Pues parece como si en cada sierra tuviese que existir una montaña denominada Peña o Pico del Águila, ya laconocí en la zona del Valle de La Fuenfría y, ahora, esta nueva cima en la Sierra de Ayllón, en la Serranía de El Cardoso.
Iniciamos la actividad desde una
pequeña y escondida aldea, Peñalba de la Sierra, al pie del Pico del Lobo,
una bonita subida que ya hice enmarcada en la actividad del Pico Más Alto deCada Comunidad.
Una actividad lejana para hacerla
en el día, autopista de Burgos hasta Buitrago del Lozoya, parada para un
cafetito y tomamos la M-132, para pasar por Prádena del Rincón, el Puerto de la
Hiruela … carretera muy sinuosa con magníficas vistas, la olvidada,
afortunadamente, sierra norte de Guadalajara, tomamos la GU-187 y hacia Peñalba
de la Sierra, curioso pueblo, cuatro habitantes censados, pertenece a
Guadalajara pero tiene el código postal de Madrid, bueno de hecho estos pueblos
tienen todos los servicios desde Madrid a pesar de ser de Guadalajara, curioso
este tema de las “autonomías”, y a 1275 metros de altura.
Paramos unos kilómetros antes de
Peñalba, aunque ya se ve a nuestra derecha, en un cruce con una pista forestal
que sale hacia nuestra izquierda, punto obligado si quieres subir al fantástico
rincón del mirador que supone el Rocín de Ayllón con sus 2015 metros de altura,
por la pista forestal, sin pérdida, en un único cruce con otra pista tomamos la
senda de nuestra derecha, fantásticas vistas hacia Santuy, hacia el Ocejón, una
hora larga de pateada, una cerrada curva de la pista hacia la izquierda y, de
frente nuestro el Pico del Águila, aproximación fácil, de unos 140 metros de
desnivel, sin hitos, sin señales, sin camino, pero con el objetivo justo
enfrente, un pequeño bosque nos cierra el paso, le bordeamos por su izquierda
y, la sorpresa, unos divertidísimos trepes para alcanzar la cima y su vértice
geodésico, fenomenales vistas, el Pico del Lobo, Ocejón, Rocín de Ayllón,
Santuy, etc …, pero sobre todo una sierra olvidada, que bien, naturaleza a
tope.
La bajada hacia el valle del el
Arroyo del Cañamar, a trocha, a través de un fantástico bosque de robles
centenarios, con algunos de ellos de formas espectaculares, hasta alcanzar el
Arroyo de Cañamar, a 1227 metros de altura.
No volvemos a Peñalba de la
Sierra, tomamos, por la margen izquierda del río, una senda que nos va, en
suave descenso y sin pérdida, acercando hasta el mirador de la cascada de
Peñalba o del Cañamar (algo menos de dos kilómetros), hemos bajado unos veinte
o veinticinco metros, no, no es cierto, no se ve la cascada, se ve el
impresionante balcón, pero nada más, antes de llegar al mirador hay una senda
que, en pronunciado descenso sale hacia la parte baja del río, para bajar cerca
de 200 metros, terreno de fuerte pendiente, húmedo y resbaladizo, con algunas,
no muy seguras cuerdas de asidero, te dan más seguridad mental que verdadera,
abajo, las vistas de una cascada de cerca de 15 metros, con agua todo el año y
que, en verano invita en la poza hecha por la cascada a un buen baño en total y
absoluta soledad.
Sin contar el paseo a la cascada,
una suave actividad con una ascensión de 285 metros y un descenso de cerca de
500 metros, con cerca 16 kilómetros de pateada y en unas cinco horas de
actividad.