Un fin de semana genial en
Alquezar, de nuevo barranquísmo en este caluroso julio, con la gente de Guías Boira, para
el primer día se decide el Barranco del Vero, según dicen el más popular y
visitado de la Sierra de Guara.
Una caminata de poco menos de una
hora desde el mismísimo centro de Alquezar, cargados con los neoprenos y la
comida del día, hasta el principio del cañón.
Una bajada sin dificultades pero
por unas zonas espectaculares, zonas de caos, zonas de toboganes, algún salto
sencillo, zonas más oscuras y estrechas gargantas en una bajada de cerca de
ocho kilómetros, el reloj me da una bajada de 245 metros de desnivel hasta la
cueva de Picamartillo.
Un genial recorrido, primero por
las gargantas de Lecina, después la zona de los Oscuros, más allá la garganta
de las Clusas, la Cocineta, la gran Visera y, al final, la garganta de
Villacantal y su puente.
La vuelta desde el río Vero se
hace por la llamada Ruta de las Pasarelas, 300 metros de desnivel desde el
propio río, desde la zona de la cueva de Picamartillo, una zona de relax donde
tomar un bañito después de una jornada de actividad por el barranco.
La subida por la ruta de las
Pasarelas hay que tomársela con ganas
desde abajo, ya que en caso contrario el cansancio acumulado de todo el día se
dejaría sentir.
Casi toda la subida nos lleva a
través de una preciosa vegetación, por pasarelas y escaleras de madera, desde
el Barranco de la Fuente y pasos encajonadas entre la Peña Castibián y los
Muros de la Colegiata al final casi del recorrido que nos lleva hasta la Plaza
Mayor de Alquezar.
Al final del día, aún tuvimos
ganas de hacer un poco de roco en el albergue de Alquezar.
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