El Canal de Castilla en bici es
un proyecto que me ilusionó desde que comencé con la bicicleta, y decidí
acometerlo con José Manuel, con quién hice la cima del Elbrus.
Con una longitud total de 150,54
kilómetros, un desnivel acumulado positivo de 722 metros y negativo de 819,
siempre a una altura que parte de 860 metros para llegar a los 686 finales y
que como logística indicativa puede dividirse en tramos que coinciden con los
ramales, el primero desde Alar del Rey hasta Herrera de Pisuerga, el segundo
desde Herrera hasta Osorno, el tercero de Osorno a Frómista, siguiendo el
cuarto de Frómista a Calahorra, el quinto de Calahorra a El Serrón, siendo el
sexto desde el Serrón a Dueñas y el séptimo y último de Dueñas a Valladolid,
salvo en el principio y el final la senda no pasa por las localidades en si,
siempre si se quieren conocer hay que desviarse de la ruta para acceder a
ellos, por ello la longitud indicada se verá incrementada con las salidas a
comprar alimentos, conocer las ciudades o encontrar algún hotel.
La idea, desde Madrid a
Valladolid en coche, aparcar en la estación, más o menos 12€ al día, subir en
tren hasta Alar del Rey y allí comenzar la ruta, el tren de Valladolid a Alar
del Rey, con tres frecuencias al día que admitan bicicletas, nosotros tomamos
el que salía por la noche a las 19:44, otros 11€ (los horarios y precios
cambian constantemente), y llega en algo menos de 2 horas a Alar del Rey, allí
nos fuimos a dormir al único sitio que localizamos y que tuvieran donde guardar las bicis, una cena, paseíto y a dormir, hace frío, es 21 de
diciembre y hay que madrugar, el proyecto es hacerlo en dos días, el primero
unos 90 kms. más o menos y el domingo el resto, no podemos atrasarlo más porqué
el 24 es Nochebuena y hay que estar en casa.
Nos levantamos pronto y salimos
aún de noche con los frontales, el Canal de Castilla arranca desde los
alrededores del mismo pueblo de Alar del Rey, frío por la mañana y empezamos a
pedalear desde la primera esclusa, la verdad es que la ruta es llana, salvo
pequeñas ascensiones a puentes que sobrevuelan el Canal de Castilla, pero desde
el principio empezamos a notar la dureza del terreno embarrado por las lluvias,
las bicis se llenan enseguida de barro, lo que aumenta su peso, pero el
principal problema es que nos quedamos atascados más de una vez en el barro, además, donde no hay barro hay
zonas de cantos rodados que no te permiten coger bien el ritmo, nuestro
objetivo es llegar a la media de 15 Kms. hora, pero no lo conseguimos.
El camino transcurre siempre
paralelo al Canal de Castilla, por cualquiera de las dos márgenes, enseguida,
en kilómetro y medio llegamos a la segunda esclusa, la de San Quirce del Río
Pisuerga, seguimos con un sólo punto que nos lleva a confusión en los
alrededores de Herrera de Pisuerga, allí se ve que es imposible seguir por los
cultivos que hay y, la presa que existe no puede cruzarse, por ello en el
kilómetro 8.600 hay que meterse por la margen derecha, se ve el camino hecho
por las bicis, hasta llegar a la vía del tren, hay que subir a la vía y cruzar
por el puente del tren, hay espacio suficiente aunque algo justo, bajar y
volver a la ruta por el otro lado del río Pisuerga, salvo esta salida no encontramos
más incidencias.
Cada vez es más pesado pedalear,
me paro a ver si es que la bici va frenada, nada, es el terreno lo que la frena,
un descansito en el hotel Carrecalzada, en plena Canal de Castilla, para tomar
un cafetito no nos viene nada mal.
Llegamos a Frómista agotados, por donde también paso al hacer el Camino de Santiago, los
últimos kilómetros coinciden con el Camino de Santiago, nos paramos a comer y,
al terminar, yo estoy convencido de que es imposible hacerlo en dos días, la
próxima parada desde Frómista a un hotel está a casi 30 Kms., hoy es el día más
corto del año, anochecerá antes de las seis, no me veo con fuerzas de hacerlo
todo entre esta tarde y mañana, decisión, José Manuel decide intentarlo y yo me
voy a la estación a por el primer tren a Valladolid, a las 17:05, puntual, y
después de haber hecho hoy 60 Kms agotadores, en una próxima intentona me haré
los 95 restantes desde Frómista hasta Valladolid.
He comenzado el segundo tramo,
desde Frómista a Valladolid con Juanjo y Paco, no es invierno y el terreno está
seco, salimos de un hostal rural en donde hemos pasado la noche, Frómista, por
la riqueza de su románico es una ciudad que tiene en el turismo del Camino de
Santiago una de sus principales fuentes de ingresos, merece la pena darse un
recorrido por la ciudad y así lo hice la tarde anterior.
Desayuno y comenzamos a pedalear,
el camino tiene muchas zonas de piedras donde la tracción es importante, yo no
lo pensé y llevo la rueda trasera algo gastada, un pequeño esfuerzo adicional,
además en la primera parte hay unos fasos llanos que te hacen pensar que te
ocurre en las piernas; algún error en alguna esclusa, en que nos cruzamos al
lado equivocado y hay que volver; alguna salida al pueblo cercano a tomar un
café y rellenar agua; una salida a una gasolinera que se ve desde el Canal para
revisar la presión de las ruedas; desde Dueñas a Valladolid, quizá la parte
menos agradable de la travesía; al llegar a Valladolid vemos un carril bici que
te invita a seguirlo, error, nooooo, hay que seguir el Canal; y por fin, la
última esclusa, ya dentro de Valladolid; fotos el abrazo de rigor y a la
estación, otra buena tiradita, pero bueno, ya sin prisas, y ojo, en Valladolid,
por las experiencias que tuvimos parece que a algunos automovilistas o
autobuseros no les agradan mucho las bicis.
Paliza pero me ha merecido la
pena, muy recomendable, inclusive puede ser un fantástico fin de semana en bici.
Las fotos de la actividad.
Algunas referencias del Canal de
Castilla:
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