Una de las más bellas ascensiones de los Alpes, desde su cumbre, de 3515 metros, contemplamos la Aiguille Verte, los Drus, Chardonet, el Mont Blanc, varios glaciares como el de Argentiere.
Es un buen lugar de entrenamiento para después hacer cualquier actividad en Alpes, buena dificultad, quizá pueda catalogarse como AD ó ADSup.
La cumbre se encuentra con un desnivel de mas o menos 300 metros desde el teleferico de Grands Montets o de 1350 metros desde Argentiere a través del Couloir Chevalier, en el primer caso el tiempo de ascensión puede ser de unas dos horas, ahora bien lo normal es practicar todo tipo de actuaciones y probar el material por lo que el tiempo es más bien indicativo.
Nosotros hicimos el día con la primera opción desde el teleferico, desde el que nada mas salir, ya ves todas sus rampas, las primeras ya con un desnivel del cuarenta por ciento, usamos todo el equipo, piolet, crampones, etc... Lo primero que nos encontramos es un glaciar bastante agrietado y después de superar la rimaya hay que subir una pared con nieve/hielo de unos setenta grados para posteriormente ascender por una finísima arista de nieve/hielo/roca con una exposición espectacular y caida de algún centenar de metros, con su grietecita al fondo que nos engulliría si nos caemos.
Además el incordio de estar mezclando hielo y roca con la molestia de tener que hacerlo con los crampones puestos.
Y el descenso se realiza por la cresta, aprovechando los diferentes cordinos para rapelar algunos gendarmes.
Bajada de nuevo por el teleferico y a disfrutar de Chamonix.
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