jueves, 4 de julio de 2019

Sur de Italia


Antes estuve en Roma, esta parte del Sur de Italia, con base en Nápoles, puede hacerse con alguno de los múltiples tours que desde allí se organizan, por ejemplo Special Tours, el recorrido que hice fue Nápoles, Caserta, Pompeya, Capri, Sorrento, Costa Amalfitana con Positano y Amalfi y Saleerno.

Bien, lugares de mucha belleza y de amplio contenido cultural e histórico, pero con sus luces y sombras.

Nápoles, visita al centro histórico y poco más, sensación de inseguridad, gran suciedad, no me llenó, una noche ya vale.

Caserta, espectacular el Palacio tanto en el interior, merece la pena contratar un circuito guiado, como en el exterior y espectaculares sus jardines a los que conviene preparar una visita de hora y media para disfrutarlos, se pueden pasear a pie, en bici de alquiler a 4€ la hora a día de hoy o en microbuses que los recorren, merece la pena llegar hasta la cascada.

Capri, una belleza de isla, subir andando, comer en algún restaurante con vistas, patear sus callejuelas, bajar en el funicular y hacer la vuelta a la isla en los barcos que organizan sus circuitos desde el mismo puerto de Capri.

Pompeya, espectacular, paseas por una verdadera ciudad romana del siglo I, muy bien conservada después de que Carlos III por entonces Rey de Nápoles, financiase el inicio de las excavaciones.

Sorrento, donde pararse a comer y recorrer sus calles a las que merece la pena dedicar una jornada.

Después la costa Amalfitana, por una estrecha carretera que, en sesenta kilómetros tiene 1600 cerradas curvas, con constantes maniobras de los pequeños autobus

es y furgonetas, llegada a Positano, precioso pueblo de costa donde abandono el autobús para hacer la mayor parte del recorrido, hasta Amalfi, en barco.

Nuevamente autobús para llegar a Salerno, otra bonita ciudad mediterránea y, una jornada más para recorrer la Cueva del Ángel que, como cueva no va más allá, pero que tiene la diferencia de un pequeño lago interior que se recorre en barca y ya, para terminar, las ruinas de Paestum a las que merece la pena dedicar otra media jornada.

No esperemos playas donde descansar, acantilados donde están las residencias de fortunas y que ves desde lejos y, las pocas playas que podamos encontrar, pequeñas y de arena volcánica.

Todo es caro en comparación con los precios de España y, sobre todo, las cervezas y las comidas.



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