rodean a la laguna, el último tramo, ya no tan vertical, es sin
embargo bastante aéreo, con el hielo debajo de nuestros pies hay que hacerlo
con atención a pesar de los crampones, una caída puede ser muy peligrosa.
Hemos llegado al collado de la
Majada Rubia, ya estamos en una zona bastante plana, la subida que vamos
haciendo es muy suave pero el camino, a pesar de la nevada y de la falta de
pisadas, es muy evidente, algunos hitos son bastante altos y sobresalen de la
nieve. Así llegamos a una loma en el que se nos dibuja un nuevo valle y en el
que ya se distingue al fondo el Pico de Urbión, nuestro objetivo, bordeamos la
montaña que queda a nuestra izquierda y ya, en el siguiente collado queda
debajo nuestra la helada Laguna Larga, a 2009 metros de altitud, donde nace el
río Revinuesa, una pequeña bajada hasta bordear la laguna dejándola a nuestra
izquierda.
Ascendemos la anteúltima
pendiente, girando hacia nuestra izquierda, con la poca nieve que hay tenemos
que hacerlo con cuidado, así llegamos al collado previo a la cima dejando a
nuestra derecha el pico Zorraquín con
sus 2091 metros de altitud, aquí el viento es tremendo, enseguida un cartel nos
indica la senda hacia la izquierda, por donde iríamos hacia el nacimiento del
Duero y por donde se puede hacer la bajada alternativa hacia el pueblo de
Duruelos, para así hacer una ruta circular para lo cual deberíamos tener otro
coche allá abajo y no lo tenemos.
Comienzan los últimos metros de
rampa, una cruz con un pequeño belén delante y a la derecha una curiosa formación
bajo una mole rocosa.
Cinco minutos más y llegamos a la
cima en un total de dos horas y cuarto largas desde el aparcamiento. La última
roca no la hacemos, es todo verglas, no hay donde agarrar con la mano, da igual,
fotos del grupo y del entorno, el Tres Provincias, el Moncayo, el San Lorenzo,
el San Millán y, al fondo Pirineos, hacia abajo, en dirección oeste vemos la
laguna de Urbión, en dirección norte vemos el camino por donde hemos subido.
Varias alternativas para la
bajada, pero nosotros optamos por deshacer lo andado, con un total aproximado
de unos seis kilómetros largos, y al bajar, sorpresa, tres personas que nos
habían seguido usando nuestras huellas, sin crampones, luego dicen que hay
accidentes.
Las fotos de la actividad.
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